River culminó el primer tiempo ante Boca 1-0 arriba gracias al gol de Manuel Lanzini a los 20 minutos. Y cuando sonó el silbato que dictaminó el fin de la primera mitad, rápido los jugadores de ambos equipos fueron a reprocharle distintas situaciones al árbitro Nicolás Ramírez.
Los primeros 45 minutos contaron con mucha fricción y hubo tres amarillas para River (Santiago Simón, Facundo Colidio y una inmediata para Federico Gattoni) y una para Boca (Miguel Merentiel). En medio de ese contexto, más otras jugadas, fue que los futbolistas se le acercaron al árbitro. Incluso intervino Marcelo Gallardo, quien tuvo un diálogo con Ramírez.
Con un tono más amistoso, el DT de River le dijo «así despistás. Vámonos a meternos al vestuario. Vámonos al vestuario, dale. Ya está». Luego, ambos se despidieron con risas y el tumulto de jugadores que estaba generándose alrededor del juez cesó.
Pareció haber sido esa la intención del Muñeco: tratar de calmar las aguas, dado que después de su intervención todos terminaron yéndose a los vestuarios justamente.