No hay vuelta atrás. Y habrá segunda vuelta. Sí, Marcelo Gallardo será nuevamente técnico de River. Un año, ocho meses y 21 días después de dirigir su último partido (un amistoso ante Betis de España en Mendoza, el 13 de noviembre de 2022), el Muñeco se bajará de la estatua y volverá a ponerse el saco para intentar enderezar el rumbo futbolístico de River e ir por más gloria.

Gallardo quedará al mando del plantel y tendrá su primera práctica el lunes, tras el encuentro del domingo en Santa Fe (el cual será dirigido por Marcelo Escudero, DT de la Reserva), donde River visitará a Unión por la fecha 9 de la Liga Profesional, y el estreno será frente a Huracán el sábado 10 de agosto a las 18.30 en el Monumental.

El regreso se selló tras charlas y reuniones entre el presidente del club, Jorge Brito y Gallardo. Mano a mano entre ellos. Arrancó con un llamado telefónico el domingo a la noche y siguió el lunes con un encuentro cara a cara luego de que el entrenador volvió de Mendoza, donde había ido a ver su hijo Nahuel, junto a su mujer Geraldine y a su heredero más pequeño, Benjamín. Los diálogos continuaron el martes y miércoles.

Gallardo vuelve a River. EFE/ Diego Haliasz ARCHIVOGallardo vuelve a River. EFE/ Diego Haliasz ARCHIVO

Si bien Gallardo debutará en un partido del torneo local, la Copa Libertadores será la obsesión. El Muñeco apuntará todos los cañones a tratar de volver a conquistar América, como lo hizo en 2015 y 2018. Y rápidamente tendrá que afrontar un mano a mano, esos que tanto le gustan y en los que tan bien le fue en su primer ciclo.

Cuatro días (el 14 de agosto) después del estreno de su segundo ciclo, con toda la carga emotiva a cuestas que habrá en el Monumental, Gallardo dirigirá a River ante Talleres en Córdoba por el encuentro de ida de los octavos de final del máximo torneo continental. Y el 21 será la vuelta en Núñez.

Al Muñeco lo separan siete partidos de poder abrazar nuevamente la Libertadores. Es su Mundial.

Fiel a su estilo, arriesga y pone mucho en juego, más allá de que nada cambiará su primera etapa repleta de éxitos (14 títulos, 7 nacionales y 7 internacionales, entre ellos dos Libertadores). Tendrá por delante esos desafíos que tanto le fascinan. Con la presión al máximo.

Para terminar de ordenar y diagramar el trabajo, se acordó que Marcelo Escudero, técnico de la Reserva, dirija el domingo ante Unión en Santa Fe. Y ya el lunes, con el plantel en Buenos Aires, el Muñeco se hará cargo nuevamente en el RiverCamp, el predio del que hizo no solo el lugar de entrenamiento, sino también su oficina y hasta se segunda casa. Antes, será presentado en el Monumental y firmará el contrato que se extenderá hasta diciembre de 2025, es decir al final del mandato de Brito.

La estatua de Gallardo en el Monumental. (AFP)La estatua de Gallardo en el Monumental. (AFP)

El lunes será 5 de agosto. Y es una fecha especial. Ese día, pero 9 años atrás, Gallardo logró su primera Libertadores con River. Fue a poco más de un año de haber asumido como DT de River y tras haber ganado la Copa Sudamericana y la Recopa.

A su vez, aquel título será muy recordado porque cortó una sequía de 19 años sin que la Libertadores se quedara en Udaondo y Figueroa Alcorta. Lo que Gallardo había vivido como jugador en 1996 pasaba a sentirlo como técnico, pero ahora con más protagonismo, siendo el padre de la criatura.

Aquella Copa, además, será muy recordada por situaciones puntuales, desde el drama al goce. Primero, con el sufrimiento para pasar la primera ronda y la ayuda que River necesitó de Tigres de México, casualmente luego rival en la final, para que le ganara a Juan Aurich en Perú, en la última jornada de la fase de grupos, en la que el conjunto del Muñeco goleó 3-0 a San José Oruro de Bolivia en el Monumental. Y después…

“Ahora que toque el que tenga que tocar”, dijo Gallardo y aquella frase todavía resuena en las paredes del Monumental. Se venía Boca. Y, al igual que había pasado en las semifinales de la Copa Sudamericana seis meses antes, River volvería a dejarlo afuera. No sin antes padecer un hecho brutal.

Es que tras el 1-0 en la ida en Núñez con gol de penal de Carlos Sánchez, y de ir igualando en cero en la primera mitad en la Bombonera, los futbolistas de la banda roja sufrieron un cobarde ataque con gas pimienta que hinchas de Boca (con el Panadero Adrián Napolitano a la cabeza) y el partido se suspendió. Luego, Boca fue descalificado y River avanzó a los cuartos de final.

En esa instancia, se topó con su Bestia Negra internacional: Cruzeiro. Pero, tras perder 1 a 0 la ida en el Monumental, levantó un histórico pagaré en Belo Horizonte con un 3-0 de lujo. Ya en las semifinales dejó en el camino a Guaraní de Paraguay y luego vapuleó a Tigres, tras igualar 0-0 en México y golear 3-0 de local en la lluviosa noche del 5 de agosto de 2015.

Gallardo vuelve después de casi dos años. Y nunca estuvo más de cuatro afuera de River desde su llegada al club en 1988, con edad de Infantiles. Como futbolista se fue en 1999 y volvió en 2003; en 2006 y retornó en 2009 y la última en 2010, para volver como técnico en 2014.

“Mi vínculo no es de un año de contrato, dos, tres u ocho. Mi vínculo con River es de toda la vida. Gracias por brindarme su corazón, los voy a extrañar mucho. Gracias de verdad, los quiero y ya nos volveremos a ver en algún momento de esta vida”, había dicho Gallardo en su despedida del Monumental.

Ese momento llegó. Más rápido de lo pensado. Serán 631 días después desde que se fue. Y ya vuelve. Para reafirmar que, para él, River es su vida.



Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *