El fútbol brasileño suele sorprender todos los fines de semana con situaciones insólitas, a veces con goles en contra increíbles, otros con episodios de violencia y en este caso con una curiosidad reglamentaria, producto de una picardía y dos pelotas en el campo de juego.

En una nueva jornada del Brasileirao, Flamengo recibió a Criciúma no en el Maracaná de Rio de Janeiro sino en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, pero igualmente ante una multitud de hinchas. Se sabe, el Mengao tiene fanáticos por todos lados.

Lo que llamó la atención del duelo del equipo dirigido por el prestigioso Tite, sin embargo, fue una insólita jugada que dejó a todo el mundo desconcertado por no saber qué tenía que hacer el árbitro.

En el cierre del partido, con el 1-1 en el marcador tras el gol de la visita a través de Fagundes en el minuto 35 de la primera y el empate de Pedro en el 31 del complemento, Flamengo iba con todo para llevarse la victoria.

En una de las jugadas de peligro sobre el arco defendido por Gustavo, del Criciúma, el atacante Everton se metió en el área y estaba a punto de patear cuando el zaguero Barreto recurrió a una «avivada»: aprovechó una segunda pelota que inexplicablemente se encontraba allí, y la pateó para impactar contra la que llevaba el jugador del Flamengo, frustrando su remate con una carámbola de billar.

Maguielson Lima Barbosa, el árbitro del encuentro, se llevó el silbato a la boca y no tuvo dudas: fue penal para Flamengo, más allá de las protestas de los jugadores de Criciúma, que reclamaban su decisión con más bronca que convicción.

En medio del revuelo, Gabigol, el goleador inoxidable que fue héroe ante River en 2019, se hizo cargo de la infracción y marcó el 2-1, tomándose revancha de otro penal que había desperdiciado su compañero Pedro, en el arranque de la segunda mitad.

¿Estuvo bien lo que cobró el árbitro? Por supuesto. En la regla 12 del reglamento, entre las diez infracciones que menciona la International Board que se sancionan como tiro libre directo se encuentra la de «lanzar un objeto contra el balón, a un adversario o a un árbitro, o golpear el balón con un objeto». En este caso, el objeto fue la otra pelota.

Flamengo se llevó los tres puntos y, tras un arranque irregular, se consolida como escolta de la liga local, a cinco puntos de Botafogo, que es líder con un partido más, en un torneo que está llegando a la mitad de su desarrollo.

Criciúma, por su parte, no sólo se fue a casa con su séptima derrota en 16 encuentros, que lo complica en la lucha por la permanenica. Los del estado de Santa Catarina volvieron a su ciudad conociendo un apartado poco explorado del reglamento de fútbol.



Fuente Clarin

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