Miguel Angel Russo asumió en el último tramo del torneo sabiendo que el 2024 de San Lorenzo ya era cosa juzgada, pero con la premisa de aprovechar las fechas restantes para adelantar trabajo y empezar a moldear al plantel y al equipo según su idea para ya ganar terreno de cara al año próximo. Es una etapa de evaluación, conclusiones y primeras decisiones para el técnico del Ciclón que ya se va imaginando lo que quiere para la temporada que viene.

La primera certeza que le entregó la dirigencia de Marcelo Moretti es la continuidad de Alexis Cuello, el delantero por quien San Lorenzo abonó 1 millón de dólares por el 60 por ciento del pase al semana pasada. Pero Miguelo necesita más. Pidió específicamente por la renovación de otro atacante que levantó su nivel en este ciclo: Ezequiel Cerutti. Al Pocho, que hoy es titular inamovible, se le termina el contrato a fin de año y debe extender para seguir.

Igualmente, una de las mayores preocupaciones, sino la mayor por estas horas, está en la otra área. El arco azulgrana no tiene un dueño fijo desde la partida de Augusto Batalla. Los niveles de Facundo Altamirano y de Gastón Gómez tienen altibajos y no terminan de entregar la seguridad deseada. Por eso, Russo busca un arquero probado. Fueron ofrecidos nombres importantes los últimos días: el peruano Pedro Gallese y Sergio Romero. La búsqueda continúa.

El entrenador considera que hay otros puestos que cubrir también. Un defensor central más, un volante de marca y otro de creación son lugares en los que pidió poner el foco en el mercado de pases de verano. ¿Y un centrodelantero? San Lorenzo trajo varios 9 este año. El titular es Cuello, pero están Andrés Vombergar y Francisco Fydriszewski, quien quedó en el ojo de las críticas por el penal picado y errado ante Godoy Cruz. El Polaco le parece un delantero interesante, aunque le costará dar vuelta la relación con el hincha. La dirigencia podría buscarle una salida en este receso.

Sabe Russo que para la pretemporada, que podría ser parte en Buenos Aires y parte en Uruguay (con algunos amistosos), tendrá recuperados soldados clave que también serán refuerzos: Gastón Hernández, Nicolás Tripichio, Nahuel Arias y Malcom Braida, que podría reaparecer ya este viernes.

Son muchos los que deben retornar al club de Boedo de diferentes préstamos: Francisco Flores, Alexis Sabella, Diego Calcaterra, Agustín Lamosa, Ezequiel Herrera, Tomás Silva, Ezequiel Aranda, Juan Ignacio Goyeneche, Ignacio Vallejos y Renzo Uriburu. Si bien no todos tendrán lugar en el plantel, desde el cuerpo técnico van a evaluarlos pensando en la posibilidad de que formen parte del primer equipo azulgrana.

A San Lorenzo le quedan cuatro fechas para cerrar un año negro en el que no prosperó en ninguna de las competencias en las que participó y en el que echó a Ruben Darío Insua y pasó sin éxito el ciclo de Leandro Romagnoli. Belgrano, River, Argentinos y Tigre son sus últimos rivales, que le servirán a Russo para anotar las últimas conclusiones en su borrador y luego sí sentarse con la dirigencia para pulir los últimos detalles del armado de su San Lorenzo versión 2025.



Fuente Clarin

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