Sebastián Báez se quedó este domingo con el festejo atragantado en Rumania. La final del ATP 250 de Bucarest era su tercera en el año: había ganado en Río de Janeiro y perdido en Santiago de Chile. Y pese a que es el tenista con más victorias sobre polvo de ladrillo en las últimas cuatro temporadas -por encima de Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Novak Djokovic o Casper Ruud-, el italiano Flavio Cobolli (45° del ranking) lo superó por un doble 6-4.

Báez, número 36° del escalafón y que partía como primer cabeza de serie, había accedido al partido decisivo tras imponerse en las semis al húngaro y 90° Marton Fucsovics (6-2, 6-2), pero no pudo levantar el octavo título de su carrera debido a la solidez de Cobolli, tercer preclasificado.

Pese a ser especialista sobre polvo de ladrillo, el oriundo de San Martín de 24 años se quedó con las manos vacías porque el italiano demostró su destreza en la devolución, principalmente, donde aprovechó las oportunidades que se le presentaron para quedarse con el saque del bonaerense.

En el set definitivo, la impaciencia fue la causante de muchos errores no forzados por parte de Báez, quien siempre a contracorriente y contra un Cobolli bien metido en pista, llegó a salvar seis match point, hasta que en el séptimo el italiano cerró definitivamente la final.

Báez, de 24 años, volverá a jugar esta semana en el Masters 1000 de Montecarlo, sobre polvo de ladrillo, ante el checo Tomás Machác (21° del mundo), torneo en el que también estarán sus compatriotas Francisco Cerúndolo (23°), Tomás Etcheverry (44°), Mariano Navone (61°) y Camilo Ugo Carabelli (63°), estos últimos dos accedieron al cuadro principal desde la qualy.

La pareja formada por el argentino Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers lograron en contrapartida de Báez su undécimo título como equipo al ganar en la final de Bucarest a los alemanes Jakob Schnaitter y Mark Wallner por 7-6 (3) y 6-4. El dueto hispanoargentino, primer favorito, tardó una hora y 34 minutos en resolver el choque e inaugurar su palmarés en 2025.

Es el vigésimo séptimo título para el español y el vigésimo tercero para el argentino como doblistas. El pasado año ganaron el Masters 1.000 de Canadá y el de Roma. Han disputado dos veces la final de Wimbledon -2021 y 2023- sin éxito y una la del Abierto del Estados Unidos, también con derrota. El título de Grand Slam es una cuenta pendiente que intentarán saldar esta temporada.



Fuente Clarin

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