Sin Novak Djokovic tras su esperable baja, ocho jugadores definirán el Masters desde el domingo. Por primera vez desde 2001 el torneo que cierra la temporada no contará con el propio serbio, Nadal y Federer, los tres tenistas que por escándalo se convirtieron en los más grandes de todos los tiempos. Entonces considerar al gran favorito al título no resulta tan sencillo. Aunque, claro, hay motivos para aventurar qué podrá ocurrir.
Jannik Sinner partirá como el gran candidato. Fue el mejor desde el inicio de la temporada y querrá ratificarlo con su primer Masters en su tercera presentación. Llegará descansado tras no jugar en París, en un gran estado de forma y confianza luego de ganar en Shanghai y la cancha dura bajo techo y no extremadamente veloz le viene bárbaro. ¿El plus? El torneo se jugará en Turín y los italianos están ansiosos por ver la coronación en vivo de su primer Maestro.
Justamente el título en París revitalizó a un Alexander Zverev que venía mal en las últimas semanas por algunos inconvenientes físicos. Al campeón de 2018 y 2021 lo potencia un saque devastador. Su año fue muy bueno aunque no poder ganar un Grand Slam -su cuenta pendiente- no lo transforma en sobresaliente. La cancha lo favorece porque necesitará puntos cortos para no sufrir con sus problemas respiratorios.
Carlos Alcaraz brilló en polvo de ladrillo y césped en el año y tiene todas las variantes pero algunas derrotas sorpresivas lo dejan en una situación curiosa de cara al torneo. Le puede ganar a cualquiera pero, como le pasó en París con el francés Humbert, también puede perder con cualquiera.
Resulta muy raro ver que Daniil Medvedev no consiguió un título en 2024. Campeón hace dos años, sufre una temporada amesetada. Aunque sacarlo del lote de candidatos podría ser un gran error.
Quien sí tuvo una gran temporada fue Taylor Fritz. En Flushing Meadows llegó a su primera final de un Grand Slam y en el año ganó dos títulos. De los enemigos, es el más peligroso. Y si se anima a desafiar a los mejores -Sinner, Zverev y Alcaraz- hay que sumarle algunos porotos.
Casper Ruud tuvo un año al que se lo puede dividir en dos partes bien diferentes. En el primer semestre ganó 40 partidos y perdió diez, obtuvo los títulos de Barcelona y Ginebra, fue finalista en Los Cabos, Acapulco y Montecarlo y semifinalista en Roland Garros; en el segundo, su record es 10-14 y apenas los cuartos de final de los Juegos Olímpicos fue su mejor resultado. Aquel colchón de la primera mitad lo llevó a Turín. Pero se espera poco de él por su presente.
El debutante será Alex de Minaur. En 2024 se lo vio más agresivo y logró dar un gran salto de calidad en su tenis. Se lesionó en Wimbledon pero se recuperó a tiempo para llegar al Masters. Además, se adapta muy bien a la cancha.
El último pasajero es Andrey Rublev, quien fue protagonista de una temporada con más sombras que luces para un jugador de su jerarquía. Sorprendió en Madrid y se metió de lleno en la lucha por la pelea grande. Pero le faltó regularidad y, quizá, algún descanso, más a nivel mental que físico. Tiene todos los golpes pero la cabeza, en su caso, vuela como la de nadie.