El Puma Martínez regresó al país después de hacer historia el último domingo cuando venció al japonés Kazuto Ioka en la Tierra del Sol Naciente, su país, para sumarle al título de la Federación Internacional de Boxeo de la división supermosca que ya poseía, el de la Asociación Mundial de Boxeo que estaba en poder del asiático. El nacido en Avellaneda el 18 de julio del 91 pero criado en La Boca es el único campeón del mundo argentino y ahora es el rey de los supermoscas de la FIB y de la AMB.

«Ahora quiero volver a mi casa. Y después quiero ir por los campeones. Hasta no tener los cuatro cinturones no paramos», contó recién bajado del avión en el hall del Aeropuerto de Ezeiza, en medio de un grupo que lo seguía y lo alentaba al grito de «dale campeón».

El último domingo 7 de julio, Fernando Daniel Martínez mostró toda su categoría en Tokio y venció por puntos en fallo unánime al local Kazuto Ioka. Pero, más allá de que el japonés aguantó hasta el final, los primeros cuatro rounds fueron una verdadera exhibición del argentino que le propinó a un rival con enormes antecedentes una paliza memorable: Ioka es el primer boxeador japonés en ganar títulos ecuménicos en cuatro divisiones (antes reinó en las categorías mínimo, minimosca y mosca). La de este domingo fue la tercera derrota de su laureada carrera y su 26ª pelea por una corona mundial.

El Puma contó que en ningún momento tuvo sintió el más mínimo temor por el reto que afrontaba: «Miedo no tuve porque nosotros nos vinimos preparando hace cuatro meses y medio, cinco meses. Lo viví contento, disfruté el proceso porque sabía que estaba bien preparado».

El campeón no miente. Es que su actuación de visitante en Japón fue memorable. Por el plan de pelea, ya que se mostró muy bien preparado -desde lo físico y desde lo estratégico- y salió a llevarse por delante a su adversario desde el primer round.

En una semana, el Puma cumple 33 años: «Quiero comer algo con la familia, una tortita. Quiero pasar tiempo con ellos porque nosotros, los deportistas, nos sacrificamos…», siguió el campeón del mundo.

Por último, el Puma contó el gran anhelo que quisiera cumplir como campeón mundial: «Mi sueño es pelear en la Bombonera y dejar a la Argentina bien en alto».



Fuente Clarin

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