Le dicen Mudo y así, en silencio, un día llegó a ser el arquero de la Selección campeona del Mundo. El entrenador Lionel Scaloni confirmó a Walter Benítez entre los 11 titulares para enfrentar a Costa Rica en el segundo amistoso de la fecha FIFA de esta semana. Lo quisieron otras selecciones, pero prefirió apostar a la llegada de su momento y ahora se perfila como recambio de Emiliano Dibu Martínez.
Para rastrear en el fútbol argentino a Benítez hay que pensar en los equipos que Ricardo Caruso Lombardi intentaba salvar del descenso, la mayoría de las veces con éxito. El club que pugnaba por mantener la categoría era Quilmes y de la mano del DT llegó el debut del arquero en Primera en 2014.
El puesto fue suyo. Se consolidó en el arco con 23 años y su desempeño despertó el interés de diferentes clubes grandes de la Argentina. Le dijo que no a Boca e Independiente. Esperó con paciencia que la oferta llegara de Europa. Y llegó: el Niza consiguió que el arquero estampara su firma como refuerzo para la Ligue 1 de Francia.
Allí tuvo un rendimiento más que interesante, dueño del segundo mayor promedio de atajadas por partido con 3,2. En un recordado encuentro ante el PSG, le atajó un penal al uruguayo Edinson Cavani. Fueron 188 partidos con Niza, donde mantuvo 55 veces su valla invicta.
Sin embargo, ese presente en Europa no lo acercaba tanto a la Selección y hacía que su participación en el Sudamericano Sub 20 de 2013, en el que compitió por el puesto con Juan Musso, quedara cada vez más lejos. Estuvo preseleccionado para los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero una lesión lo marginó de la competencia.
La falta de llamados de AFA alentó los de otras federaciones: la de Francia que lo tuvo a mano durante seis años y la de Paraguay por un interés puntual del entonces entrenador Guillermo Barros Schelotto. A los dos les dijo que no.
“Como no jugué con la Selección argentina existe la posibilidad de que me llamen de la francesa. No le cierro la puerta a nadie, pero soy argentino y me encantaría jugar con la Selección de mi país”, había dicho a ESPN cuando le preguntaron por el rumor. “Me contactó Guillermo en su momento, que había un interés y estaban tratando de ver el tema de los papeles”, también había reconocido sobre la Albirroja, esta vez a TyC Sports.
En tanto, el interés de otro equipo europeo lo obligaba a tomar otra decisión. A mediados de 2022 se fue libre al PSV Eindhoven de Países Bajos, donde es el arquero titular indiscutido. En esa vidriera, un año después de su llegada, recibió por fin el llamado de la Argentina.
En 2023 Lionel Scaloni lo convocó en reemplazo de Franco Armani para la gira en Asia por la doble fecha FIFA, pero no sumó minutos aunque sí entrenamientos. El suplente de Dibu Martínez era Gerónimo Rulli y el chaqueño quedó como tercera alternativa. En estuvo entre los citados para la doble fecha de Eliminatoria del Mundial 2026 pero no ingresó ante Uruguay ni Brasil.
Scaloni tiene la cabeza puesta más allá del amistoso: necesita un recambio para el equipo campeón del mundo de cara a la Copa América que se avecina y las Eliminatorias que dan lugar al próximo Mundial, al que varios históricos no llegarán por una cuestión de edad.
Franco Armani tiene 37 años y llegaría con 39 a la Copa del Mundo que repartirá sus sedes en Estados Unidos, Canadá y México. Con 31 cumplidos en esta convocatoria, Benítez tiene la oportunidad de ingresar en el ciclo de Scaloni, como recambio en el arco.
Como buen arquero, empezó haciendo goles
Benítez nació Chaco en el departamento de General San Martín, a 120 kilómetros de Resistencia. Su primer club fue el de su pueblo, pero como delantero. «El día en que fui al arco me hizo un clic. Era un partido de siete contra siete, en una cancha con más tierra que pasto y disfruté más tirarme y revolcarme que ser delantero. A los 9 años decidí ser arquero”, le confesó al diario La Nación en una entrevista. Adolescente llegó a radar de Quilmes, donde hizo las inferiores y completó 51 partidos con la Primera.
De ese puesto olvidado, lo único que conservó es el juego con los pies. Más allá de sus reflejos y la respuesta con las manos, Benitez tiene en el pase y la pegada una de sus principales características. «Eso es algo que trabajé en Quilmes y que me sirvió mucho en Europa», reconoció en otra entrevista con el diario L’Equipe de Francia cuando la Selección le quedaba lejos.
En ese momento su entonces director técnico, Patrick Vieira, hacía lobby por él. «Espero que Walter Benítez sea llamado a la selección nacional. Por lo que muestra desde el comienzo de la temporada, merece ser visto», pregonaba entonces por un interés que llegó mucho tiempo después.