Con el empate ante el Stuttgart (2-2) gracias a un gol agónico -de Robert Andrich a los 97 minutos-, Bayer Leverkusen sumó su partido oficial número 46 sin perder y superó al Rijeka y al Dinamo de Zagreb para conseguir un récord mundial del siglo XXI.

Curiosamente, el récord absoluto le llegó al Leverkusen 11 meses después de su última derrota: contra el Bochum el 27 de mayo de 2023. Desde ahí, armó su invicto con 30 partidos de la Bundesliga, 10 de la Liga Europa y 5 de la Copa de Alemania.

El tanto de Andrich le permitió al equipo de Xabi Alonso estirar su marca de duelos sin caer. Hasta ese minuto 97, estaba empatado en 45 con el Rijeka y el Dinamo Zagreb, pero el acierto sobre el pitazo final del jugador del Leverkusen dejó una marca histórica para el conjunto alemán.

De hecho, tuvo que pasar casi una década para que un equipo superara ese espectacular registro, ya que el Dinamo Zagreb estableció el récord de 45 duelos sin perder entre noviembre de 2014 y septiembre de 2015, mientras que el Rijeka hizo lo mismo entre abril de 2016 y mayo de 2017.

Los aplausos de Xabi Alonso y sus dirigidos de frente a su gente. Foto REUTERS/Thilo SchmuelgenLos aplausos de Xabi Alonso y sus dirigidos de frente a su gente. Foto REUTERS/Thilo Schmuelgen

Si se contabilizaran también los partidos amistosos, el equipo de Xabi Alonso alcanzaría los 50 encuentros sin conocer la derrota. En medio de tanto partido oficial, se enfrentó sin derrotas al Olympique Marsella, Venezia, West Ham y Aachen.

Además, es el primer equipo que llega invicto a la fecha 31 de una Bundesliga en la historia del torneo.

Del Neverkusen al mayor invicto

El cuento del Bayer Leverkusen es el cuento de nunca acabar. Nadie puede con el conjunto alemán. Tiene un espíritu inquebrantable. Le llamaban Neverkusen porque nunca ganaba nada y después de alzar la Bundesliga es el Neverloser. Jamás pierde y ante el Stuttgart, de nuevo, arrancó un empate (2-2) gracias a un tanto en el minuto 97 de Robert Andrich con el que mostró al mundo su invencibilidad.

El Sttutgart parecía que iba a cortar la impresionante racha de 45 partidos oficiales sin perder del Bayer Leverkusen. Tenía la botella de champán lista para descorcharla en el vestuario y celebrar una hazaña. Pero en la última jugada, como la pasada jornada ante el Dortmund cuando Josep Stanisic, también en el minuto 97, empató, apareció Andrich para rematar dentro del área un balón perdido en una última falta a la desesperada. Hizo el 2-2 y el BayArena estalló.

La capacidad de resistencia del Leverkusen es encomiable. Xabi Alonso ha dotado a sus jugadores de una voracidad insaciable. Tienen una resistencia con la que son capaces de cualquier cosa. De hecho, aún puede ganar más títulos. Aspira al triplete: está en las semifinales de la Liga Europa tras eliminar la semana pasada al West Ham y en la final de la Copa de Alemania que disputará frente al Kaiserlautern.

El choque ante el Stuttgart era otra prueba de fuego, de las más duras posibles, porque el equipo dirigido por Sebastian Hoeness es una de las revelaciones de la Bundesliga. Al BayArena llegó ubicado en la tercera plaza, con la Liga de Campeones prácticamente asegurada y con armas de gran calibre como Serhou Guirassy o Deniz Undav capaces de acabar con cualquiera.

El grito agónico de Robert Andrich. Foto Marius Becker/dpa via APEl grito agónico de Robert Andrich. Foto Marius Becker/dpa via AP

La primera parte, prácticamente fue de tanteo hasta que llegó la explosión de la segunda. El Leverkusen dominó, pero no generó ocasiones claras salvo una de Álex Grimaldo que desbarató Hradecky. Y, enfrente, el Stuttgart pudo salir de la jaula con un cabezazo de Guirassy que se fue afuera por muy poco.

No hubo nada más. El paso por vestuarios, sin embargo, aceleró a los 22 jugadores sobre el césped y comenzó otro partido. El Stuttgart se desmelenó, comenzó muy fuerte y consiguió su premio nada más pisar el verde. Lo consiguió Fuhrich, que recogió el rechazo de un disparo de Leweling que dio en el palo. Sin que el balón besara el césped, remató a la red el 0-1.

Después le tocó el torno a Undav. El Leverkusen, tocado por la presión de su rival, recibió otro mazazo en forma de gol, el número 18 en la Liga del delantero alemán que puso contra las cuerdas a los hombres de Xabi Alonso.

Sin embargo, de nuevo salió a la luz el espíritu combativo del Leverkusen. Sacó su ferocidad y fue a por el empate. Tenía algo más de media hora para conseguirlo y pronto dio en la diana. Adli se encargó de recortar distancias y comenzó el acoso hacia el empate que tuvo varios capítulos.

El primero, una doble atajada de Nubel. El arquero del Leverkusen sacó dos manos imposibles. Una, a Adli, que lo intentó con un lanzamiento ajustado que repelió el portero del Stuttgart. Y la otra, Hofmann, que con Nubel en el suelo vio como se revolvió como un felino para evitar el empate.

Después, marcó Odilon Kossounou, pero lo hizo en claro fuera de juego. Y, mientras, el Stuttgart aún tuvo tiempo para cerrar el duelo, pero Guirassy, esta vez, no estuvo fino en los últimos metros.

Pero con el Leverkusen nada estaba perdido. Un dato demoledor dejó sentados a los espectadores del BayArena hasta el final: a partir del minuto 86, esta temporada ha marcado 20 goles. Por eso, todos esperaban el milagro, como en muchas otras ocasiones.Y, como no, el tanto llegó. El Sttutgart hincó la rodilla en el último suspiro y el Leverkusen elevó su racha hasta los 46 partidos sin perder



Fuente Clarin

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