Será una verdadera travesía. El debut de River en la Copa Libertadores previsto para el próximo martes ante Deportivo Táchira resulta incómodo. Y no se trata de que le llegue en el momento deportivo más sensible de la temporada (viene de perder dos partidos seguidos y dejar ante Huracán el invicto que arrastraba en la Copa de la Liga), sino de la logística para el viaje a Venezuela, que inició este domingo por la mañana.

El conjunto dirigido por Martín Demichelis afrontará su estreno en el máximo torneo continental de clubes el martes a las 21.30 en el estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo en San Cristóbal, la capital del estado Táchira, en el sudoeste de Venezuela. Será el primer partido del grupo H, que también integran Libertad de Asunción y Nacional de Montevideo (se enfrentarán el miércoles en la capital uruguaya).

Se sabe, el traslado de la delegación del Millonario a San Cristóbal no podrá hacerse íntegramente por avión y eso supone una complicación. ¿Por qué? Venezuela mantiene cerrado su espacio aéreo a cualquier aeronave que provenga o se dirija a la Argentina como consecuencia de la decisión del Gobierno encabezado por Javier Milei de entregar a Estados Unidos un Boeing 747 de la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), una corporación estatal venezolana, que había permanecido retenido en Ezeiza desde junio de 2022.

En febrero pasado, el juez federal Federico Villena autorizó el decomiso del Boeing y el Ministerio de Justicia dio el visto bueno para su traslado a Estados Unidos (donde fue desguazado), pese a que todavía estaba pendiente una audiencia de apelación. Debido a ello, el Gobierno venezolano impide el sobrevuelo de aeronaves argentinas hasta que el Estado nacional compense los daños generados por lo que describió como “un robo descarado”.

Por ello, River debió diseñar un viaje alternativo que le permita llegar hasta su destino y que implicará una primera parada en territorio de Colombia. El plantel se trasladará el domingo a la noche a Cúcuta, en la frontera colombovenezolana, y desde allí recorrerá en micro los 50 kilómetros por carretera que separan esa ciudad de San Cristóbal. El regreso será el miércoles a la mañana y el recorrido será idéntico y en sentido contrario.

Este será, por mucho, el viaje más largo que deberá realizar el equipo de Demichelis en la primera fase de la Libertadores. Su próxima excursión será el 24 de abril a Asunción, donde se medirá con Libertad, mientras que el 7 de mayo chocará con Nacional en el Gran Parque Central de Montevideo.

La llamativa ausencia en los convocados de River para el debut en la Libertadores

Demichelis definió una lista de buena fe con más de 45 jugadores. De allí surgieron los elegidos para este primer desplazamiento lejos de Núñez por el máximo objetivo deportivo del plantel, con el agregado que la final de la Libertadores se jugará en Buenos Aires y, probablemente, sea el estadio Monumental la sede del encuentro decisivo.

Pero dentro de la nómina para el viaje a Táchira, hubo una ausencia que llamó la atención entre los hinchas del Millonario. Se trata del juvenil Agustín Ruberto, quien volvió a quedar fuera de la nómina, al igual que había ocurrido para el duelo frente a Huracán del pasado viernes. Así, el delantero de 18 años se perderá su cuarto encuentro consecutivo y el colombiano Miguel Borja será el único centroatacante natural que tendrá a disposición el DT de River.

También están fuera Ramiro Funes Mori y Franco Mastantuono, aunque en estos casos el defensor arrastra una sinovitis en la rodilla y el talentoso mediocampista sufrió una distensión leve en el recto anterior de la pierna izquierda.



Fuente Clarin

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