Las charlas TED son un formato que inventó el arquitecto estadounidense Richard Saul Wurman en 1984 para fomentar el intercambio de ideas. Con los años, se convirtieron en marca registrada e incluso hay una edición local. El objetivo es el mismo: condensar en un puñado de minutos una (o algunas) ideas innovadoras que inspiren a la audiencia. Quien da una charla TED hizo algo importante o por su formación o experiencia de vida tiene algo para decir.

Hay algunas TED Talks muy famosas, como la como la del Simon Sinek sobre inspirar para la acción o la del educador británico Ken Robinson sobre cómo las escuelas limitan la creatividad, y muchas son usadas como ejemplos por coaches y en capacitaciones de gestión empresarial.

Después de lo que pasó este jueves a la noche en Houston, va siendo hora de que el Dibu Martínez dé su charla TED.

No hace falta hablar aquí del talento futbolístico de Emiliano Martínez y de lo que significa para la Scaloneta y la historia del fútbol argentino.

Lo que pasó con la clasificación a semifinales frente a Ecuador fue, también, otra cosa. Y deja muchas lecciones para aprender, a todos.

Con un equipo anímicamente liquidado, que sabe que jugó mal y se le escapó en el último minuto, después de que su capitán clavara en el travesaño el primer penal clave, el tipo mete una inyección anímica que literalmente baraja y da de nuevo.

En definitiva, solo hizo el trabajo que se espera de un arquero (atajar), pero lo hizo con seguridad y contundencia. Y en las manitos agitadas (comedido en el festejo del primero, después no se pudo contener y salió el bailecito) está la expresión de un liderazgo que, quién puede cuestionarlo, fue fundamental para levantar y enfocar a un equipo que otra vez fue por la heroica.

Se dice en el mundo del fútbol que los arqueros son un poco inconscientes. Lo del Dibu no fue inconsciencia: fue un manejo pleno no solo de sus emociones (tendrá el don de que las presiones saquen lo mejor de él), pero fue fundamentalmente autoconocimiento, de las propias condiciones, y por eso mismo, confianza. Lo que los psicólogos llaman autolegitimación: sabía que podía, y pudo.

Una lección extraordinaria en tiempos difíciles que cualquiera de nosotros puede aplicar en la vida cotidiana: creer en nuestras capacidades, cambiar el chip del «no» por el del «sí», hacer lo que nos toca de la mejor manera posible y confiar en que vamos a poder.

Eso nos enseñó el Dibu anoche, un libro completo de autoayuda en una definición por penales de nueve minutos. Y a tener en cuenta, como también dicen los psicólogos, que la autolegitimación –de quiénes somos, de qué logramos, de hasta dónde podemos dar– es la llave para ir por más.



Fuente Clarin

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