La Reserva de River vengó la derrota que sufrió la Primera en la Copa de la Liga hace casi dos meses en Córdoba y, en el RiverCamp de Ezeiza superó 1-0 a Boca con gol de Leandro Peña y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Proyección. Lo espera Defensa y Justicia, que el sábado venció a Racing.

Con la presencia de Martín Demichelis y Enzo Francescoli, en una de las tribunas del RiverCamp, donde solo pudieron ingresar las delegaciones de ambos clubes, familiares y allegados de los jugadores y prensa acreditada, River se dio el gusto de eliminar a su eterno rival. No le fue fácil, claro. En un encuentro durísimo, River salió a flote y se sobrepuso a las adversidades. Fue clave el penal que Santiago Beltrán le atajó a Mauricio Benítez.

A River le faltaron sus grandes talentos, Franco Mastantuono y Agustín Ruberto, quienes ya forman parte del plantel profesional. Ambos habían sido figuras en la goleada al Xeneize también en este escenario durante la fase regular. Pero sí contó con Ian Subiabre y Tobías Leiva, otros dos jugadores que también ya coquetean con Primera, aunque no pesaron en el encuentro.

Por su parte, a Boca, de los que estuvieron recientemente en Primera, no tuvo a Lautaro Di Lollo y a Milton Delgado, pero sí a Mauricio Benítez e Iker Zufiarre.

Leandro Peña y Nacho Rodríguez disputan el balón.
Foto: Marcelo CarrollLeandro Peña y Nacho Rodríguez disputan el balón.
Foto: Marcelo Carroll

Le costó a River imponer condiciones. Y eso que, tal vez por ser local, asumió el protagonismo al inicio, con el control de la pelota. Pero el arco defendido por Fernando Rodríguez le quedó lejos. Y salvo por las proyecciones de los laterales, sobre todo del derecho, Enzo Aguirre, careció de inventiva para generar chances de riesgo.

Boca, en cambio si bien se paró unos metros más atrás en el campo, pareció tener más claro su plan de juego, el cual consistía en acercar sus líneas, presionar alto cuando River salí jugando y no dejar ningún cabo suelto en el mediocampo. Tal es así que entre el centrodelantero, Nacho Rodríguez y los dos futbolistas que estaban detrás suyo, Payal y Zufiarre, se turnaban para tapar al volante central Millonario. Y cuando tenia la pelota, buscaba la explosión.

Leo Peña impacta la pelota que terminará abriendo el marcador.Leo Peña impacta la pelota que terminará abriendo el marcador.

En Boca se vio más ímpetu para disputar cada jugada y al momento de encarar, los futbolistas dirigidos por Mariano Herrón estaban más armados. Como sucedía con cada arranque de Zufiarre o cuando Payal se tiraba al medio y buscaba el espacio para patear. O cuando pasaba al ataque Isaías Rodríguez. De los pies del lateral izquierdo surgieron las llegadas más peligrosas. Primero con un centro que encontró solo a Nacho Rodríguez, que le dio de volea y se le fue apenas ancha la pelota. Y en la otra, con pared incluida, Isaías Rodríguez llegó a definir, la pelota se fue afuera pero Beltrán se lo llevó puesto y el árbitro cobró penal. El arquero de River se redimió y se lo atajó a Mauricio Benítez.

En el segundo tiempo, ya con las luces del predio encendidas porque al sol primaveral de Ezeiza lo taparon los nubarrones, River salió con otra determinación. Empezaron a jugar Lencina y Godoy. Este último, con la 10 en la espalda, originó la jugada previa al gol. Apiló rivales, tiró un caño y cuando entró al área le mandaron la pelota al córner. De ese tiro de esquina, y luego de un rebote, que le quedó a Leandro Peña, el capitán de River saco provecho y mandó la pelota a la red. Su hermano, Felipe Peña, quien volverá al club tras ser repescado de Lanús, miraba atentamente y gritaba el gol desde una tribuna.

Tras el gol, los roles se invirtieron. Boca se llenó de nervios, el mediocampo perdió el pulso y Mariano Herrón empezó a hacer cambios para buscar más presencia ofensiva. River, por su parte, se agrandó y empezó a disputar cada pelota como si fuera la última. Se agigantó la figura de Peña en el fondo, quien hasta que salió lesionado, sacó todo. Incluso salvó a Beltrán, al cubrir una pelota, luego de que el arquero calculara mal un pelotazo que le picó antes. Después sí el arquero sacó el enorme de Boca al desviar un bombazo de Julián Ceballos.

Marcelo Escudero, técnico de River, también empezó a hacer modificaciones pero para refrescar el equipo y acomodarlo para que no sufriera en los últimos minutos. Pero igual casi se lo empatan luego de una pelota parada. Felipe Álvarez la sacó milagrosamente en la línea. Pero todavía faltaba una más. Y Nacho Rodríguez se lo perdió de cabeza casi abajo del arco. Esa fue la última. Ahí sí se terminó el partido. Y River festejó en su otra casa, la de Ezeiza, donde el RiverCamp superó al Boca Predio.



Fuente Clarin

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