Los jóvenes pilotos argentinos siguen copando terreno en categorías internacionales del deporte motor. A poco del desembarco, con grandes resultados, de Franco Colapinto en la Fórmula 1, este miércoles el motociclismo albiceleste celebró su regreso a un campeonato mundial al confirmarse que Valentín Perrone dará el salto al Moto3. El Coyote, de solo 16 años, se sumará al equipo Red Bull KTM Tech3 para la temporada 2025 y dará el primer paso para cumplir su sueño de llegar a MotoGP, el nivel más importante del mundo de las dos ruedas.
Perrone viene de ser uno de los grandes protagonistas de la Red Bull MotoGP Rookies Cup, una competencia en la que los corredores suman experiencia en circuitos internacionales y se terminan de formar para poder correr luego en las principales categorías. En este 2024, el primero para él en esa copa de «novatos», ganó dos fechas -en Mugello y en Misano, sumó otros cuatro podios –Jerez, Assen, Aragón y Misano– y quedó tercero en el campeonato. Así llamó la atención de su nuevo equipo.
«Estamos orgullosos de anunciar el fichaje de Valentín. Lo he seguido de cerca durante todo el año, y me ha sorprendido su nivel y la progresión que ha hecho, luchando todas las carreras con los mejores pilotos», comentó Hervé Poncharal, director del Red Bull KTM Tech3.
«Pegar el salto a Moto3 es un sueño hecho realidad y estoy feliz de unirme a esta nueva familia. 2025 va a ser un año de mucho aprendizaje y estoy emocionado por arrancar este nuevo viaje», comentó Valentín.
Perrone volverá a llevar la bandera argentina a un campeonato mundial de motociclismo después de dos años. El último piloto nacional que había competido en ese nivel había sido Gabriel Castillo, nacido en Barcelona de un padre argentino exiliado en 1971. Corrió en Moto3 entre 2014 y 2021 y en 2022 se sumó al equipo Kalex de Moto2. Pero esa misma temporada, decidió retirarse con 25 años, tras replantearse el riesgo que corría su vida cada vez que salía a la pista.
Como Castillo, Perrone nació en Barcelona, ciudad en la que su papá Marcelo, un argentino que había emigrado a Europa en 2000, justo antes de la explosión de la crisis política y económica, conoció a su mamá Ruth, española.
Desde muy chiquito, Valentín mostró una gran pasión por las motos y sus padres siempre lo apoyaron. Cuando tenía apenas 3 años, su papá le compró una mini moto y le enseñó a manejarla.
«Íbamos a un estacionamiento viejo y me enseñaba a cómo acelerar, cómo frenar, todo. Mi familia siempre me acompañó. Especialmente mi papá, al que nunca le importó cuántas horas tenía que manejar en la camioneta por todo España para llevarme a una competencia o ir a verme y siempre me empujó para que vaya mejorando como piloto», contó en declaraciones publicadas en su perfil de la Rookie Cup.
A los cuatro años corrió su primera carrera y luego pasó un tiempo en la escuela de Chicho Lorenzo, padre de Jorge, tricampeón mundial de MotoGP, quien le dijo a su familia que Valentín tenía un talento especial. A Valentín lo apodan Coyote desde que era muy pequeño, aunque no se ha especificado públicamente el origen exacto del apelativo.
Para Valentín todo fue siempre a pulmón. Sin mucho presupuesto, hubo temporadas en las que no podía disputar todas las fechas porque no tenía plata para hacerlo. Pero con mucho sacrificio y el apoyo incondicional de su familia -que completa su hermana Inés, dos años menor que él- fue construyendo su carrera.
Tras pasar por varios niveles de Minimoto, otras categorías menores y la European Talent Cup, en la que compitieron pilotos como su ídolo Marc Márquez y Lorenzo, apuntó a meterse en la Rookie Cup.
En 2022 hizo por primera vez las pruebas para tratar de ganarse un lugar en ese campeonato, pero no lo logró. No se desanimó: agarró el chaleco que le habían dado durante esos tests, lo enmarcó y lo colgó en su habitación, para ver cada mañana al despertarse y motivarse para intentarlo una vez más. Probó otra vez el año pasado, fue el más rápido y quedó entre los 10 seleccionados para la competencia en 2024. Y su gran actuación en el campeonato que finalizó hace algunas semanas le terminó abriendo las puertas del mundial.
«Cuando desde Red Bull me dijeron que querían firmar contrato conmigo, se me puso la cara blanca. No tenía ofertas del mundial y al ver que un equipo así quería firmar conmigo, no lo podía creer. Porque no solo es un equipo del mundo, es uno de los mejores equipos», contó en una charla con el programa Corazón de Fórmula 1.
Y agregó: «Subir al Moto3 con 17 años (los cumplirá el 28 de diciembre) es una oportunidad muy grande y la quiero aprovechar».