El premio económico fue casi tan grande como la polémica que invadió la sexta fecha de la temporada del Turismo Carretera, en el autódromo Oscar Cabalén de Córdoba. Este domingo, el entrerriano Mariano Werner (Ford Mustang) celebró un triunfo en la máxima categoría del automovilismo por decimoquinto año consecutivo -quedando a uno del récord de Oscar Gálvez– después de bancar los intentos y la bronca del mendocino Julián Santero (Ford Mustang), quien lo había superado en la largada pero tuvo que devolverle la posición porque los Comisarios Deportivos entendieron que había ejecutado una maniobra peligrosa.

Era tal el enojo de Santero que ni siquiera fue al living post carrera donde comparten sus reacciones los pilotos del podio, que completó Hernán Palazzo (Toyota Camry), en su mejor fin de semana desde que debutó en el TC. Los tres habían ganado las series de la mañana y demostraron que eran los de un ritmo superior en la carrera principal, donde terminaron por delante de Valentín Aguirre y Agustín Canapino, ambos con Chevrolet Camaro.

La cara ofuscada del mendocino Santero siguió al momento de la premiación, donde apenas sujetó el trofeo del segundo lugar y la gigante botella de champagne, que ni siquiera abrió para irse raudamente hacia el camión de los Comisarios Deportivos para apelar la sanción que, en definitiva, lo privó de la victoria y del cheque de los 10 millones de pesos.



Fuente Clarin

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