El día “G” quedó atrás. Marcelo Gallardo volvió a River, fluyó la emoción en la tribuna, pero ya es tiempo de pensar en Talleres. El empate ante Huracán dejó la conclusión de que deberá afinar el trabajo para volver a darle al equipo la impronta que lo impulsó a ganar todo. Y mientras el domingo se confirmó la llegada de Fabricio Bustos, el Muñeco está evaluando quiénes serán de la partida en Córdoba porque el debut entregó un saldo negativo de lesionados.

Claudio Echeverri, sin ir más lejos, tuvo que abandonar el partido en el entretiempo. El Diablito, autor del gol de River, no salió a la cancha en el complemento y fue reemplazado por Manuel Lanzini. Justo en el regreso al equipo tras su participación en los Juegos Olímpicos y en la previa del choque más importante por los octavos de final de la Libertadores, el chaqueño de 18 años encendió las señales de alarma. Por estas horas, según pudo averiguar Clarín, será sometido a estudios para evaluar la gravedad de la lesión. Podría tratarse de una pubialgia.

Otro que terminó con dolencias fue Adam Bareiro. Aunque el paraguayo disputó los noventa minutos en su bautismo con la banda roja sobre el pecho blanco, le costó el tramo el final del partido. Teniendo en cuenta que Miguel Borja está descartado por una lesión muscular en el isquiotibial de la pierna izquierda y Facundo Colidio arrastra una sinovitis y todavía no tiene el alta, Gallardo por ahora solo cuenta con el pibe Agustín Ruberto.

El laureado entrenador terminó muy conforme con Bareiro, que participó en la jugada del gol de Echeverri y remató un tiro en el palo. “Sin Miguel perdemos gol, obviamente. Es uno de los jugadores de mayor goleo en la actualidad. Lo vamos a padecer, pero hay jugadores. Adam mostró buenas cosas, hace muy poquito que está y lo hizo bien. El equipo tiene que responder. Ante la falta de jugadores importantes, se ve el equipo”, manifestó.

Con Agustín Sant’Anna todavía recuperándose de la operación por la rotura del menisco de la rodilla derecha, en River celebran haber llegado a un acuerdo con Fabricio Bustos. El lateral estampó su firma en el despacho presidencial de Jorge Brito, que aceleró en los últimos días para cerrar el refuerzo. El cordobés de 28 años llega a cambio de 5.400.000 dólares con contrato hasta diciembre de 2027.

La situación de Maximiliano Meza, en tanto, entró en un stand by. Lo explicó el propio Gallardo: «Estaba todo encaminado y las partes de acuerdo, pero su equipo decidió esperar. Uno no entiende los motivos, pero ante eso no se puede hacer nada. Tenemos la intención de que pueda llegar en 24 horas y que todo lo que estaba acordado pueda definirse. Su club no lo dejó viajar».

Monterrey frenó el pase porque espera que el nuevo entrenador, nada menos que Martín Demichelis, evalúe el plantel. Meza ya tenía todo listo para partir a Buenos Aires y sumarse a River, que lo inscribió cablegráficamente en la lista de la Libertadores.



Fuente Clarin

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