Exequiel Palacios, Enzo Fernández y Julián Álvarez mostraron que son verdaderos cracks. Esta vez no fue por algún rendimiento sobresaliente dentro de la cancha, sino porque se encargaron de darle una alegría inolvidable fuera del césped a Juancito, un fanático de la Selección Argentina que a pesar de todas las dificultades que le deparó la vida, se las arregla para seguir a los campeones del mundo por Estados Unidos.

Si algo destaca a esta Selección es no esquivar momentos en donde pueden hacer felices a sus fanáticos. Durante la Copa América lo demostraron en cada ciudad estadounidense por la que pasaron, donde no dejaron sin foto o autógrafo a cada hincha que se topó con ellos en el hotel donde concentraban. El afortunado en esta ocasión fue Juan López, Juancito, que se dio el lujo de pasar un momento a pura risa en la intimidad de los jugadores.

Juancito es un chico que nació cuatromesino y superó todos los pronósticos que alertaban su baja expectativa de vida. A pura voluntad y con la ayuda de sus padres, especialmente de su madre, logró sortear muchísimos obstáculos, hasta lograr caminar por sus propios medios.

Sin embargo, hace algunos años, Juan sufrió el fallecimiento repentino de su mamá, lo que lo llevó a un decaimiento muy profundo. La solución a sus problemas las encontró tiempo después, cuando conoció a Julio, miembro fundador de la banda Messias 305. La misma está compuesta por un grupo de argentinos que residen en Miami y se dedican a seguir la campaña de Lionel Messi por el Inter Miami. Y Juancito no dudó en sumarse para apoyar a su ídolo durante los últimos meses.

Juancito, a pura risa con los jugadores de la Selección. Foto: @messias305miamiJuancito, a pura risa con los jugadores de la Selección. Foto: @messias305miami

El esfuerzo tuvo su recompensa para Juan y sus compañeros de Messias 305. Es que con la celebración de la Copa América en Estados Unidos, la banda decidió alquilar un motorhome y seguir a la Selección Argentina por cada ciudad en la que debía jugar. Así fue como Juancito vivió un momento inolvidable.

Nada menos que Enzo Fernández, Julián Álvarez y Exequiel Palacios lo recibieron en una de las habitaciones del hotel donde concentra el equipo. El primero en aparecer fue el Tucu, quien luego de charlar un par de minutos a solas con su fanático, se fue de la habitación para «buscar algo». Lo que menos se esperaba Juan era que volvería con una camiseta suya de la Selección y la compañía estelar de Enzo y Julián.

«¡No lo puedo creer!», gritó Juan al ver la situación, que no pudo ocultar su pasión por River al estar a solas con un tridente que emergió de las inferiores millonarias. «Soy fanático«, les comentó Juan, a lo que Enzo no dudo en responderle: «Bien, como tiene que ser«.

Luego de que el trío futbolístico se interiorizara en la historia de vida de Juan, terminaron pasando un momento a pura risa. Aunque antes Enzo realizó una promesa: «Si salimos campeones, al otro día tenés que caminar«.

«Sí, te juro que lo hago», admitió Juancito, quien segundos antes bromeó con que la situación que estaba viviendo le iba a permitir volar.

Juancito hizo tentar con sus comentarios futboleros a los jugadores que lo visitaron. Foto: @messias305miamiJuancito hizo tentar con sus comentarios futboleros a los jugadores que lo visitaron. Foto: @messias305miami

Luego tendría una charla híper futbolera entre todos los presentes. Allí fue donde Juan deslumbró a todos con sus conocimientos y hasta no tuvo filtro para realizarle algunas recomendaciones a Fernández y Julián.

«¿Cómo hacés para correr tanto? ¿Cuántos pulmones tenés? A los defensores los vuelve locos«, le consultó a Álvarez mientras le firmaba una camiseta. «Tengo que correr», respondió el delantero entre risas, mientras Palacios y Enzo se tentaban.

Aunque también tendría tema para hablar con Fernández. «El Chelsea está pasando un mal momento», soltó Juancito, mientras el volante argentino asentía con la cabeza y le daba la mano. «Yo que vos, me hubiese quedado en Benfica«, agregó, para que Enzo le conteste que «no podía» y lleguen al acuerdo de que el número ‘5’ sea quien levante al conjunto de Londres.

Bajo la sintonía de la Premier League, Juan le comentó a Álvarez que «el City juega muy bien», pero siguiendo el ritmo de los chistes, le admitió: «Siempre lo puteo a Guardiola. Siempre digo: ‘¡Meté a Julián!’«.

Al finalizar la charla futbolera, los jugadores presentes le firmaron la camiseta que Palacios le había obsequiado a Juan y se despidieron con una nueva foto grupal, para así dar por terminado el momento tierno de la jornada de la Selección y posiblemente cumplir al fanático de la albiceleste el sueño de su vida.



Fuente Clarin

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