La oportunidad de combatir por primera vez por un título mundial le demandó a Carla Merino años de trabajo, exigencias, sacrificios, renuncias, algunos traspiés y unas cuantas victorias. Además de forjar ese laborioso camino, al que le destinó la mitad de su vida, la riocuartense debió rebasar en los últimos días una última barrera para poder acceder a esta chance: superar el temor que le generaba viajar en avión.

“Tengo un poco de miedo a la altura, así que me inquietaba más esa parte que la pelea”, reconoce Merino, quien el lunes voló 14 horas desde Buenos Aires hasta Los Ángeles (con una escala en Houston) junto a su entrenador, Alejandro Aguirre, y su promotor, Mario Arano, para afrontar su primer compromiso en el exterior y el reto más desafiante de su carrera: enfrentar a la invicta japonesa Mizuki Hiruta por el título supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) el sábado en el Commerce Casino & Hotel de la ciudad más poblada del estado de California (la pelea solo podrá verse a través de la plataforma UFC Fight Pass, a partir de las 23.30).

Si bien tiene solo 25 años, la Muñeca llevaba mucho tiempo acumulando motivos para reclamar esta oportunidad. En la división supermosca, fue campeona argentina y sudamericana, es la dueña del título silver del Consejo Mundial de Boxeo y la número uno del ranking de ese organismo, encabezó el escalafón de la Federación Internacional de Boxeo el año pasado y desde hace 12 meses ocupa el primer puesto en la clasificación de la OMB y es la retadora obligatoria, lo que le dará la posibilidad de desafiar a Hiruta después tanto aguardar.

“Se hizo larga la espera -reconoce la aspirante a la corona-. En este tiempo pasé por un montón de situaciones, como estar entrenándome y que no salieran peleas. Esas cosas bajonean, pero siempre tuve el apoyo de mi padre y de mi pareja, que estuvieron ahí en los momentos más complicados, en los que aparece la idea de dejar todo. Ellos me ayudaron a no bajar los brazos porque sabían que algo grande iba a venir”.

Carla Merino junto a su promotor, Mario Arano, y su entrenador, Alejandro Aguirre. Foto: Arano Box.Carla Merino junto a su promotor, Mario Arano, y su entrenador, Alejandro Aguirre. Foto: Arano Box.

Si bien nació en la Ciudad de Buenos Aires, Merino se mudó cuando tenía ocho años y junto a Carlos, su padre, a Río Cuarto, a la que define como su ciudad y representa con orgullo. Este sábado se convertirá en la primera pugilista riocuartense en combatir por un título mundial (ningún hombre de esas tierras lo hizo).

En el Imperio cordobés entró por primera vez a un gimnasio cuando tenía 13 años. “Yo soy supercuriosa y decidida, y el boxeo me llamó muchísimo la atención, así que quise probar. Empecé de a poquito, pero cada vez me fui interesando más. A los 14 años, cuando debuté (como amateur), supe que era lo mío. Me encantó la adrenalina que sentí en ese momento, el hecho de sentirme expuesta arriba del ring, sola. Desde ese momento supe que iba a seguir hacia algo grande”, recuerda.

Carla Merino fue campeona argentina y sudamericana de la categoría supermosca. Foto: Instagram @carlamerinook.Carla Merino fue campeona argentina y sudamericana de la categoría supermosca. Foto: Instagram @carlamerinook.

Esa búsqueda de “algo grande”, en la que siempre contó con el apoyo y el acompañamiento de su padre, la llevó a abandonar el colegio secundario, algo de lo que se reconoce arrepentida. En julio de 2019, con solo 19 años, debutó como profesional. Si bien perdió dos de sus primeros cinco combates, en los últimos cuatro años enlazó 13 victorias, entre ellas ante la excampeona mundial Micaela Luján y contra rivales con mucha experiencia y mucho colmillo, como las venezolanas Leiryn Flores y Débora Rengifo. “Desde que arranqué, me fui poniendo metas. A medida que fui cumpliendo las metas, me fui proponiendo sueños. Y el mayor era llegar al título mundial”, explica.

A la caza de ese sueño irá el sábado ante Mizuki Hiruta, quien tiene 29 años, nació en Okayama, reside en Tokio, trabaja en Los Ángeles con el reputado entrenador mexicano Manny Robles y ha ganado sus siete combates profesionales (dos antes del límite) desde que debutó como profesional en octubre de 2021.

La japonesa Mizuki Hiruta es la campeona supermosca de la OMB desde diciembre de 2022. Foto: 360 Boxing Promotions.La japonesa Mizuki Hiruta es la campeona supermosca de la OMB desde diciembre de 2022. Foto: 360 Boxing Promotions.

En su cuarta salida rentada, la supercarismática Mimi ganó el campeonato supermosca de la OMB, que estaba vacante, al batir por puntos a su compatriota Kanako Taniyama el 1 de diciembre de 2022 en el Korakuen Hall de Tokio. Desde entonces lo defendió tres veces. La última fue en su primera actuación en Estados Unidos: derrotó por decisión técnica a la mexicana Maribel Ramírez en el mismo escenario en que se llevará a cabo la pelea del sábado.

“Ella es zurda, alta, complicada, y tiene un estado físico impecable, así que tendré que ser muy inteligente y fría para ganarle”, sostiene Merino, quien durante su carrera enfrentó a dos rivales zurdas: Débora Gómez (dos veces) y Juliana Basualdo. Fue justamente Basualdo una de la púgiles que trabajó con ella en la preparación para este duelo. “Es duro el trabajo que hay que hacer para pelear con una rival zurda, pero me gusta. Buscamos a alguien que peleara como Hiruta y que tuviera una contextura parecida. Gracias a Dios trabajamos con Juliana, que es idéntica a ella en la forma de pelear”, explica.

Carla Merino ganó sus últimas 13 peleas profesionales. Foto: Deportes Río Cuarto.Carla Merino ganó sus últimas 13 peleas profesionales. Foto: Deportes Río Cuarto.

En días en que el pugilismo argentino solo cuenta con dos campeonas mundiales (Evelin Bermúdez y Sol Cudos), Merino intentará añadir su nombre a esa lista corta y también convertirse en la octava compatriota en ganar un título ecuménico de la división supermosca: antes lo lograron las porteñas Carolina Duer y Clara Lescurat, la bonaerense Jorgelina Guanini, la cordobesa Carolina Gutiérrez, la santafesina Daniela Bermúdez, la entrerriana Débora Dionicius y la puntana Micaela Luján. Actualmente las monarcas de las 115 libras, además de Hiruta, son la estadounidense Jasmine Artiga (Asociación Mundial de Boxeo) y las mexicanas Asley González (Consejo Mundial de Boxeo) e Irma García (Federación Internacional de Boxeo).

Merino sabe que no tendrá ante sí una tarea sencilla, sobre todo siendo retadora y frente a una oponente que está contratada por la empresa promotora que organiza la velada. “Es difícil, pero no imposible. Hay que sobresalir”, resalta. Y asegura que, cualquiera sea el desenlace, nada podrá reprocharse después de la última campanada: “Tengo que disfrutar esta situación y, cuando llegue el tan soñado momento, enfocarme solamente en la pelea y en darlo todo porque el trabajo ya está hecho. Fueron más de dos meses durísimos de preparación, pero sé que valió la pena tanto sacrificio”.



Fuente Clarin

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