La Selección Argentina comienza a ultimar los detalles de cara a la Copa América, que comenzará el jueves 20 de junio. Pero antes se vienen los dos amistosos, contra Ecuador en Chicago y frente a Guatemala en Washington DC, que servirán para que Lionel Scaloni y su cuerpo técnico terminen de definir la lista de 26 jugadores que procurará defender el título ganado hace tres años en el Maracaná. Por ahora, el entrenador trabaja con 30 jugadores. Son 29 que pelearán por meterse en la nómina definitiva y uno que está cumpliendo un sueño que jamás olvidará.

El protagonista de esta historia es Mateo Morro, arquero de las inferiores de Independiente, que es el único sparring que llevó el creador de la Scaloneta a Norteamérica. Si bien el juvenil, de apenas 18 años, ya había estado en la gira por Asia que realizó el año pasado el equipo nacional -los partidos contra Australia e Indonesia-, esta nueva convocatoria ratifica la confianza de Scaloni en él.

Lo concreto es que mientras en el Rojo de Avellaneda continúan en la búsqueda de un entrenador para reemplazar a Carlos Tevez, una de las joyas surgidas de la cantera está dando pasos agigantados. Morro será el cuarto elemento entre los arqueros de la Selección. Y además tiene la tranquilidad de que no será «cortado» por Scaloni, ya que continuará trabajando a lo largo de toda la competencia.

Es que Morro es el «heredero» de Federico Gomes Gerth, quien cumplió ese mismo rol antes y durante Qatar 2022. El categoría 2005 se moverá a la par de Emiliano Martínez, Gerónimo Rulli y Franco Armani. Se trata de una modalidad implementada por el entrenador de arqueros de la Selección, quien trabaja por parejas en los movimientos específicos del puesto, al tiempo que contempla la posibilidad dde que se lleve adelante un entrenamiento reducido con los jugadores distribuidos en cuatro equipos.

Mateo Morro atajándole un remate a Lionel Messi. Foto: @mateomorro.1 en InstagramMateo Morro atajándole un remate a Lionel Messi. Foto: @mateomorro.1 en Instagram

Quién es Mateo Morro

El joven arquero, nacido en Wilde, realizó sus primeros pasos en el mundo del fútbol en un club de barrio llamado Wilcoop. Rápidamente fue visto por los encargados de captación de Independiente y se lo llevaron a la institución de Avellaneda. Morro cuenta con una gran ventaja y es que toda la vida vivió muy cerca del predio que tiene el Rey de Copas en Villa Domínico, por lo que todavía vive con sus padres, en la misma casa de siempre.

Mateo Morro, arquero de las inferiores de Independiente. Foto: @mateomorro.1 en InstagramMateo Morro, arquero de las inferiores de Independiente. Foto: @mateomorro.1 en Instagram

Mateo pasó de Quinta División a Primera sin escalas. Después de que fuera citado por Scaloni en dos ocasiones, a pesar de que todavía estaba en inferiores. Tevez decidió sumarlo a principios de este año a la pretemporada del Rojo para que fuera parte del plantel y comenzara a tener roce con los profesionales. Damian Albil, entrenador de arqueros de Argentina en el Mundial de Qatar 2022, lo describió: «Es un chico receptivo que tiene muchas ganas de mejorar».

Además, el juvenil firmó su primer contrato profesional con Independiente por tres años y con opción a extenderlo por uno más. En base a eso, Morro declaró: «Estoy en el club desde el 2013, Independiente es mi segunda casa. Me formé tanto como jugador y como persona. Independiente es mi vida entera, soy hincha desde que nací«.

En cuanto a la citación por parte del director técnico campeón del mundo, entre emociones, Morro abrió su corazón: «El llamado a la Selección fue algo inesperado, pero muy lindo. Quiero disfrutar de todo, es una experiencia muy linda. Quiero aprender de los que están ahí».

Cómo comenzó a atajar Mateo Morro

Mateo Morro, juvenil de Independiente. Foto: @mateomorro.1 en InstagramMateo Morro, juvenil de Independiente. Foto: @mateomorro.1 en Instagram

Las vueltas de la vida acercaron a Morro al arco. Su hermano brindó detalles de los primeros pasos en el fútbol y contó: «De muy chiquito venía al club y jugaba pero no se integraba mucho. Parecía que no le gustaba el fútbol, le gustaban más los autos, otras cosas. Él jugaba para una categoría más grande porque la de él todavía no estaba. Hasta se dormía en el banco de suplentes».

Luego, su hermano siguió recordando sus comienzos en el baby fútbol y detalló: «Nos faltaba un arquero y lo mandé al arco. Él quería atajar, se tiraba, pero técnicamente empezó solo, innato, una locura tremenda verlo atajar. Todos se reían porque era un show, como ahora que en la cancha habla, pero ya lo hacía en ese momento. No era normal que un chico hablara tanto y él no paraba».



Fuente Clarin

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