Estudiantes de La Plata emitió este sábado un comunicado que llevó tranquilidad y esperanza a los simpatizantes del Pincha y a la fanáticos del fútbol argentino en general: Javier Altamirano, el volante chileno que se desplomó en pleno partido ante Boca, se recupera en el Instituto Fleni y abandonará la terapia intensiva para seguir su tratamiento en una habitación común.

Altamirano se desvaneció a los 27 minutos del primer tiempo en el encuentro entre Estudiantes y Boca, el pasado domingo, en La Plata, por un partido válido por la fecha 11 de la Copa de la Liga Profesional. El jugador chileno empezó a convulsionar ante la desesperación de sus compañeros y colegas.

El futbolista chileno fue atendido en pleno campo de juego por los médicos de Estudiantes y de Boca, y fue trasladado casi inmediatamente en ambulancia al l Instituto Médico Platense, donde permaneció internado en terapia intensiva hasta el miércoles, cuando fue derivado al Instituto Fleni, en el barrio porteño de Belgrano.

El parte inicial del club indicaba que Altamirano había sufrido una trombosis del seno longitudinal superior del cerebro. Clarín consultó con el doctor Facundo Rodríguez, casualmente neurocirujano del Fleni, quien explicó a patología.

«La trombosis es básicamente una oclusión en el seno debido a un trombo. Así como un infarto en el corazón se genera cuando se obstruye una arteria, acá lo que le pasó a Altamirano es que el seno longitudinal superior sufrió una obstrucción», graficó el neurocirujano en una extensa explicación.

Según había detallado el diario El Día de La Plata, Altamirano estuvo despierto desde la noche del domingo y de buen ánimo, tras recibir el acompañamiento de su familia. Su esposa, embarazada, debió ser atendida el mismo domingo por una crisis de nervios y su mamá viajó en forma urgente desde Chile durante el martes. A seis días del episodio que paralizó de miedo al fútbol argentino, llegan noticias de alivio y esperanzadoras para el futbolista chileno y su entorno.





Fuente Clarin

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