La Copa Argentina volvió a ser un dolor de cabeza para Racing. Se trata de un torneo ingrato, no sólo porque siempre le resultó esquivo, sino también porque se transformó en un verdadero «cuco» que le está haciendo sufrir las peores derrotas de su historia contemporánea.

Un nuevo papelón se sumó a la lista este jueves por la noche, cuando cayó 2-1 sobre la hora, con un jugador más, contra Talleres de Remedios de Escalada y fue nuevamente eliminado a manos de un equipo del ascenso, en una fase todavía prematura de la competencia federal como resultan ser los 16avos de final.

Para desgracia de la Academia, los tropiezos con equipos de inferior calibre en partidos mano a mano de Copa Argentina se están volviendo un fenómeno constante que preocupa: la derrota ante el Albirrojo significó la sexta vez que se despide del torneo cuando desde la previa tenía todos las fichas de favorito para avanzar de ronda. Y a la lista podría sumarse el caso de la derrota con Olimpo en 2017, año de su descenso.

La racha se dio en un total de 12 años, y la mitad más una de sus eliminaciones terminaron siendo cachetazos provenientes del Ascenso.

Esta vez fue contra un equipo que anda a los tropiezos e intenta escaparle a la zona roja del Nacional B, luego de ascender esta temporada. Pero los antecedentes no parecen causar jurisprudencia en la historia de Racing. Tampoco el cambio de entrenadores surte efecto, ya que cinco técnicos son los que integran esta seguidilla.

De todas las ediciones disputadas de Copa Argentina en este siglo, los de Avellaneda llegaron solamente una vez a la final. Fue en 2012, en la primera de ellas, cuando perdió contra Boca. A partir de ese entonces, comenzaría a despedirse cada vez más temprano de la competencia: en seis ocasiones no superó la brecha de los 16avos de final, sumando en cada una un nuevo antecedente de golpes durísimos para la historia racinguista.

Talleres (Rde) festeja un triunfo histórico. Foto: Fotobaires. Talleres (Rde) festeja un triunfo histórico. Foto: Fotobaires.

En 2013 fue cuando comenzó a escribirse este fenómeno: en su presentación, cayó 0-1 contra Tristán Suárez, por los 16avos de final. Y en 2014 volvió a suceder. El Argentinos Juniors de Juan Román Riquelme, que posteriormente conseguiría el ascenso a Primera, venció a Racing en cuartos de final por el mismo resultado, con un golazo de tiro libre del ídolo de Boca. Meses después, el equipo de Diego Cocca se consagraría campeón de la Primera División.

Aquellas dos heridas volverían a abrirse tiempo después. En la edición de 2017, Racing quedó eliminado contra un equipo de inferior jerarquía. Olimpo de Bahía Blanca, que ese año descendería a la B Nacional, le ganó 4-2 en la cancha de Banfield.

Lo más fuerte de aquel partido fue que la Academia llegó al entretiempo ganando 2-0. Sí, al equipo dirigido por Diego Cocca se lo dieron vuelta en un aluvión contra todo pronóstico y dijo adiós nuevamente en 16avos de final.

A partir de aquella eliminación, las duelos contra equipos del ascenso empezó a ser un verdadero karma para Racing. A la siguiente edición, en 2018, perdió en su debut 1-0 contra Sarmiento de Resistencia, equipo perteneciente al Federal A, por la instancia de 32avos. El entrenador ya era Eduardo Chacho Coudet, quien tampoco pudo con los antecedentes académicos más allá de contar con figuras como Lautaro Martínez en cancha.

«Le tenemos que pedir perdón a la gente de Racing. Tiramos seis meses a la mierda«, declaró en aquel entonces el entrenador. Lejos estaba de imaginar que todo volvería a repetirse el año próximo. En 2019, otra vez en su debut, una Academia que venía de salir cómodamente campeón del fútbol argentino no pudo salir del empate en cero con Boca Unidos de Corrientes, también del Federal A, y terminó quedando eliminado por penales.

Sin embargo, la derrota más sorpresiva ocurrió en 2022. Con Fernando Gago en el banco de suplentes, todo parecía indicar que el cruce ante Agropecuario no traería problemas. Menos aún cuando el conjunto de Carlos Casares llevaba escrito en su camiseta la leyenda «Gracias papá por hacerme hincha de Racing». Es que el fundador del club, Bernardo Grobocopatel, es fanático de la Academia y quería rendir un homenaje a lo que representaba el partido más importante de su vida.

Así fue como un propio hincha de la Academia se vistió de verdugo al dejarlo afuera por 2-1, otra vez en la instancia de 16avos de final. En esta ocasión, Racing nuevamente había comenzado ganando el encuentro y se lo dieron vuelta en una ráfaga de dos minutos.

En 2024, la historia volvió a repetirse para que el fenómeno siga creciendo. Diogo Guzmán, un pibe de 18 años que hizo este jueves su debut en la red, fue quien empujó la pelota abajo del arco para sentenciar el encuentro en el minuto 94 en una noche que nunca olvidará. Tampoco será fácil para los hinchas de Racing quitársela de la memoria.

De yapa, el chiquito habilidoso de Escalada, de paso irregular por el Nacional B al estar a tres puntos de jugar el repechaje por el descenso, permitió que el club vuelva a vencer a un grande después de 87 años (1937 a San Lorenzo).

«Es un golpe duro; jugamos mal y nos duele a todos«, remarcó Gustavo Costas, consciente de que volvió a escribirse un nuevo capítulo de esta trunca historia de Racing contra equipos del ascenso. El costo de la eliminación se acrecienta cuando hace tres semanas que el equipo no logró clasificarse a los cuartos de final de la Copa de la Liga. «Hay que hablar y levantarse», cerró.





Fuente Clarin

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