No por trillados, insistentes y machacados, los refranes dejan de utilizarse en el habla cotidiana. Hay uno, tan poco sostenible como el resto, que asegura que el tren pasa solo una vez. Gustavo Lemos puede retrucar con hechos que eso no siempre es así. El tresarroyense tendrá este sábado su segunda gran oportunidad de posicionarse en la puerta de una chance mundialista, cuando enfrente al estadounidense Richardson Hitchins en Las Vegas en un duelo por el número uno del ranking superligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). La cartelera será transmitida desde las 21 por ESPN 2.

Con sus 29 victorias consecutivas y sus 19 definiciones categóricas a cuestas, Lemos aterrizó el lunes en la Ciudad del Pecado para hacer su primera presentación en el exterior. En el Bleaulive Theater del Hotel Fontainebleau medirá fuerzas con el también invicto Hitchins, quien ganó sus 17 pleitos (7 antes del límite). El vencedor se transformará en el rival mandatorio del monarca de las 140 libras de la FIB, el puertorriqueño Subriel Matías, el caballo negro de esta división, quien el 15 de junio expondrá su corona ante el australiano Liam Paro.

El Eléctrico, nacido hace 26 años en el barrio Ruta 3 Sur de Tres Arroyos y otrora trabajador de la construcción, ya estuvo a medio paso de un combate por un título del organismo con sede en Nueva Jersey. En marzo de 2022, tras noquear al veterano galés Lee Selby en el Luna Park, adquirió la condición de aspirante número uno a la corona de peso ligero, que en ese momento estaba en poder del australiano George Kambosos. Pero ese pleito se postergó porque el oceánico había pactado un duelo de unificación con el estadounidense Devin Haney y así el bonaerense entró en una pausa de 21 meses en la que afloraron situaciones sumamente inconvenientes.

En julio de 2022 fue aprehendido por personal de la Policía bonaerense por resistencia a la autoridad tras un incidente callejero en el centro de su ciudad natal. Luego sufrió una lesión en una de sus manos que le impidió golpear normalmente durante casi un semestre. Cuando su regreso parecía un hecho, ya instalado en la división superligero, excedió por cuatro kilos el límite de la categoría (63,500 kilos) en el pesaje para un combate ante el cordobés Javier Clavero, previsto para el 18 de agosto de 2023 en el Luna Park. Aquella pelea se canceló y, unos días después, la FIB lo excluyó de su ranking.

La reaparición de Tito recién se produjo el pasado 15 de diciembre, tras 629 días de parate indeseado. Esa noche, sobre el cuadrilátero montado en el coliseo de Corrientes y Bouchard, trabajó apenas 40 segundos para noquear a Clavero. Un par de semanas después, la FIB lo restableció en su escalafón: lo ubicó octavo entre los superligeros. En febrero lo ascendió al séptimo escalón. Desde esa posición desafiará a Hitchins.

Gustavo Lemos noqueó a Javier Clavero en diciembre en el Luna Park. Foto: Boxeo de Primera.Gustavo Lemos noqueó a Javier Clavero en diciembre en el Luna Park. Foto: Boxeo de Primera.

“Esta pelea es una motivación y una alegría grande. La estábamos buscando hacía mucho. Estoy contento de poder pelear en Las Vegas y me tengo toda la fe”, sostuvo Lemos en diálogo con Planeta Boxing Radio desde Estados Unidos, adonde viajó junto a Pedro Alem, su padre y entrenador; Aníbal Amarilla, su segundo; y Sebastián Rivero, su promotor.

El argentino, un pegador pertinaz, que va constantemente al frente y lanza golpes desde todos los ángulos, deberá sacar provecho de su potencia ante un rival escurridizo, dueño de una buena defensa, mucho más alto y con más alcance que él. “Es más que seguro que Hitchins va a correr. Estamos preparados para hacer una buena pelea y espero que la gente se vaya contenta con un gran espectáculo mío”, se ilusionó el tresarroyense.

Gustavo Lemos, sonriente en Las Vegas junto a su entrenador, Pedro Alem, y su segundo, Aníbal Amarilla. Foto: OR Promotions.Gustavo Lemos, sonriente en Las Vegas junto a su entrenador, Pedro Alem, y su segundo, Aníbal Amarilla. Foto: OR Promotions.

Para Hitchins, de 26 años, esta también será la contienda más importante de su carrera profesional, que comenzó en marzo de 2017, después de haber representado a Haití en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 (sus padres son haitianos), pero que cobró impulso a partir de que firmó contrato en septiembre de 2022 con Matchroom Boxing, una de las promotoras más importantes del planeta y la organizadora de la velada del sábado.

El púgil nacido en Brooklyn edificó un recorrido ascendente que incluye victorias, entre otros, ante dos exretadores mundialistas, el californiano José Chon Zepeda y el dominicano Argenis Méndez, dos hombres con mucho colmillo y muchas horas sobre el ensogado. Hitchins arriba a este compromiso bien conceptuado por varios organismos y en posición expectante: está tercero en el escalafón de la FIB y en el de la Organización Mundial de Boxeo, y segundo en el del Consejo Mundial de Boxeo (además lo reconoce como campeón plata).

Al igual que Lemos, el estadounidense desborda optimismo (y algo de pedantería). “Hay niveles en esto. Cuando entre ahí, él se va a dar cuenta de que estará frente a peleador de un calibre totalmente diferente. No respeto su historial, no respeto a quienes lo enfrentaron, no respeto nada de lo que hizo en el boxeo. Así que tengo que demostrarle que esta pelea está fuera de su nivel”, desafió el local, quien reconoció que su estilo podía resultar aburrido para algunos espectadores. “Pero también soy un boxeador que podría hacer una pelea perfecta sin que me cayera siquiera un guante encima. Mi lema es golpear y que no me golpeen”, explicó.

En su última presentación, Richardson Hitchins venció al exretador mundialista José Zepeda. Foto: Instagram @richardsonhitchins.En su última presentación, Richardson Hitchins venció al exretador mundialista José Zepeda. Foto: Instagram @richardsonhitchins.

Si bien Hitchins y Lemos ocupan el tercero y el séptimo lugar del ranking de las 140 libras de la FIB, un combo de situaciones les despejó el camino hacia el primer escalón, que hoy está vacante (al igual que el segundo). El cuarto en el escalafón, el inglés Jack Catterall, tiene pactada para el 25 de mayo una esperadísima y varias veces postergada revancha ante el escocés Josh Taylor. El quinto, el estadounidense Regis Prograis, perdió la corona del Consejo Mundial de Boxeo hace menos de cuatro meses ante su compatriota Devin Haney. Y el sexto, el australiano Liam Paro, retará a Subriel Matías en junio. Por ello, el pleito de este sábado ofrece un premio grande

De todos modos, poseer el número uno no necesariamente acarreará una chance mundialista inmediata. Porque si sale airoso de su combate ante Paro, Matías, el hombre más eludido de esta categoría, podría medirse con Devin Haney, si el campeón del CMB bate, como todo hace suponer, a Ryan García dentro de dos semanas en Brooklyn. De hecho, el estadounidense ya manifestó su deseo de unificar las cuatro fajas de esta división y su voluntad de enfrentar en su próximo compromiso al boricua. Los otros monarcas de las 140 libras son Teófimo López (OMB) y el mexicano Isaac Pitbull Cruz, quien el sábado pasado le arrebató la faja de la AMB a Rolando Romero.



Fuente Clarin

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