Aquí, cuando este viernes desde las 20:30 ruede la pelota en el desparejo césped del mítico Centenario de Montevideo, Lionel Scaloni buscará tener una pequeña revancha personal. Y es que al entrenador nacido en Pujato le quedó por mucho tiempo dando vueltas en la cabeza la derrota 0-2 ante Uruguay en la Bombonera. En aquella jornada, Marcelo Bielsa le ganó ampliamente la batalla táctica y dejó sin respuestas a la Scaloneta, cuestión que nadie había conseguido. En los siete años del laureado ciclo (83 partidos), se acumulan apenas 8 caídas, pero ninguna tan contundente como la que sucedió con la Celeste.
Para Scaloni, Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala, hablar de Bielsa es hablar de un maestro, un referente, un faro al que contemplar. Tal vez se les adelantó el Loco en la jornada en cancha de Boca en noviembre de 2023. «Lo felicito. Un equipo de autor en su primera experiencia», lo elogió a Scaloni. «Amigo mío, te veo triunfar. Me alegro mucho, Pablito», le soltó a Aimar. Luego, durante el duelo, la sensación fue que a la Scaloneta le faltó rebelarse, mover las piezas con mayor rapidez para contrarrestar la sorprendente táctica de Uruguay. Acá, en el Centenario, los técnicos de Argentina tendrán la oportunidad de bajar del póster al Loco, de faltarle el respeto futbolísticamente hablando. Claro que no será sencillo.
La relación de Bielsa con Aimar y Ayala es muy conocida. Por ejemplo, al Payaso lo fue a ver en su partido despedida en Estudiantes de Río Cuarto, mientras que al defensor le confió por largos años la cinta de capitán en Argentina. La relación con Scaloni es más particular porque solo coincidieron en un par de convocatorias. Y en la primera de las citaciones, en 2002, el Loco le marcó la cancha a su manera: mostrándole el video del duelo entre Deportivo La Coruña y Racing de Ferrol en el que jugó con poca energía. “Era un partido que tenía validez porque era por la Copa del Rey, pero nosotros íbamos algo desganados. Marcelo me dijo: ‘Esta no es actitud de Selección. Éste no es un jugador de Selección’. Y tenía razón. No era una actitud de Selección, y eso siempre me quedó grabado”, supo contar Scaloni.
Scaloni y los suyos saben mejor que nadie que deben trabajar el doble para superar a Bielsa desde lo táctico. Lo conocen al extremo. En la Bombonera, Uruguay se plantó con un 4-2-3-1 relegando al habitual 4-3-3 y la idea fue jugar mano a mano en todos los sectores de la cancha, correr un poquito más que el rival y atacar con rapidez. Esa noche, la Celeste abrumó a Argentina y se impuso en el mediocampo. Y la novedad fue que el lateral izquierdo Matías Viña era el que saltaba para emparejar con Rodrigo De Paul. A esos movimientos la Scaloneta les encontró la vuelta cuando al duelo le quedaban pocos minutos.
El escenario ahora en Montevideo será distinto. Las alternativas de los locales son salir a asumir el protagonismo desde la tenencia y la presión o esperar en mitad de cancha para salir en velocidad, tal como se -mal- especuló que jugaría en la Bombonera. “Sabemos cómo juegan los equipos de Bielsa: contraatacando y buscando el arco rival. Más allá del sistema de juego, que va variando a lo largo del partido dependiendo de lo que hace su rival, lo que quiere siempre es atacar y hacer goles. Uruguay es un equipo de los buenos, peligroso y rápido”, reconoció Scaloni en conferencia.
Como Scaloni y Bielsa son dos estrategas, esconderán a los titulares hasta los instantes finales. Se presume que Uruguay jugará con un 3-4-3, con Federico Valverde como mediocampista derecho, y con Rodrigo Bentancur y Nicolás de La Cruz como volantes centrales; arriba, a Darwin Núñez lo acompañarían Facundo Pellistri y Brian Rodríguez.
Y la sorpresa de la Scaloneta podría ser jugar a lo Bielsa: con un 4-3-3 bien físico. Ahí, Giuliano Simeone y Nicolás González correrían por las bandas para asistir a Julián Álvarez, el encargado de hacer olvidar la ausencias de Lionel Messi y Lautaro Martínez, nada más ni nada menos que los goleadores del ciclo de Scaloni, con 47 y 32 goles, respectivamente. Pero las variantes son muchas. Existe la posibilidad de que Leandro Paredes se meta entre los titulares para hacer descansar a Rodrigo De Paul, que terminó fatigado los últimos encuentros en Atlético de Madrid y que está al limite de amonestaciones (lo mismo que Enzo Fernández). Otra variante es que solo juegue uno entre Simeone y González y que se meta un ofensivo (Correa, Paz o Almada) para acompañar al Araña y respetar el 4-4-2. No se descarta tampoco la inclusión de Juan Foyth en el lateral derecho por Nahuel Molina, de irregular presente en España.
Lucirá repleto el Centenario porque las entradas se agotaron por la posibilidad de ver a Lionel Messi por última vez en Montevideo. Recién cuando no quedaban tickets se conoció la lesión de la Pulga. De todos modos, la batalla táctica estará garantizada. Y Scaloni tendrá la oportunidad de vengar la masterclass de Bielsa en la Bombonera.