Marcos Rojo quedó en el ojo de la tormenta. Este miércoles decidió poner la cara para enfrentar las críticas por su expulsión infantil ante Platense y ratificar que continuará en Boca hasta cumplir su contrato, en diciembre de 2024. En ese contexto, reveló una inédita situación de enero pasado, cuando el mismísimo Lionel Messi lo llamó para convocarlo a sumarse al proyecto del Inter Miami de la MLS de Estados Unidos, y él decidió quedarse en el Xeneize tras charlar con el presidente Juan Román Riquelme.

«En enero me llamó Leo (Messi), que me dijo la chance de Inter. ¡Imaginate lo que representa eso para cualquier futbolista! Yo no estaba convencido de irme, me comuniqué con Román, le conté la situación y le dije que si me necesitaba acá estaba 100 x 100 convencido de seguir en Boca. Me queda este año y otro entero. Voy a tratar de mejorar y volver a mi nivel, me encanta defender la camiseta de Boca y jugar en La Bombonera, es la verdad. Espero que las buenas lleguen de nuevo», sostuvo en declaraciones a radio La Red.

La patada desde atrás sobre Mateo Pellegrino, el penal burdo que cometió pero no sancionó el árbitro Nicolás Ramírez ni el VAR y la segunda amarilla en apenas 36 minutos por un manotazo a Fernando Juárez lo pusieron en el centro de las críticas de los hinchas. El defensor reconoció que eligió recluirse en su familia y amigos, antes que mirar el celular y las redes sociales, donde se llegó a cuestionar acerca de su continuidad en el Xeneize.

«Lo acepté con mis compañeros, pedí disculpas, sé que fue un error enorme. Nos costaba salir de la cancha de Boca y que yo haga esa tontería… La primera amarilla fue totalmente innecesaria, fue un error enorme que a esta altura de mi carrera no me puede pasar, me fui expulsado a los 36 minutos y se complicó todo. Yo asumo toda la responsabilidad de la última derrota, pero quería salir a hablar porque se dicen muchas cosas, pero siempre tiro para adelante», explicó.

«Jamás lo hice y jamás haría expulsarme. Es estúpido pensar así. Es mi forma de jugar, soy impulsivo, pero no soy mala leche, jamás voy a ir a romper a un jugador. Hay mucha gente que habla, en los partidos grandes mucho más… En la previa del Superclásico dijeron toda la semana que me tenían que expulsar. Hasta el domingo tenía solo tres expulsiones en Boca», recordó.

El capitán de Boca, de 34 años, también contó cómo es su relación con Riquelme y el entrenador Diego Martínez. «Muy cómodo con Román, es una relación muy buena desde que llegué al club, siempre que nos vemos charlamos de fútbol y de la familia. Con el DT también muy bien, se dicen muchas tonterías, Diego es un gran entrenador, está trabajando mucho, tuvimos grandes momentos. Estamos conociéndonos», afirmó.

Foto: Alejandro PAGNI / AFPFoto: Alejandro PAGNI / AFP

Por último, Rojo se refirió a la situación puntual de Darío Benedetto, sin lugar en la consideración de Diego Martínez y con quien lo une una relación de amistad. El ‘Pipa’ recibió la reprimenda del DT de Boca cuando celebró su cumpleaños hasta altas horas de la madrugada y no se presentó en las mejores condiciones a un entrenamiento el día después.

«Tengo una gran relación, pegamos buena onda cuando nos conocimos en Boca, al cumpleaños fui con mi mujer, estaba lesionado y no tenía que entrenar con el grupo. Lo voy a bancar siempre y voy a tratar de ayudarlo para que él pueda dar su mejor versión. Es un gran profesional, este tiempo que no le tocó jugar se la bancó como un campeón, nunca hubo un problema con un compañero en este tiempo que podría estar caliente, no tengo nada para decir en contra de él ni de nadie», cerró.



Fuente Clarin

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