Con los más de 35 grados y el VAR como aliados, la Colombia de Néstor Lorenzo cocinó a la Selección Argentina en Barranquilla. En un cruce durísimo, los campeones del mundo padecieron el clima hostil mucho más que su rival, que lo superó 2-1 con un penal muy polémico que el árbitro cobró luego de revisar la jugada en el monitor. Más allá de todo, la Scaloneta sin Lionel Messi intentó hasta el final y pudo haberlo empatado. Se volvió con la segunda derrota en estas Eliminatorias aunque conservando el primer puesto. Colombia metió un triunfo histórico aquí ante la Albiceleste después de 31 años y sigue invicta.

Apenas habían pasado 10 minutos cuando Cristian Romero aprovechó un parate breve para acercarse al banco a buscar agua como si estuviera en pleno desierto. Cada corte en el juego por una infracción era la oportunidad de hidratarse y buscar un poco de alivio en medio del hervidero que era el Estadio Metropolitano Roberto Menéndez, que tuvo un 75 por ciento de aforo por una sanción de Conmebol, tal como le pasó al Monumental el pasado jueves contra Chile. En 20 minutos, Lautaro Martínez ta había pasado por el banco cuatro veces a refrescarse.

La temperatura fue un jugador en contra más para la Argentina, que se vio visiblemente afectada por la sofocante atmósfera instalada sobre el campo de juego, una especial de olla a presión en donde el aire no circulaba y el sol pegaba sin piedad sobre la piel cuando se escapaba de las nubes. Una lluvia intensa pero fugaz cayó un rato antes del partido. ¡Qué alivio! Nada de eso. Cuando dejó de caer la última gota y el febo volvió a asomar, la asfixiante humedad brotó desde abajo y el clima empeoró.

La Selección lo sintió más que su rival. Colombia pareció de entrada nomás jugar más suelta, presionando alto la salida albiceleste. Igualmente, el visitante tuvo las primeras claras forzar errores defensivos que por muy poco no terminaron con la pelota dentro de la red. No le sacó jugo a esas situaciones el equipo argentino y los de Néstor Lorenzo, siempre apegados a su plan de jugar vertical para aprovechar sobre todo la velocidad de Luiz Díaz, dieron el golpe.

Un corner jugado en corto entre James Rodríguez y Jhon Arias terminó con el envío del ’10’ colombiano de zurda y el cabezazo ganador de Yerson Mosquera, que se elevó en el área chica tras escaparse de Lisandro Martínez. ¿Pudo haber hecho algo más Emiliano Martínez? El Dibu dudó y no salió a cortar…

Cada vez que el sol se ocultaba daba un respiro sobre un césped un tanto largo y maltrecho en varias zonas. Así y todo, la Argentina mantuvo su postura y fue a buscar la igualdad, que mereció antes del descanso, pero que consiguió a los 2 minutos del complemento gracias a una corrida de Nicolás González. El flamante refuerzo de Juventus había estado en duda hasta último momento por un golpe que arrastraba en un tobillo, pero Scaloni lo puso sobre la banda izquierda y por allí doblegó a Mosquera.

En ese instante, en el mejor momento de la Selección, cuando dominaba los tiempos de la tarde, el VAR metió la cola. Lo llamaron al árbitro chileno Piero Maza para que revisara una posible falta de Nicolás Otamendi sobre Daniel Muñoz, que no pareció existir. El juez lo cobró igual y James no pedonó al Dibu, muy silbado e insultado por los fanáticos locales durante todo el encuentro.

Desde ahí, el trámite se partió. Colombia estuvo tan cerca de liquidarlo como la Argentina de empatarlo. Pero ninguno estuvo fino dentro del área de enfrente. Le faltó pegarle más al arco a Lautaro Martínez cuando tuvo campo disponible. Y Jhon Durán se lo perdió por su parte de frente al arco.



Fuente Clarin

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