Lo natural sería que Agostina Hein no estuviese aquí, en un estadio París La Defensa en Nanterre repletó de fanáticos en las tribunas. La nacida en Campana hace 16 años debería estar pensando en cómo zafar de alguna prueba de la Secundaria o planificando una salida nocturna con sus amigos. Sin embargo, acá está en la pileta olímpica parisina, entre las grandes, mezclada sin envidiarle nada a las mejores nadadoras del planeta. Hein, la más chica de la delegación argentina en París, hizo historia en los 400 metros. Su historia. No se clasificó a las finales, es verdad, pero eso no tiene demasiada importancia para la mayor de las promesas de la natación nacional.

«»Estoy muy contenta con todo. El hecho de estar acá ya es un orgullo. Pensé que a los Juegos los iba a mirar por la televisión«, dijo Agostina segundos después de salir del agua. Y siguió: «Podría haber tenido una salida más fuerte. Igual, tuve buenas sensaciones. La marca no es la mejor: hice 4m14s y yo tengo 4m08s».

Hein culminó segunda en su serie, tan solo por detrás de la alemana Leonie Maertens. Sin embargo, la teutona tampoco entró en la final. La campanense finalizó en el puesto 18 de las 21 participantes con un tiempo de 4:14:24.

Conviene aclarar que no es una prueba sencilla la que disputó Hein: primera en la clasificación quedó la estadounidense Katie Ledecky, quien además ostenta el récord olímpico (5:56:46 en Río de Janeiro 2016); y segunda fue la australiana Ariarne Titmus, dueña de la mejor marca mundial (3:55.38). Ledecky, entonces, tiene todo para agigantar su marca de medallas, ya que ostenta siete doradas y tres de plata en su historia olímpica.

«Llegar acá no fue fácil. Dejé mucho de lado, muchos entrenamientos; muchas tristezas y alegrías. Sé que aún tengo varias cosas por recorrer. Me queda mucho por aprender», señaló Hein.

Y, quizás trazando un paralelismo con lo que le ocurrió luego de Tokio 2020 a Delfina Pignatiello -con quienes muchos la comparan hasta físicamente- aclaró: «Las redes sociales son un peligro. Yo tengo la suerte de no ser atacada y de ser apoyada por ser joven. Agradezco no haber pasado lo que pasaron otros atletas».

Pese al resultado, Hein se fue feliz por el fantástico y muy complejo hecho de estar acá en París. Y además, el próximo 2 de agosto tendrá revancha en los 800m estilo libre, su prueba fuerte.»Un saludo a mí papá y a mí mamá. Ellos mueven cielo y tierra por mí; me acompañan a la hora que sea», cerró la joven Hein. .



Fuente Clarin

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