Asoman 15 días cruciales para River y para Boca. Tanto los dirigidos por Diego Martínez como los comandados por Marcelo Gallardo se jugarán gran parte de la suerte de lo que resta del año en las próximas dos semanas. El Superclásico siempre funciona como un faro, pero los de Núñez disputarán en el medio el duelo ante Colo-Colo por cuartos de final de la Copa Libertadores, el gran sueño de la temporada. Lo de Boca y lo de Martínez es más día a día porque los resultados irán marcando la temperatura del ambiente. No es novedad: el entrenador, ya mirado de reojo por Juan Román Riquelme, definirá su futuro en los próximos juegos.

La llegada de Gallardo descomprimió la crisis futbolística de River, que durante el año no encontró el rumbo con Martín Demichelis en el banco. Es verdad que fue buena la fase de grupo de la Libertadores, pero Micho no les llegaba a los jugadores y tampoco lograba empatía con los hinchas. Arribó el Muñeco y se renovó la ilusión. Ese impulso alcanzó para superar a Talleres en los octavos de final. Pero la sensación es que River aún no tiene el ADN de los equipos de Gallardo. En búsqueda de lo perdido se diagramó una mini pretemporada durante el receso de la doble fecha Eliminatorias. Ahora, el equipo saltará este viernes al campo de juego para enfrentar a Atlético Tucumán y para empezar a regalar algunos síntomas de mejoría.

Los rivales exigirán a fondo a River, más allá de que la continuidad de Gallardo está garantizada. Pero perder contra Boca y quedar eliminado de la Libertadores sería un golpazo. Quedaría en evidencia el flaco año del conjunto de Núñez, que define en el Monumental la serie contra los chilenos.

Marcelo Gallardo.Marcelo Gallardo.

No ha encontrado ni el esquema ni los intérpretes Gallardo. En estos primeros juegos ha apostado por un dibujo táctico con mucha presencia de mediocampistas, dejando en soledad al colombiano Miguel Ángel Borja. Un dato: River, con el Muñeco, apenas anotó 5 goles en 6 partidos.

Además, el choque de esta noche contra los tucumanos y la visita a la Bombonera de la semana que viene marcarán el rumbo del equipo en el torneo local. Se sabe que a los equipos de Gallardo les cuesta prenderse en la competición doméstica, pero será la única vía de clasificación a la Libertadores de 2025, siempre y cuando no se quede con la edición actual.

En Boca los cuestionamientos se disparan para todos lados, aunque el más apuntado es el entrenador Martínez. Por algo el DT de 45 años se desahogó en el festejo del triunfo por penales contra Talleres en Copa Argentina. Ha ido de mayor a menor el rendimiento del equipo y eso sorprende. El inicio del ciclo de ex Huracán fue bueno: Boca se presentaba como un conjunto agresivo, ambicioso y protagonista en todas la canchas.

Es verdad que el plantel sufrió con las reiteradas lesiones de los máximos líderes, como Marcos Rojo y Edinson Cavani. Además, muy temprano en el semestre se comenzó hablar de las salidas de los juveniles de buen presente. Se habla de Ezequiel Fernández y de Cristian Medina. El primero ya se fue a Arabia Saudita y el segundo ya acordó todo para seguir su carrera en Turquía. Más: Pol Fernández avisó que no seguirá y Kevin Zenón está recibiendo sondeos de Europa. Entonces, Martínez tuvo que reconstruir el equipo a mitad de camino con la llegada de refuerzos que aún no se acomodaron al plantel y al país. Y en ese lapso quedó afuera de la Copa Sudamericana contra Cruzeiro de Brasil.

Diego Martínez, entrenador de Boca.Diego Martínez, entrenador de Boca.

Bajo esta coyuntura, visitar a Racing en el Cilindro y recibir al River de Gallardo funcionan como dos pruebas de fuego. ¿Resistiría el entrenador dos derrotas? Más: ¿alcanzarían las críticas a Riquelme y el resto de los dirigentes?

De suceder ambas caídas, a Boca y a Martínez le quedaría demasiado lejos el duelo por Copa Argentina ante Gimnasia, que se jugaría en Córdoba el miércoles 25.

Pero atención: Boca podría salir muy fortalecido en caso de que consiga buenos resultados en los clásicos. Las presuntas alegrías funcionarían como trampolín de cara a los últimos meses del año.

Un día en el fútbol argentino es una vida por la cantidad de cosas que pueden suceder. Por eso a River y a Boca se le vienen dos semanas determinantes para el futuro cercano y lejano. Así, el Superclásico de la Bombonera estará repleto de condimentos y de morbo.



Fuente Clarin

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