Boca se llevó una dura derrota del Superclásico en el Monumental a pesar de que River terminó aguantando el 2-1 gracias a las atajadas de Franco Armani. Fue un mal partido del equipo de Fernando Gago, que regaló un tiempo y no tuvo demasiadas ideas en el segundo. El más flojo del Xeneize fue el experimentadísimo Marcos Rojo, que fue amonestado en los primeros minutos y más tarde perdió la mayoría de los duelos. Entre muchos aplazos, el único que zafó fue Miguel Merentiel, quien metió el gol del empate parcial y preocupó con sus corridas a la defensa del Millonario.
A continuación, el boletín de calificaciones de Clarín.
En el primer tiempo, tuvo media docena de tapadas. Sin embargo, lo sorprendió el tiro libre de Mastantuono y reaccionó tarde después del rebote que dio en el gol de Driussi.
El peruano estuvo contenido, pasó muy poco al ataque y no pudo resolver los desbordes de Acuña. Perdió casi todos los duelos con el neuquino.
La pasó mal cuando lo encararon Colidio y Driussi. Le ganaron siempre de arriba y quedó pagando en el segundo gol de River.
Fue el último hombre. Cometió demasiadas faltas cerca del área. Entre ellas, la que derivó en el golazo de Mastantuono. En el gol de Driussi, lo sobró la pelota. Terminó reemplazado, al borde de la expulsión.
Muy permeable en el fondo. Recién levantó en el segundo tiempo, cuando se despegó del fondo y casi logra el empate en el final, con ese cabezazo que tapó Armani.
Aunque tuvo algunas dificultades en la marca, no solo lo desbordaron menos que a Advíncula; asistió a Merentiel y en el segundo tiempo, fue la vía de salida rápida, el más disruptivo en Boca.
Se liberó poco, perdió el medio y pocas veces pudo encajar en el circuito de juego. También fue amonestado y reemplazado a los 20 minutos del complemento.
Apurado en el primer tiempo, sufrió la presión de los volantes de River y nunca pudo ser salida. Mejoró en el complemento cuando articuló algunos pases profundos, pero no estuvo en su mejor nivel.
De los pocos que se animó a encarar y, en cuentagotas, pudo armar alguna sociedad con Blanco. Le faltó mayor convicción para buscar el remate de media distancia.
Nunca tomó la responsabilidad de conducir al equipo. En un esquema de cinco defensores, con los volantes imprecisos, tuvo que retroceder para tener la pelota. Apareció poco y nada.
Con espacios es letal. Tuvo una sola situación que resolvió con categoría. Se sintió incómodo entre los centrales, algo estático. Su mejor versión es cuando sale del área y lo hizo pocas veces.
Reemplazó Rojo y fue el momento en el que River bajó la intensidad en el ataque. Lo encararon poco. Y casi logra el empate en un tiro de esquina. Le pegó con la cadera y encontró una gran respuesta de Armani.
Fue punzante por la derecha, aun con desniveles. Tuvo una situación muy clara, mano a mano, pero resolvió mal. Remató violento y cruzado con todo el arco a su disposición. La pelota se perdió a centímetros del arco de Armani.
Entró a falta de tres minutos del final por Lautaro Blanco. Salvo una posible lesión del ex Rosario Central no se entiende qué buscó Gago al cambiar pieza por pieza.
El DT lo hizo ingresar por Milton Delgado ya en tiempo de descuento. No pudo influir en el juego.