Independiente Rivadavia e Independiente se vieron las caras en Mendoza, por la octava fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Sin embargo, más allá de lo que sucedió dentro del campo de juego, el partido tuvo un condimento extra: la presencia de Marcelo Gallardo en el estadio Bautista Gargantini de la capital provincial.
Gallardo, que terminó en forma abrupta y de muy mala manera su paso por el Al Ittihad de la millonaria liga de Arabia Saudita, protagoniza de esta manera su inesperada reaparición en el fútbol argentino. Aunque tiene una explicación: Nahuel, uno de sus hijos, está en el banco de suplentes del equipo dirigido por Martín Cicotello a la espera de su oportunidad. Una cuestión familiar, claro.
La presencia del Muñeco, sin embargo, llamó la atención de los hinchas de la Lepra en una provincia en la que, se sabe, hay mucha tradición riverplatense. «Muñeco, Muñeco… Volvé, Muñeco», le gritó un fanático local que seguramente lo quiere de regreso en el club de Núñez.
Gallardo, con anteojos negros, gorra blanca y una campera colgada del brazo izquierdo, sólo atinó a reírse con complicidad. Sabe, no obstante, que su nombre empezó a sonar fuerte otra vez en el Monumental en medio de los rumores, cada vez más intensos, que ponen en duda la continuidad de Martín Demichelis en el Millonario.