Difícilmente los organizadores del Masters 1000 de Shanghái podrían haber aspirado a una final mejor que la que ofrecerán este domingo a los aficionados del tenis. De un lado de la red estará el italiano Jannik Sinner, quien este sábado se aseguró terminar la temporada como número uno del ranking de la ATP. Del otro, el serbio Novak Djokovic, quien en territorio chino procurará alzar el 100° trofeo de su notable carrera profesional.
En la primera semifinal disputada este sábado, Sinner superó por 6-4 y 7-5 al checo Tomas Machac, 33° en el escalafón mundial, para acceder a su tercera final en un Masters 1000 este año (fue campeón en Miami y en Cincinnati) y al octavo encuentro decisivo en la temporada (solo perdió en el ATP 500 de Beijing ante el español Carlos Alcaraz).
Machac, que en los cuartos de final había eliminado a Alcaraz, quebró en el primer game del encuentro el servicio del italiano, quien recuperó el break en el cuarto. El duelo entró en un intercambio de puntos de alta intensidad y en el 10° game el número uno del mundo volvió a romper el servicio de su rival para anotarse la manga por 6-4.
El segundo set también fue parejo y estuvo a punto de inclinarse a favor de Machac en el noveno juego, cuando con el marcador 4-4 Sinner tuvo que salvar dos break points. El jugador nacido en San Candido salió airoso de esa situación y tres juegos más tarde logró romper el saque de Machac para ganar el capítulo por 7-5 con su primer match point.
Con esta victoria, su 64ª en 2024 (solo registra 6 derrotas), Sinner no solo avanzó a la final del penúltimo Masters 1000 de la temporada, sino que además se aseguró terminar el año como número uno del mundo, puesto que ocupa desde el 10 de junio. De esta manera, se convertirá en el 19° tenista de la historia y en el primer italiano en lograr este honor.
Sinner, que este año ganó sus primeros dos títulos de Grand Slam en Australia y Estados Unidos (nadie lo había conseguido en un mismo año desde que Guillermo Vilas lo hizo en 1977), será el cuarto jugador en actividad en cerrar una temporada en el primer lugar del ranking, junto a Djokovic, Alcaraz y Rafael Nadal (esta semana anunció que se retirará en noviembre).
“Es increíble. Es algo con lo que soñás cuando sos un niño, cuando sos joven, simplemente llegar al número uno. Ahora, llegar al final del año en esa posición también es una sensación diferente y especial”, valoró el italiano. “Esto es algo que no podría lograr sin toda la gente que tengo alrededor: la familia y los amigos, y también es un gran mérito de mi equipo”, añadió.
Su rival en el duelo decisivo del certamen que se disputa sobre canchas duras y que reparte 8.995.555 dólares en premios será Djokovic, quien batió en otra dura semifinal al estadounidense Taylor Fritz por 6-4 y 7-6 (8-6).
Ante un adversario que tiene el saque como su arma más peligrosa, el serbio centró su juego en la devolución desde el primer momento: tras obligar al norteamericano a salvar tres break points en su primer turno de servicio, el número cuatro del escalafón mundial pudo quebrar en el quinto game y así encaminó las cosas para quedarse con el primer set.
La segunda manga comenzó más igualada y precisamente en un disputado quinto juego, en el que Fritz salvó otra chance de break, el balcánico encendió las alarmas al llevarse la mano a su maltrecha rodilla derecha con gesto de dolor. Si bien logró reponerse, las molestias reaparecieron al final del 11° game. En ese caso, Djokovic tuvo que pedir un descanso para recibir asistencia del fisioterapeuta por dolores en la parte izquierda de la cadera.
Aunque esto lo limitó y le hizo fallar más tiros que de costumbre, Nole no dejó que Fritz, quien había malgastado la oportunidad de romperle el saque en el octavo juego y también había desperdiciado un set point, oliera la sangre. Tras una hora y 56 minutos de labor, y por la vía del tie break, pudo sellar su acceso a la final.
El domingo y ante Sinner, el jugador que más veces se quedó con el Masters 1000 de Shanghái (lo logró en 2012, 2013, 2015 y 2018) procurará ganar su 100° título del circuito ATP en su 141ª final. Más de 18 años han pasado desde su primera coronación: fue el 23 de julio de 2006, cuando derrotó por 7-6 (7-5) y 6-4 al chileno Nicolás Massú en el duelo decisivo del torneo de Amersfoort, en los Países Bajos.