«Siempre seré el tipo que falló un mano a mano en la final del Mundial. Así es la vida, incluso cuando termine mi carrera, la gente seguirá hablándome de ella. Obviamente, todavía estoy disgustado por este fracaso».
Eso fue lo que confesó el francés Randal Kolo Muanii de la acción en la que Emiliano Martínez le atajó un disparo a quemarropa en el epílogo de la final del Mundial de Qatar 2022. Esa secuencia elevó al podio de los Dioses a Dibu y dejó en lo más hondo de las penas al atacante galo.
La jugada, se sabe, lo preseguirá como una sombra. Y mucho más si al bueno de Kolo Muani le pasan cosas como le pasaron este viernes en el duelo contra Portugal por los cuartos de final de la Eurocopa: le quedó la misma pelota que ante Dibu y la volvió a fallar.
El flashback fue inmediato. Iban 20 minutos del segundo tiempo cuando Jules Koundé levantó la pelota y dejó mano a mano a Kolo Muani, que se metió en el área con una diagonal de derecha a centro. Picó el balón y empezó a caer con cadencia como en aquella noche en el Lusail. Se contuvo un microsegundo el atacante y lanzó se derechazo violento y cruzado que, esta vez, chocó con el pie de Ruben Días, que salvó de milagro el arco de Diogo Costa.
Siguió la carrera Kolo Muani y elevó los ojos al cielo como buscando una explicación. No la encontró en el estadio de Hamburgo, como tampoco la halló aquel histórico 18 de diciembre en Qatar.