Independiente mostró mejoras en los últimos partidos, pero fuera de la cancha sigue siendo un polvorín. Una vez más, la violencia se hizo presente en el Libertadores de América. Y todo hace indicar que la gresca que se produjo en los últimos minutos del clásico con River se debería a un enfrentamiento de barras.
El episodio no deja dudas. Cuando se jugaban treinta y pico de minutos del segundo tiempo entre el Rojo y el Millonario, un grupo de la barrabrava “oficial” dejó la tribuna Norte y, ante la pasividad policial y de los agentes de seguridad privada, entró sin ningún inconveniente en la platea Bochini Baja y golpeó salvajemente, a puños y patadas, a un hombre, al que luego sacaron por una de las salidas de una esquina del estadio.
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Encapuchados y con camperones de la barra brava, agredieron salvajemente a un hombre a puro golpes de puño y patadas.
Tras el episodio, circularon dos versiones. Una indicaba que se trataba de un ladrón; la otra, de un hincha de River infiltrado. Resulta llamativo que los barras bajen del paravalanchas y se crucen de un sector a otro para atacar a un ladrón o a un infiltrado…
Hubo otra situación que llamó la atención: un grupo de la Tribuna Sur intentó forzar la puerta y el alambrado que lo separaba de la Bochini, aunque sin éxito. Recién pudieron atravesar la platea cuando la puerta estaba abierta y ya no quedaba nadie. Recién ahí se dejó ver la barra disidente, a pesar de no haberse subido a los paravalanchas durante el partido. ¿Qué hubiese pasado si lograba su cometido antes?
La interna en el Diablo sigue al rojo vivo. Y al final de los partidos, cuando el estadio se vacía, los muchachos de los tablones se quedan enrollando banderas y juntando los elementos de percusión. Y aprovechan para gritarse e insultarse de una tribuna a otra. Una práctica habitual después de cada partido de local.
Las investigaciones de los organismos de seguridad, según pudo saber Clarín, apuntan, además, a un ajuste de cuentas por el reciente episodio de violencia en la parrilla “El Tano” cuando la facción disidente del «Rey de Copas» irrumpió en el lugar y se enfrentó a tiros con «Los Dueños de Avellaneda», la barra oficial, en un sitio habitual de reunión de los barras que manejan los negocios de la tribuna en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, ubicado en Wilde, mientras la facción que ocupa la tribuna Norte celebraba el cumpleaños del «Ninja», uno de sus miembros.
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En las inmediaciones de la reconocida parrilla El Tano, ubicada en el partido de Avellaneda, dos facciones de la barra del club Independiente se enfrentaron a los tiros. Hubo corridas, gritos y tensión. No hay heridos.
En ese momento, un grupo de 10 personas abrió fuego contra los miembros de “Los Dueños de Avellaneda” y luego huyeron rápidamente bajo los disparos de represalia. La facción oficial persiguió a los agresores, intensificando aún más la violencia. Sucedió hace 10 días.
Mientras tanto, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte se encuentra abocada a tratar de identificar a los agresores de la platea Bochini para averiguar antecedentes y, una vez identificados, aplicarles derecho de admisión. Para ello, le pidieron colaboración a la dirigencia de Independiente.
A los dirigentes, por su parte, este hecho los tomó por sorpresa. Es que la atención estaba puesta en resolver el problema del aforo reducido, que generó serios incidentes en el ingreso en la previa al clásico del domingo.
“Les pido disculpas a los los socios y simpatizantes por todos los hechos que se sufrieron ayer (por el domingo). Esto tiene su origen en una medida sumamente injusta, que tiene que ver con el aforo que se impuso sobre las dos tribunas cabeceras. El aforo hizo que el ingreso al estadio fuera un poco más complejo y ahí se dieron una serie de circunstancia, donde se acercó gente sin entrada y cuando pasó eso, se cerraron algunos accesos y quedaron abonados y plateístas afuera del estadio”, afirmó Néstor Grindetti, el presidente de la institución. A su vez, en el club olfatean maniobras políticas detrás de esto.
En tanto, Daniel Seoane, secretario del club, puntualizó en el hecho de violencia. “Le estamos pidiendo un informe a la Policía y APreViDe para que nos digan que paso ahí. Nosotros estábamos del otro lado y no pudimos ver. Calculo que los que se pelearon tendrán derecho de admisión. Lo que pasó fue un escándalo”, manifestó en radio Splendid.
La interna de la barra sigue y es un problema recurrente que cada tanto recrudece y pone en vilo a todo Independiente con nuevos capítulos.