El Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino resolvió que el encuentro entre Godoy Cruz y San Lorenzo correspondiente a la tercera fecha de la Liga Profesional de Fútbol, que se suspendió el 25 de mayo en el estadio Malvinas Argentinas durante el segundo tiempo como consecuencia de incidentes provocados por la parcialidad local, se reanude. Además, sancionó al club mendocino con la quita de tres puntos al final del certamen y también con una multa económica.
Con la presencia de seis de sus ocho miembros (faltaron Sergio Fernández y exjuez de la Cámara Federal porteña Jorge Ballestero), el Tribunal rechazó los argumentos de la dirigencia del Tomba, que había alegado su falta de responsabilidad en la organización del fallido operativo de seguridad, pero también aplicó una sanción relativamente leve, puesto que el artículo 80° del Reglamento de Transgresiones y Penas contempla penas de hasta 30 puntos de descuento por hechos como los ocurridos en la cabecera sur del Malvinas Argentinas.
A través de su Boletín N° 6501, el ente disciplinario de la casa madre del fútbol vernáculo resolvió, además del descuento de tres unidades, aplicar una multa de 500 entradas por tres fechas al Bodeguero, que también deberá pagar a San Lorenzo los gastos de traslado que le demandará la continuidad del encuentro, cuya fecha todavía deberá ser fijada.
El Tribunal también recomendó que los 43 minutos restantes (el informe del árbitro Nazareno Arasa consigna que el juego se detuvo a los 2 minutos del segundo tiempo) se disputen sin presencia de público en el estadio y sugirió que la misma medida se disponga para los próximos dos encuentros de Godoy Cruz, aunque ello deberá ser avalado por el Comité Ejecutivo de la AFA.
Si bien los incidentes que motivaron la suspensión, cuando el encuentro estaba empatado 1 a 1, ocurrieron al inicio del complemento, los enfrentamientos entre dos facciones de la barra tombina por el control de la tribuna se habían sucedido desde el comienzo del encuentro. De hecho, Arasa había tenido que detener las acciones tres veces durante el primer tiempo: una por la caída de una bomba de estruendo muy cerca de la posición del arquero visitante Gastón Gómez y otras dos por el lanzamiento de proyectiles. Además, antes del comienzo del duelo, los dos micros que trasladaban a la delegación de San Lorenzo habían sido apedreados. Y en el primer tiempo también se habían registrado escenas de pugilato entre hinchas en la popular.
Al comenzar el segundo período, la cabecera sur, que había estado casi plenamente ocupada durante el primer capítulo, lucía prácticamente desierta. Solo permanecía allí un puñado de simpatizantes. Un grupo de aproximadamente 50 personas encapuchadas reanudó el lanzamiento de piedras y trozos de cerámicos que habían sido arrancados de los baños. Entonces 20 policías de Infantería entraron a la popular para sacar a los barras. Y Arasa dispuso la suspensión definitiva. “No estaban las garantías dadas. Se trata de cuidar la integridad física de todos. Se empezaron a escuchar los balazos y lo mejor y más sano fue suspenderlo”, justificó el árbitro.