un cambio de hábito inédito que sirve de inyección anímica para el tramo final de la Copa América

La Selección Argentina cumple un mes de concentración. Empezaron y cerraron el círculo de esta primera parte de la defensa del título en la Copa América en el mismo lugar: Miami. Pero más allá del puntaje perfecto, un rendimiento sólido que no se resiente por los protagonistas que estén dentro del campo de juego, hay un cambio de hábito inédito para este tipo de torneos y para el fútbol moderno. Este domingo, por segunda vez en una semana, los jugadores tuvieron la chance de ir a dormir y pasar tiempo con sus familias fuera del ámbito del hotel de concentración. Una inyección anímica justo antes del tramo más importante en el camino a la defensa del título.

La mayoría de ellos, después del triunfo 2 a 0 sobre Perú, volvieron al hotel Hilton del barrio de Kendall y allí quedaron liberados hasta la noche de este domingo. El lugar más elegido por las familias fue la zona de Miami Beach y así allí fue la Scaloneta. El clima no ayudó mucho, porque más allá del intenso calor, la lluvia fue protagonista casi principal de las primeras horas del día. Esta vez, no fue un chaparrón pasajero como había ocurrido en los días anteriores.

A través de las redes sociales se pudieron ver las elecciones de este ‘Family Day’ de la Albiceleste. Enzo Fernández, titular contra Chile y los incaicos, fue uno de los primeros en compartir imágenes. Lo hizo con una foto junto a su segundo hijo Benjamín, que nació en septiembre pasado.

Nicolás Tagliafico no perdió tiempo. Bien temprano se fue con su esposa Carolina Calvagni a la playa y, pese a las amenazantes nubes de tormenta, se animaron a meterse al mar.

Lautaro Martínez, el goleador de la Selección en la fase de grupos con cuatro tantos en tres partidos -una marca que ni siquiera Gabriel Batistuta pudo conseguir en Copas América-, se reencontró con su mujer Agustina Gandolfo en un departamento de Miami Beach. También estaban sus hijos Nina y Theo.

También será un domingo especial para Emiliano Dibu Martínez. El arquero de la Scaloneta, que acumuló ante Perú su valla invicta número 31 en 42 partidos con la Albiceleste y es el único de las 16 selecciones que no recibió goles en esta Copa América, celebra este domingo el cumpleaños número 3 de su hija Ava, aquella a la que no pudo hacerle upa hasta después de haber conseguido el título en Brasil 2021. El sábado, en el estadio Hard Rock, salió de la mano de Santi, que hace una semana cumplió 6 años.

Pero el tema de fondo, que valoran mucho los futbolistas, es que el cuerpo técnico permita estos momentos. Es común que reciban visitas en las concentraciones, con tantas horas ‘muertas’ entre prácticas y partidos. Quizás el pasado reciente como jugadores de Lionel Scaloni, Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala haya producido este cambio de hábito.

No se juzga si una forma está bien y la otra mal, sino que simplemente es diferente y llamativa, por este fútbol moderno que en su mayoría es de puertas herméticas y de cuidado intenso de la imagen.

Ya lo habían hecho durante la primera semana de preparación en Miami, antes del amistoso frente a Ecuador en Chicago. Se usó un esquema híbrido en el que los futbolistas no estaban obligados a dormir dentro del hotel de concentración. Agradecen estos momentos los integrantes de la Scaloneta, porque con una carga tan alta de presión e intensidad, funciona como cable a tierra e inflador anímico para el arranque de los cuartos de final. Este lunes, viajan a Houston para esperar el 4 de julio.