tras las acusaciones, cómo se dirime el conflicto entre el presidente de Talleres y el árbitro

Un presidente que denuncia haber recibido una trompada del árbitro. El propio referí que asegura haber visto a dos custodios del dirigente armados en su vestuario. Un escándalo que se produjo dentro de la cancha y amenaza con dirimirse en la Justicia ordinaria. El fútbol argentino volvió a mostrar su cara más oscura en la madrugada del domingo, tras el duelo entre Boca y Talleres. La clasificación del conjunto azul y oro en una increíble definición por penales quedó opacada por el bochorno que se vivió en el interior del estadio mundialista de Mendoza. Y tuvo como protagonistas a Andrés Fassi y Andrés Merlos.

El mandamás de Talleres abrió el fuego frente a las cámaras de televisión. “Le pregunté por qué seguía perjudicando a Talleres, porque no es la primera vez que este árbitro lo hace, la situación del gol es inexplicable”, disparó Fassi en referencia al gol de Brian Aguirre, que se produjo después de que el delantero xeneize recuperara la pelota fuera de los límites del campo de juego.

“Empezó a gritar y me dice: ‘Si queres hablar, te invito para que vengas’. Yo le dije: ‘Con todo gusto, claro que vine a hablar’. Y se metió en su camarín, él quería agredirme pero lo frenaban los jueces de líneas”, siguió el dirigente. “Se ve que se les soltó, vino y me agredió. Me pegó una trompada a mí y le pega una patada al vicepresidente, Hugo Gatti”, agregó. Y remató: “Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Va a tener una denuncia penal”. En ese sentido, según pudo averiguar Clarín, Fassi tiene un grupo de asesores legales que hoy podría presentarse en la Justicia cordobesa.

Merlos se mantuvo callado hasta ayer por la tarde, cuando habló de DirecTV Sports Radio. Entonces, declaró: “Fassi dice que le pegué en el pómulo; él estaba sacado y se pegaba contra el escudo de la Policía que me estaba cubriendo a mí por sus amenazas, por sus injurias verbales, por su impunidad…”.

Con un tono compungido, el juez continuó con su relato: «Amenazaba, decía ‘te vamos a matar, hijo de puta, nos vivís cagando’. Con un tono mexicano, parecía así. Yo le decía que venga al vestuario. Ahí estaba la Policía, que puso los escudos. Vinieron al vestuario y ahí me dejan ver la culata de un arma. Yo soy militar y reconozco cuando veo un arma. Me la dejaron ver y me dijeron algo que yo lo sentí en tono amenazante. El custodio de Fassi me dijo: ‘¿Qué carajo te pasa?’ y me muestra la culata”.

El árbitro dijo haber sentido que estaba amenazado de muerte. “Esto se tiene que terminar, lo de este hombre (Fassi) se tiene que terminar. Es la segunda vez que lo voy a denunciar. Se tiene que terminar porque va a pasar algo, eso es lo que yo sentí, que peligraba mi vida, tenía un tipo al lado que no sabía quién era. Tienen tanto poder, no sé de dónde, que hacen estas cosas y, lamentablemente, siento que va a seguir pasando, que lo van a seguir haciendo», apuntó.

Fassi ya había sido suspendido por increpar a Merlos en julio de 2022, tras una derrota de Talleres frente a Central Córdoba, cuando expulsó a Christian Oliva a instancias del VAR. En noviembre del año pasado, también cuestionó al referí durante un partido con Vélez en Liniers. Entonces, su hijo Juan Pablo Fassi le apuntó al presidente de la AFA. “Cómo le duele a Tapia y a sus secuaces el presente de Talleres, manden al árbitro que quieran y sigan intentando bajarnos. No van a poder, la T es mucho más grande”, consignó en X, la red social de Elon Musk.

Fassi cree hay animosidad de los hombres que conduce Federico Beligoy por su abierta enemistad con Claudio Tapia. El titular de Talleres fue accionista del Grupo Pachuca durante 30 años, está a cargo de la presidencia del Juarez FC de México y tiene negocios en España, donde viajó hace dos meses en representación del consorcio mexicano-estadounidense MountainStar Sports Group para adquirir el Español de Barcelona. Obviamente, el dirigente cordobés está a favor de las Sociedades Anónimas Deportivas y su desembarco en el fútbol argentino, situación por la cual está bregando el gobierno de Javier Milei, la misma que provoca una gran resistencia en la AFA.

Maxi Levy, presidente de Almirante Brown y hombre del riñón de Chiqui, publicó en redes sociales: “Soldado de Merlos de acá hasta el fin de mi vida”. Todo un mensaje contra Fassi.

Desde la Asociación Argentina de Arbitros que conduce Beligoy (sí, el mismo que también es el jefe de los referís en AFA), se emitió un comunicado en el que “repudia y rechaza los hechos acontecidos en la zona mixta de vestuarios presuntamente con allegados al club Talleres”. Nombra a los cuatro árbitros, el propio Merlos, los asistentes Diego Bonfa y Pablo Gualtieri, y el cuarto hombre, Felipe Viola. En el mismo sentido se expresó la Unión de Arbitros Deportivos de Argentina, cuyo secretario gremial es Sergio Pezzotta. Y tuvo el reposteo de Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la AFA.

Los líneas tampoco tuvieron una noche feliz. Bonfa debió haber hecho algo más en la jugada de Aguirre, aunque podrá argumentar que estaba en el sector opuesto. Gualtieri cobró un offside inexistente de Zeballos en el segundo tiempo. Después de alzar la bandera, Jabes Saralegui quedó mano a mano con Guido Herrera y definió al gol.

Lo cierto es que Merlos se equivocó feo y favoreció a Boca, justo cuando tantos comentarios se habían hecho desde la Bombonera a raíz de su designación. Hace tiempo que circulan fotos del árbitro con una bandera y un short con el escudo de River. El juez nacido hace 43 años en San Rafael dijo que se trató de una imagen fake.

Su peor momento se produjo hace una década, cuando se equivocó, dejó jugar un minuto más del tiempo añadido y Lanús le ganó 3 a 2 a Arsenal. Todavía estaba fresca la muerte de Julio Grondona. Estuvo 148 días sin dirigir. Recién en 2019, cuando renunció al SADRA que su momento hizo todo lo posible para que volviera a trabajar, Beligoy le dio un impulso. Pronto recibió la chapa de árbitro internacional. Desde entonces, empezó a dirigir partidos de alto perfil. El año pasado, incluso, lo nominaron para el Superclásico. Y quedó más expuesto, claro.

¿Qué sucederá si se acredita la agresión de Merlos? El artículo 265º estipula la expulsión del árbitro que «injurie, agravie, provoque u ofenda gravemente o agreda a dirigente de la AFA o de club afiliado, a causa del ejercicio de su cargo».

Por otro lado, el artículo 266º indica: «Suspensión de tres meses a cinco años, según la gravedad de la falta, al que en cualquier forma agravie a la AFA, a dirigente de la misma o de club afiliado, injurie, provoque, ofenda, agreda o intente agredir a dirigentes de la AFA o de club afiliado por actos relacionados con la función de éstos y siempre que los hechos sean de menor gravedad que los especificados en el artículo precedente».