Cuando la temporada de verano estaba comenzando en enero a sol pleno en Mar del Plata, el ambiente futbolero de La Feliz puso por unas horas la cabeza en otro lado, a 400 kilómetros de distancia, en el predio de la AFA en Ezeiza. El sorteo de la temporada 2024 de la Primera Nacional llegó con una sorpresa: habría duelos interzonales y volvería a jugarse un AldosiviAlvarado después de casi 27 años, rompiendo un statu quo impuesto por la policía, los dirigentes y los propios clubes durante décadas. El regreso del llamado «clásico prohibido» se producirá finalmente este sábado a las 15.35 en el estadio José María Minella.

Metida en el corazón de los argentinos, dueña de una belleza que trasciende años, crisis y gobiernos, y con una población que la ubica entre las ciudades más importantes del país, Mar del Plata cuenta con una historia más bien humilde en cuanto a hitos en el fútbol grande o equipos que se hayan consagrado a nivel nacional. Aunque con nombres que conocen todos, y dos clubes que hoy son noticia.

De Mardel es el Dibu Martínez, apelativo que recibió el último torneo de la Liga Marplatense en agradecimiento a la gesta del arquero ídolo en Qatar 2022, y allí está en estado de semiabandono el estadio Mundialista, el Minella, que fue sede de seis partidos en Argentina 1978 y vivió su gran esplendor durante los torneos de verano que fueron furor entre los años ochenta y principios del 2000.

En La Feliz marcó Diego Maradona su primer gol oficial, en una visita de Argentinos Juniors al San Lorenzo local, que se disputó el 14 de noviembre de 1976 en el mítico estadio San Martín, sobre la avenida Champagnat. Y se dice «mítico» lamentablemente porque veinte años después, en 1996, fue tirado abajo para montar un supermercado mayorista, en una decisión que fue un símbolo de época.

Uno de los últimos Boca vs River disputados en el Minella, en 2017. Foto: Jorge Sánchez.Uno de los últimos Boca vs River disputados en el Minella, en 2017. Foto: Jorge Sánchez.

De un tiempo a esta parte, y más allá de clubes tradicionales como Kimberley, Atlético Mar del Plata o el vecino Círculo Deportivo de Otamendi, el vínculo de la ciudad con el fútbol de AFA pasó a ser cosa de dos equipos, Aldosivi y Alvarado, una rivalidad que tierra adentro no está tan polarizada como en el básquet, donde los marplatenses parecen tener sólo dos opciones a la hora de las preferencias, ser del multicampeón Peñarol o del incansable Quilmes.

Con mucho arraigo en sus barrios, de origen e identidades (y geografías) bien disímiles, Aldosivi y Alvarado, el del Puerto y el del Matadero, es en realidad un clásico de historia breve pero muy intensa. Se fogonearon como enemigos tras un primer enfrentamiento de barras en 1989, que se exasperó a nivel deportivo cuando en 1990 Alva le arrebató un torneo ganándole en la anteúltima fecha.

Otro capítulo de esta rivalidad lo tuvo como protagonista a Mauro Camoranesi, surgido en Aldosivi, cuando en medio de un clásico de 1994 le pegó una terrible patada a un futbolista de Alvarado, y le destrozó la rodilla, cortándole la carrera. El caso llegó a la Justicia, con intervención de la Corte Suprema; Camoranesi tuvo que pagarle una indemnización a Javier Pizzo, el joven de 18 años agredido, que terminó dedicándose a la carrera judicial y es fiscal.

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Fue en los años noventa, en un clásico entre Aldosivi y Alvarado y el episodio terminó en Tribunales.

Pero la pica se transformó en un odio visceral en esos años noventa en que el fútbol argentino modificó sus estructuras de ascenso y en Mar del Plata se empezó a soñar con la chance de tener un equipo «de la ciudad» para enfrentar a Boca, River y compañía.

En octubre de 1994, en uno de esos certámenes que se armaban por todo el país para federalizarlo, Alvarado enfrentó a Aldosivi pero necesitaba que el Tiburón ganara por una buena diferencia de gol para jugar un desempate por la segunda plaza. Sin medir las consecuencias, puso un equipo de pibes que terminó cayendo 13-0 y a pesar de que logró su objetivo se terminó llevando una goleada que se convirtió en bandera, canción y gastada eterna.

Poco después, en 1996, el Torito tuvo su chance de revancha y se chocó contra los del Puerto en dos finales para decidir qué equipo de Mar del Plata jugaría la B Nacional de la temporada siguiente. Eran momentos de reestructuración en la segunda categoría del fútbol argentino, como casi siempre, y La Feliz era una de las cinco plazas que recibiría ese premio a través de un Reclasificatorio en el Federal A del que se beneficiaron Chaco For Ever, Cipolletti, Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay y Olimpo.

Aldosivi volvió a frustar la ilusión de la populosa hinchada del barrio Centenario ganándole ambos cruces por 2-0 y metiéndose en un certamen que lo tendría como protagonista en 1998, cuando corrió de atrás en un Reducido y quedó a un paso del ascenso a la A perdiendo en una final ante Belgrano de Córdoba.

Aldosivi vs Alvarado, el clásico prohibido

En paralelo a ese fervor por hacerse «nacionales» y sus obligaciones fronteras afuera, Aldosivi y Alvarado seguían enfrentándose en la liga local con otros jugadores pero con la misma pasión de siempre. Y en uno de esos choques se dio algo inédito en el fútbol argentino, la necesidad de que todos coincidan en que ese partido no podía jugarse más, ni siquiera en forma de amistosos.

Fue el 10 de agosto de 1997, y el clásico correspondiente a la fecha 12 se jugó en la cancha del River marplatense, un escenario con proporciones más bien barriales y ubicado a pocas cuadras del punto de encuentro de los hinchas de Alvarado. Duró apenas 20 minutos y se suspendió con el marcador 0-0 cuando llegó la barra de Aldosivi; antes, durante y después, hubo piedras, gases lacrimógenos, corridas, heridos y disturbios que se extendieron a las calles aledañas.

Unos días después, el Tribunal de Disciplina de la Liga Marplatense le terminó dando el partido ganado a Alvarado sobre Aldosivi por 1-0 y ambos clubes tuvieron que pagar una multa que hoy suena irrisoria pero que se remonta a tiempos de convertibilidad: 1.800 pesos, el equivalente a 300 entradas.

Alvarado y Aldosivi volverán a verse las caras en el Minella. Foto: Gentileza La Capital de Mar del PlataAlvarado y Aldosivi volverán a verse las caras en el Minella. Foto: Gentileza La Capital de Mar del Plata

Detrás de esa decisión se dio otra que terminaría siendo controversial: las autoridades del fútbol marplatense, en conjunto con la dirigencia política y las fuerzas policiales, coincidieron con evitar ese enfrentamiento en el plano local. La magnitud de esas competencias no justificaba el despliegue que generaría un operativo de seguridad. Y Aldosivi se enfocó en competir con sus juveniles en los torneos de AFA.

Así se sucedieron 27 años en los que Aldosivi llegó a la A, y Alvarado logró alcanzar la Primera Nacional tras batallar durante años en el Torneo Federal A y B, pero nunca habían coincidido en la misma categoría. Tampoco se dio un cruce por Copa Argentina, certamen en el que los de La Feliz suelen tener la suerte torcida.

El clásico prohibido en Mardel pudo darse recién en 2023, tras el descenso del Tiburón, en aquella temporada marcada por el incendio de los autos de los jugadores tras una derrota en Mendoza, y que fue celebrado con mofa en las redes sociales de Alvarado. Sin embargo, la AFA decidió que ambos marcharan en zonas opuestas, y tampoco alcanzaron el Reducido donde podían llegar a cruzarse.

El partido estaba cerca de darse, y así lo palpitó Facundo Moyano, ex presidente de Alvarado. El pasado 30 de diciembre, en el último programa del año de Mirtha Legrand, le tiró una chicana al aire al clásico rival.

“Alvarado es el club más popular de Mar del Plata. Estamos con Aldosivi en la Primera Nacional y el año que viene seguramente nos cruzaremos. Espero que sea en paz” dijo quien hoy es vocal del elenco azulado.

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El dirigente, que fue presidente del Torito marplatense, opinó sobre la rivalidad y palpitó el regreso del partido que conmueve a la ciudad.

El milagro se produjo unos días después, cuando desde la Asociación del Fútbol Argentino se anunció que habría interzonales en la Primera Nacional, con cruces de local y visitante entre rivales clásicos o emparejados de cada zona.

En el torneo que comenzó a principios de febrero, Alvarado marcha séptimo en la zona A con 11 puntos, mientras que Aldosivi se ubica sexto en la B con 12 unidades. Tras 27 años, el clásico volverá a disputarse este sábado por la octava fecha en el Minella. No hay dudas, en Mar del Plata es más esperado que la final de la Champions League.



Fuente Clarin

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