Franco Colapinto se mueve con comodidad por el paddock. No es el mismo que llegó a Monza ese 29 de agosto de 2024 y se encontró en tierra enemiga con personas del ambiente que se preguntaban qué hacía ahí ese argentino de 21 años descontracturado, con su mate en mano y sus respuestas largas a la prensa. Treinta y dos semanas después, con ese pantalón cargo verde que se volvió una marca registrada de su vestimenta, unas zapatillas blancas gastadas y la chomba de Alpine que lleva entre sus publicidades a la empresa argentina de comercio electrónico que fue una clave económica para su regreso, se sienta en una mesa larga de madera en un salón del primer piso del hospitality del equipo francés en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola para confesarle a Clarín que esta segunda etapa no se acabará después de las cinco carreras que confirmó la escudería cuando lo puso en reemplazo de Jack Doohan. «No es que me van a bajar después de una, tranquila», suelta sin atarse a ese comunicado oficial que la semana pasada oficializó su vuelta.

¿Qué tiene de diferente esta vez? es la pregunta que abre a una respuesta inesperada, sin cassette. «Que es cinco carreras y no se aca… Bueno, no se acaba ni la temporada ni es que me van a bajar después, tranquila. Hay muchas cosas que veremos y se valorarán, supongo. No es que son solo cinco carreras. Veremos cómo va todo. Yo, en lo personal, estoy mucho más tranquilo. Al final, cuando tenés la experiencia de subirte a un Fórmula 1, de ya hacer un fin de semana de carrera, de hacer todos los procesos, tenés la tranquilidad de ya saber cómo son las cosas y entender un poquito más cómo va a ser un finde en la F1. Yo el año pasado no sabía nada, no tenía ninguna idea y este año ya la tengo. Y eso me da un poco de tranquilidad«, compara.

Esta vez, el que se suma a la F1 no es un rookie sino un piloto con puntos en la máxima categoría, algo que un argentino no conseguía desde Carlos Reutemann en 1982. Y eso lo sabe también la prensa internacional, que desde que fue fichado como reserva de Alpine empezó a hablar de un contrato de seis carreras de Doohan, lo que finalmente ocurrió (aunque fueron siete, si se tiene en cuenta la última de 2024). «Al final creo que el año pasado fue un poco más la novedad, mi primera vez en Fórmula 1, la primera vez que debutaba. Este año es como que estoy volviendo, me siento un poquito más parte de la F1. De hecho, ya estaba en el grupo del chat, es como que todavía estaba ahí metido», dice con una media sonrisa en referencia al grupo de Whatsapp que tienen los pilotos.

Franco Colapinto con los periodistas argentinos en Imola, Italia. Foto Prensa AlpineFranco Colapinto con los periodistas argentinos en Imola, Italia. Foto Prensa Alpine

Aunque no entra en detalles sobre si habló con Doohan, aclara que «es un muy buen chico». «La verdad es que yo con Jack me llevo muy bien y siempre tuve buena relación. Obviamente que el deporte, justamente la Fórmula 1, es un deporte bastante cruel y complicado. Así que son cosas que pasan. El año pasado subí a la Fórmula 1 en la misma situación que este año, así que estoy un poco acostumbrado. Pero obviamente que no es lindo entrar a la mitad de temporada por otro piloto y más en lugar de un pibe como Jack», reconoce.

En este par de meses, después de estar en presente en Australia y China -las primeras fechas del Mundial-, el bonaerense estuvo recluido en Enstone, sin contacto con la prensa argentina, que aquí y ahora lo tiene al alcance por primera vez. «Fue complicado. No haber corrido hasta este momento fue duro, porque no había pasado ningún año anterior. Nunca había sido reserva y nunca había estado en la pista viendo cómo manejaban los otros y yo no. Así que fue un poco difícil, pero por suerte ya estoy de vuelta. ¿Si preferí estar en la fábrica? Bueno, también me servía mucho más, ¿no? A mí y al equipo, que yo esté en el simulador, creo que fue bueno para todos», recalca.

Franco Colapinto atendió a la prensa internacional con Lance Stroll, de Aston Martin, y con Oscar Piastri, de McLaren. Foto: APFranco Colapinto atendió a la prensa internacional con Lance Stroll, de Aston Martin, y con Oscar Piastri, de McLaren. Foto: AP

«Se habló de mi trabajo en Bahréindonde Pierre Gasly sumó los únicos puntos de Alpine este año tras un arduo trabajo en conjunto con Colapinto en el simulador antes de la clasificación- porque creo que es un poco lo que hacemos. Cuando estamos en el simulador la idea es mejorar el auto para el día siguiente y creo que fue un poco lo que pasó. Así que nada más que seguir mi trabajo, simplemente así», minimiza cuando se lo consulta sobre aquella cuarta fecha de la temporada, cuando el francés cruzó la meta séptimo.

Ahora, su objetivo es conseguir esos puntos arriba de su propio A525. «Yo voy a ir paso a paso y al final después veremos dónde llegamos. Creo que mi objetivo es más que nada enfocarme en mí y no mucho en los tiempos ajenos. Y después eso que yo creo que por sí solo irá progresando. Hace mucho que no estoy en un fin de semana de carrera y estoy medio oxidado, quizás. Yo creo que me llevará un tiempito para acostumbrarme de vuelta y estar fino otra vez. Imaginate que Carlos (Sainz, en Williams) y Lewis (Hamilton, en Ferrari) hicieron cinco carreras y decían ‘no, bueno, necesito un año más para acostumbrarme al auto’. Imaginate yo que no tengo ni una décima parte de la experiencia de ellos», recuerda.

«Bueno, el equipo me puso acá porque obviamente sienten que es lo que necesita el equipo y que es una mejora. Yo lo que vengo a traer es un poco la experiencia, todo lo que yo también puedo traer, que aprendí el año pasado, siempre va a servir. Y en especial es un poco de consistencia en el equipo, de traer un poco de eso que queremos, ir por un fin de semana y ir por todos los procesos de una manera un poco más tranquila y suave y llegar al final del fin de semana en un poco mejor forma, digamos», agrega.

Sabe Colapinto de su talento y también de las limitaciones del A525 que comenzará a manejar este fin de semana, tras su trabajo en el simulador y en el monoplaza de 2023 en los TPC para reservas. «Creo que es muy dependiente del circuito en el que estemos. Obviamente que la parte del motor nos está costando mucho. Perdemos mucho tiempo en la parte de la recuperación de energía y todo eso. Así que es muy complicado -afirma-. El auto no va mal. Esa es la parte más importante, pero también es un poco lo que te dije que estamos lejos con el otro. Así que, nada, a seguir mejorando y paso a paso».

«Tenemos que mejorar un poco el auto. Creo que es un poco el objetivo que tenemos en general y en común con Pierre también. Primero, obviamente, de mi lado, adaptarme al auto, al equipo, a todos los procesos y los temas complicados que tiene un Formula 1 y que cambian mucho de equipo a equipo. Tengo que trabajar, obviamente, en la parte del manejo y todo eso. Y después, el objetivo es mejorar el auto. Estamos un pasito atrás y hay que dar ese saltito de vuelta para estar ahí en la pelea por los puntos, porque por ahora no estamos», asegura.

Sin embargo, no se muestra presionado, ni por lo que ocurrió a Doohan ni por lo que espera el público. «Es lo mismo que esperaba el año pasado, no cambió mucho eso. Y nada, con ganas obviamente, muy contento de que toda la gente esté feliz de verme de vuelta y que estén disfrutando tanto como yo haber vuelto», se enfoca.

Aunque son solo apenas siete minutos de charla, se presta a la broma cuando un colega le pregunta qué pasaría si Flavio Briatore, el hombre que lo puso de nuevo arriba de un F1 y su jefe en Alpine, lo obligara a protagonizar otro Crashgate, el escándalo de 2008 en el que mandó a Nelson Piquet Jr a estrellarse para favorecer a Fernando Alonso en Renault. «Es el otro el que me va a tener que dar una mano a mí», suelta mientras se para y se va



Fuente Clarin

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