Pasaron 370 días para que el fútbol vuelva a sonreír: Neymar retornó este lunes en forma oficial a jugar en el Al Hilal de Arabia Saudita, tras superar una grave lesión de rodilla izquierda. El delantero, que sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco, jugó los últimos 20 minutos del triunfazo por 5-4 de su equipo como visitante del Al Ain, dirigido por el argentino Hernán Crespo.
Se había lesionado en el encuentro que la Selección de Brasil disputó el 17 de octubre de 2023 ante Uruguay, en el estadio Centenario y por las Eliminatorias Sudamericanas, pero tuvo muchos problemas para ponerse a punto, incluso criticado por su vida extradeportiva, con fiestas y viajes en crucero.
El atacante brasileño, que cumplió 32 años en febrero pasado, tuvo tiempo de rematar al arco con un tiro cruzado que se marchó fuera por poco tras un rápida combinación con el serbio Aleksandar Mitrovic.
Hubo una situación particular, porque el Neymar ingresó con el partido 5-3 a favor, pero su equipo sufrió un penal en contra que le valió la expulsión a Ali Al Bulaihi, en el que le señaló a Mohammed Al Rubaie dónde iba a patear Soufiane Rahimi, pero su arquero no le hizo caso y terminó en el descuento de los de Crespo.
El partido finalizó con victoria por 4-5 del Al Hilal y destacó la actuación del atacante saudí Salem Al Dasawari, que cerró la contienda con un triplete.
Pero todos los focos estaban puestos en el retorno de Neymar, que días antes reveló en un video el sufrimiento que había padecido por su ausencia de los terrenos de juego.
«Lo que más quiero en la vida es jugar al fútbol. He sufrido mucho cada día que he estado fuera del campo. Esto es lo que más me duele», dijo Neymar entre lágrimas.
Un calvario al que el exjugador, entre otros, del Barcelona y el París Saint-Germain puso fin este lunes cuando sustituyó a los 77 minutos al centrocampista Nasser Al Dawsari.