Franco Colapinto renovó la ilusión de los argentinos, que volvieron a tener un piloto nacional en la Fórmula 1 después de 23 años. En Brasil, donde se esperan 10 mil fanáticos para la carrera del domingo, también se oficializó el deseo de volver a organizar el Gran Premio de Argentina a través de la reunión de Daniel Scioli, Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, con Stefano Domenicali, el CEO de la categoría reina del automovilismo mundial.
“Tuvimos una muy buena reunión para poner en marcha todo lo que significa un evento tan exigente, sofisticado y prestigioso: la posibilidad de la vuelta de la Fórmula 1 a la Argentina”, le dijo el funcionario del gobierno nacional a Clarín después del encuentro realizado en el hospitality de la categoría, ubicado en el paddock de Interlagos, y al que también asistieron Torben Olsen, el jefe de Desarrollo y Carreras de la F1, César Carman, presidente del Automóvil Club Argentino, y el empresario Felipe Mc Gough.
Consultado sobre cuál podría ser una fecha tentativa para el regreso de la F1 a Buenos Aires -algo que no ocurre desde el 12 de abril de 1998-, Scioli remarcó que los trabajos en el autódromo demorarían al menos dos años. “Lo que falta es un trabajo integral con respecto a la ingeniería del autódromo y la ingeniería financiera, encontrar la fecha disponible”, agregó.
“Ahora vamos a entrar en detalles en la etapa que viene pero lo importante es que se puso en marcha. Hay un gran interés del sector privado en invertir así que tengo confianza”, puntualizó.
Scioli contó que “Domenicali es un apasionado de Argentina, es un tano (sic) maravilloso”. “Me hizo sentir un gran orgullo por la forma en que habló de Colapinto. Lo de Franco en la F1 es conmovedor”, reconoció.
Según pudo saber Clarín, el dirigente italiano que está al frente de la categoría desde 2020 está encantado con el pilarense de 21 años y afirmó que es el piloto que la Fórmula 1 necesitaba, en otro espaldarazo para el futuro del integrante del equipo Williams, donde no tiene una butaca para el próximo año.