El pitazo final en la cancha de Riestra eyectó de la cancha a Carlos Tevez, que no detuvo su marcha a los vestuarios ni para saludarse con Cristian Fabbiani, que intentó abrazarlo tras el partido. La derrota de Independiente puede ser un punto de inflexión en medio de la Copa de la Liga Profesional.

El entrenador suspendió la conferencia de prensa y se fue sin hablar. Paradojas del presente, en los últimos 10 días habló tanto que llegó a desdoblarse: “Habla Carlos Tevez, no el entrenador de Independiente”, diferenció cuando el ida y vuelta con el Tesorero de la AFA –y hombre fuerte de esa entidad- Pablo Toviggino escaló tanto que motivó a un cónclave de Claudio Tapia con los presidentes de los clubes de Primera para evitar declaraciones inconvenientes, principalmente, contra los árbitros.

Verborrágico, Tevez se había sentido perjudicado por Pablo Dóvalo y en conferencia habló de “robo”. Sus declaraciones fueron incluidas en el informe del árbitro y fue sancionado. Se sentó en el banco porque pagó las dos fechas de suspensión, pero se lo vio apagado. Cruzado de brazos en la mayoría de las situaciones, no se lo vio enérgico.

La vehemencia se la habría reservado para el vestuario después del partido. Allí hubo una charla con los jugadores y una decisión que cambió la rutina: el plantel quedaba licenciado hasta el lunes, pero volverán encontrarse el sábado para una práctica que solo la explica la derrota ante Riestra.

Después de la charla en el vestuario, Tevez se puso la mochila al hombro y arrastró el carry on hasta el micro que más tarde condujo al plantel de regreso. Después de semanas dialécticamente explosivas, Carlitos eligió el silencio.

El cortocircuito de Tevez

Tevez en el Libertadores de América. (Marcelo Carroll)Tevez en el Libertadores de América. (Marcelo Carroll)

El empate 2 a 2 ante Barracas Central por la novena fecha disparó a Tevez al centro de la escena. Disconforme con la actuación de Pablo Dóvalo, cuestionó su labor con crudeza y, tal vez sin esperarlo, se subió a un ring.

«Sabíamos que íbamos a jugar contra 14, se lo dije a los jugadores en el vestuario. Creo que este tipo (por Dóvalo) tiene que empezar a terminarla, porque es muy difícil, se caga en el trabajo de los muchachos, del club. Se hace muy notorio, que es lo más preocupante. Veníamos diciendo que Dóvalo con Barracas ya tiene antecedentes. Es como que un chorro te diga que a las 3 de la tarde va a venir a tu casa y te va a robar, y a las 3 de la tarde te roba. Es una locura. Nos cagaron», había dicho el DT.

La réplica también llegó por la red X, con una respuesta de Toviggino que le subía el tono a la primera piña. Si alguien pensaba que quedaría allí, Tevez volvió a golpear por la misma red social personalizando en el Tesorero sus palabras.

Lo que siguió fue la multa por los dichos contra Dóvalo y una exposición que tiene al equipo en segundo plano y una performance que lo aleja de su objetivo de clasificación a los playoffs. Los últimos tres partidos no lo tuvieron como ganador: de los nueve en juego, apenas sumó dos puntos.

La prueba de fuego será la próxima fecha en Avellaneda, luego del parate por la fecha FIFA. Atlético Tucumán será la medida para Independiente y, a esta altura, para la continuidad de Tevez al frente de un equipo que, ante Riestra, no rindió como lo pretendía.



Fuente Clarin

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