¿Qué argentino no soñó alguna vez con estar arriba de aquel ómnibus bendito que apenas avanzaba entre una marea apretujada de hinchas y banderas? Sentir en la piel el ¡muchaaaaaaaachooooooos! y debajo de los pies el meneo del vehículo que trajo de regreso a Buenos Aires a la Selección campeona mundial con su gran capitán a bordo. ¿Quién no quiere meterse en el cuarto de la casa de Rosario donde comenzó todo, donde Lionel Messi era un nene que medía su altura en las paredes y que vivía pegado a la pelota? ¿Y entrenar como él? ¿Y tener una selfie tomada por el propio astro?
En tiempos de inteligencia artificial, realidad virtual y creatividad increíble, ahora es posible: el miércoles se lanzó con una gran fiesta en Miami “The Messi Experience”, una experiencia inmersiva de la vida y la carrera del mejor futbolista del mundo, un recorrido 360 pleno de sensaciones que piensa extenderse a otros puntos del mundo y que llegará a Buenos Aires en julio.
El emprendimiento está emplazado en un hangar en Regatta Harbor, en Coconut Grove, a orillas del mar, rodeado de palmeras y embarcaciones. En este lugar, en la noche cálida de Miami se organizó una fiesta de inauguración con DJ de la Bresh, donde se mezclaron las ostras con los tragos, con muñecos gigantes, bailarines, empresarios, modelos, periodistas, influencers e invitados especiales que pudieron disfrutar de la apertura de la experiencia.
Por allí se lo veía a Mariano Elizondo, ex presidente de la Superliga y ex CEO del grupo Indalo, uno de los que participa en este proyecto, junto con los empresarios de la agencia de eventos internacionales Primo, David Rosenfeld y Andrés Naftali.
“La idea surge luego de la pandemia en tiempos en que las experiencias distintas, como las de Van Gogh, comenzaron a funcionar y atraer gente. Nos acercamos a la familia de Messi, a la empresa de él y empezamos a trabajarlo. Hace más de dos años que venimos con esto y terminamos firmando el contrato después del Mundial”, cuenta Elizondo a Clarín.
Rosenfeld agrega que “Miami es la primera ciudad que abrimos y es una inversión muy grande tanto en tecnología como en muchas otras cosas (“varios millones”, dice sin querer especificar el monto). Es algo que nunca antes se ha visto a este nivel, especialmente para un jugador o un atleta. Estamos muy felices”.
En el emprendimiento participó también la agencia canadiense Moment Factory, especializada en experiencias tecnológicas inmersivas, con obras en todo el mundo.
¿Qué se puede contar sobre Messi, el mejor jugador de fútbol del mundo del que se sabe casi todo? Lo de siempre, claro, pero mucho más. Mejor es vivirlo, sentirlo, acompañarlo en su vida y su carrera en un recorrido por un espacio de 2.500 metros cuadrados que dura 75 minutos o lo que uno quiera quedarse a disfrutar. Con 9 instalaciones para mirar, escuchar, emocionarse y hasta entrenar como el ídolo.
Apenas se ingresa al inmenso espacio aconsejan bajarse una app para poder chatear con Leo y disfrutar a full la inmersión en el mundo Messi durante el recorrido. Arranca con la historia que conocemos todos, pero desde otra perspectiva: montados en el ómnibus de los campeones del mundo en su llegada a Buenos Aires, avanzando con dificultad entre la multitud que lo rodea y canta con devoción. Piel de gallina.
Luego sobreviene un flashback para llegar a la habitación del pequeño Leo en Rosario que jugaba a la pelota en infantiles, con marcas en la pared en las que medía su altura respecto de la de sus hermanos y las vivencias del Mundial del 86. Sigue el potrero, las dificultades de su crecimiento y luego un pasillo de avión que lleva directo a Barcelona.
El despliegue de 360 grados nos sumerge en las juveniles, sus sueños, su llegada a primera y todo el mundo Barcelona de aquellos tiempos. Luego vienen los éxitos en una maqueta tecnológica del Camp Nou, sus trofeos en Europa con el duro contraste de su frustración en la Argentina, donde no podía lograr un torneo con la Selección. Imágenes en espejo ganando todo en España, pero al mismo tiempo perdiendo la final del mundo en su país. Resuenan las voces de los que lo criticaron: pecho frío, antiargentino. El dramático momento de su renuncia a la albiceleste.
Las cartas de aliento que le escribió la gente, su regreso a la Selección y su frase: “Vamos a entrenar, no nos demos por vencidos”. Y allí arranca la sala interactiva donde la gente puede entrenar como el ídolo: jugar al “loco”, competir por puntos pateando la pelota en la pared y responder preguntas de la vida de Messi con el balón.
Se sigue luego a un vestuario con todas las camisetas que vistió y donde el rosarino en holograma da una charla motivacional con la casaca argentina. Al final, un racconto de su vida con el cuento de Hernán Casciari “La valija de Messi”. ¿Y qué más pedir que el broche de oro sea una selfie sacada por el mejor jugador del mundo? Pulgar arriba, click, click. Adiós, gracias Leo.
“Queríamos hacer algo distinto”, se entusiasma Rosenfeld. “Porque hay algunas muestras que son lindas visualmente, pero no interactúas, no sos parte de la experiencia. Queríamos crear algo para que el público pueda formar parte de la vida de Leo y ellos sean Leo. Sentir la emoción. Creo que hemos hecho un buen trabajo. El tiempo dirá si a la gente le gusta”.
La entrada cuesta entre US$30 y 50 para niños y adultos, dependiendo del día y el horario, y hay descuentos para grupos. El propio Messi dijo sobre la experiencia que lo tiene como protagonista: “Estoy muy feliz de ser parte de este proyecto que permite a mis fans acercarse a mi viaje dentro y fuera de la cancha. A lo largo de mi carrera siempre me esforcé por inspirar y conectar con la gente a través de mi pasión por el fútbol. Esta experiencia ofrecerá una oportunidad única para revivir los momentos más memorables y sentir las emociones que han marcado mi camino”.