“Ya han superado sus límites; no podemos seguir así»

“Nuestros jugadores ya han superado sus límites. No podemos seguir así. Este camino no es sostenible”. Las conclusiones del último Informe de Monitoreo de la Carga de Trabajo de los Futbolistas (PWM, por sus siglas en inglés) que este jueves presentó FIFPro son lapidarias. Según la organización sindical internacional de los jugadores profesionales, la exigencia a la que están sometidos sus representados “no tiene precedentes” y los expone a “una fatiga física y mental que ya es peligrosa”.

El informe fue elaborado en base a los datos procesados por Football Benchmark, una plataforma de análisis digital aplicado específicamente al fútbol, que fue desarrollada por la consultora Ace Advisory. Uno de los datos más alarmantes que arrojó fue que algunos jugadores vieron reducido su tiempo libre a solo el 12% del año, lo que equivale a menos de un día completo de descanso por semana, algo que contraviene las normas internacionales de Seguridad y Salud en el Trabajo.

Para ilustrar esa situación, el informe comparó la actividad en la temporada 2023/24 de dos futbolistas (no fueron identificados) del mismo club, que participó en una de las principales ligas europeas y en una competición de clubes de la UEFA. Uno de los jugadores intervino en la Eurocopa y el otro no tuvo competencia continental con su seleccionado.

El que no tuvo participación continental con su selección pasó el 81% del año inmerso en un entorno laboral. En el caso del que disputó la Eurocopa, ese valor trepó al 88%. Sus días de descanso entre una temporada y otra fueron apenas cuatro, contra los 33 de su compañero. Según FIFPro, los cortos períodos de descanso, los viajes internacionales y la adaptación a diferentes zonas horarias y climas hacen que la recuperación de los jugadores sea más difícil.

Con relación a esos traslados internacionales, el informe incluye un ranking de los 10 futbolistas que más tiempo destinaron a realizar esa clase de desplazamientos en la temporada 2023/24. De esos 10, nueve son sudamericanos (la única excepción es el japonés Hidemasa Morita, del Sporting de Lisboa) y seis son argentinos.

En la cima de ese escalafón aparece el cordobés Cristian Romero (Tottenham), quien destinó 211 horas a realizar 25 viajes, en los que recorrió 162.978 kilómetros. Lo sigue su comprovinciano Julián Álvarez, de Manchester City (204 horas y 153.869 kilómetros en 39 viajes), y tercero figura Rodrigo De Paul, de Atlético de Madrid (198 horas y 150.480 kilómetros en 32 viajes).

El sexto, el séptimo y el octavo puesto también los ocupan futbolistas argentinos: Alexis Mac Allister, de Liverpool (189 horas y 143.333 kilómetros en 32 viajes), Emiliano Martínez, de Aston Villa (198 horas y 141.927 kilómetros en 37 viajes), y Lautaro Martínez, de Inter (188 horas y 143.158 kilómetros en 31 viajes). Los cruces intercontinentales para jugar partidos de la clasificación para el Mundial 2026 y para disputar la Copa América resultaron determinantes en esos números.

Los viajes no son el único aspecto que preocupa al sindicato y que fue abordado en su reporte. La cantidad de partidos ha crecido y en muchos casos supera holgadamente los 55 por temporada, que es el límite recomendado por los especialistas consultados por FIFPro. En el análisis de la campaña 2023/24, la cantidad de convocatorias y de encuentros disputados resultó alarmante. El líder en ese ranking fue Julián Álvarez, quien jugó más que nadie en el mundo.

El delantero nacido en Calchín fue convocado para 83 partidos y disputó 75, en los cuales acumuló 5.364 minutos de actividad. Su temporada fue extremadamente exigente y abarcó 10 competencias en 14 meses como consecuencia de su participación en la Copa América. Detrás en el listado de jugadores con mayor actividad aparecen el inglés Phil Foden, también de Manchester City (77 convocatorias, 72 encuentros y 6.170 minutos), y el colombiano Luis Díaz, de Liverpool (77 convocatorias, 72 partidos y 5.648 minutos). Si se toma en cuenta la cantidad de minutos jugados, quien más trabajó fue el arquero esloveno Jan Oblak, de Atlético de Madrid: 6.851 minutos en 70 encuentros.

En la temporada 2023/24, hubo tres meses (septiembre, diciembre y abril) en los que Julián Álvarez disputó ocho partidos, lo que equivale a dos por semana. Y a lo largo de la campaña, el 63,5% de los encuentros que jugó fueron consecutivos (estuvieron separados por menos de 120 horas). En ese ranking aparece cuarto, detrás del noruego Fredrik Aursnes, del Benfica portugués (77,3%); el saudí Saud Abdulhamid, quien la temporada pasada jugó en el Al-Hilal (73,5%); y el portugués Cristiano Ronaldo, del Al-Nassr saudí (73,5%).

Los especialistas consultados por FIFPro recomiendan mayormente que los futbolistas no jueguen más de seis partidos consecutivos, ya que superar ese límite puede producir trastornos del sueño, fatiga en los viajes, mayor riesgo de lesiones y problemas de salud mental.

En el informe también se presentan varias comparaciones históricas de cargas de trabajo que dejan en evidencia una tendencia que FIFPro considera preocupante: los jugadores de primer nivel de estos días están sujetos a exigencias mayores que sus colegas unos años atrás. Para ello, en el reporte se contrasta la cantidad de partidos jugados por futbolistas de elite de los mismos países, de niveles similares y que se desempeñaban en puestos similares.

En el caso de Argentina, se tomó como referencia a Julián Álvarez, quien durante la última temporada disputó 75 encuentros, y se comparó esa cantidad con la que alcanzaron a la misma edad (23-24 años) cinco compatriotas durante este siglo. Ninguno de ellos rozó siquiera ese número de encuentros: Lionel Messi llegó a 68 en la campaña 2010/11; Carlos Tevez a 54 en la 2007/08; Paulo Dybala a 51 en la 2017/18; Javier Saviola a 47 en la 2005/06; y Ángel Di María a 43 en la 2011/12.

Si el incremento de la actividad en los últimos años fue preocupante, el futuro no es mucho más venturoso. A partir de la modificación de la estructura de algunos torneos como el Mundial de selecciones, el Mundial de clubes (pasará a llamarse Copa Intercontinental de la FIFA) y la Champions League, con un incremento de la cantidad de participantes y de encuentros, FIFPro prevé años de exigencia extrema para sus representados.

Esa certeza se asienta sobre una comparación entre la cantidad de partidos que equipos y futbolistas de elite disputaron en la pasada temporada y la estimación de la cantidad que se proyecta que jueguen en la próxima campaña. Entre los clubes, se estima, por ejemplo, que Inter saltará de 59 encuentros en la 2023/24 a 75 en la 2024/25; Real Madrid pasará de 55 a 71 y Bayern Múnich, de 49 a 64. Entre los jugadores, Phil Foden aumentará de 72 encuentros en la 2023/24 a 77 en la 2024/25 (y 83 en la 2025/26) y el uruguayo Federico Valverde, de 71 en la 2023/24 a 79 en la 2024/25 (y 82 en la 2025/26).

Todo ello llevará a una mayor exigencia, lo que, según FIFPro, intensificará la fatiga y aumentará el riesgo de lesiones, y reducirá los períodos de descanso. De acuerdo con los especialistas consultados por la organización sindical, para alcanzar una recuperación física y un rejuvenecimiento mental plenos, y así mantener el máximo rendimiento, los jugadores necesitan al menos 28 días consecutivos de descanso entre temporadas y un descanso flexible de 14 días durante la temporada.

“Nos enfrentamos a uno de los problemas más graves y urgentes de nuestro deporte, que deriva del abuso de la gobernanza y del incumplimiento del deber de asistencia”, sentencia en su informe FIFPro, que considera que “el calendario internacional no puede seguir discutiéndose y aprobándose sin el acuerdo de los jugadores” y convoca a los organismos rectores de la pelota a abandonar “este camino no sostenible que perjudica a los jugadores y a las competiciones que ya existen”.