El experimentado defensor de River Leandro González Pirez, que fue titular en la derrota de su equipo por 1 a 0 ante Argentinos Juniors en La Paternal, se había quejado por el estado del césped del Diego Armando Maradona y también había criticado el planteo del equipo de Pablo Guede y el arbitraje Leandro Rey Hilfer.
Llamó la atención la nula autocrítica de González Pirez, que evitó hablar del bajo nivel exhibido por el conjunto dirigido por Martín Demichelis, quien completó una semana fatídica que tuvo como golpe inicial la eliminación a manos de Temperley en la Copa Argentina.
Las declaraciones del ex Atlanta United, de 32 años, cayeron mal en La Paternal. Tanto fue así que este domingo le respondieron con ironías desde las redes oficiales del club.
Primero mostraron el video de la conquista de Alan Lescano, quien marcó la diferencia, a la postre definitiva, en el duelo válido por tercera fecha de la Liga Profesional.
«Golazo por arriba de Alan, porque abajo estaba seco el césped«. Al lado, un puño y un fueguito.
Después, postearon una foto del festejo de Lescano. Detrás asoma la imagen de un González Pirez abatido. «Golpe de knockout», se jactaron.
¿Qué había dicho González Pirez?
«En definitiva, tuvieron la jugada del gol, fue un partido trabado, en donde por ahí ellos encontraban ese gol y nada más», analizó el zaguero en declaraciones a los periodistas de la transmisión apenas finalizado el encuentro en La Paternal.
«El resultado podría haber sido un empate tranquilamente. Son canchas difíciles, son canchas chicas, en donde el pasto está seco, en donde se hace difícil jugar», retrucó.
González Pirez no hizo más que mostrar su enojo. Pero equivocó al enemigo. «Sí, lógico, sí, sí, estoy caliente. Uno se va con un sabor amargo. Ellos no quieren jugar al fútbol y los árbitros prefieren sacarse la responsabilidad de encima. Después, podés ganar o perder y eso va más allá, pero me parece que cuando no dejan jugar es lo que más bronca te da».
Y pese a que River cometió 27 faltas y Argentinos hizo 12, Pirez insistió en responsabilizar al rival y a Rey Hilfer por el poco ritmo que tuvo el partido. «Los árbitros tampoco colaboran mucho para que el juego sea fluido, se hace todo muy cortado, es algo que a nosotros nos perjudica un montón», cerró.