Rodrigo De Paul aprovecha al máximo sus vacaciones tras consagrarse Bicampeón de América. Todavía con varios días por disfrutar en Argentina tras levantar un nuevo título con la Selección, previo a viajar a España para sumarse a la pretemporada con el Atlético de Madrid, el jugador albiceleste no deja oportunidad sin rechazar para sacarle jugo a su tiempo libre. Esta vez sorprendió al ir a ver Tootsie, la obra que protagoniza su amigo Nicolás Vázquez, y fue ovacionado por todo el teatro.
Luego de mostrarse recorriendo el predio de Racing, realizando una descontracturada entrevista con Migue Granados, y asistiendo al casamiento de Paulo Dybala y Oriana Sabatini, ahora para el Motorcito fue momento de visitar el teatro y a su amigo Vázquez, quien no le permitió pasar desapercibido cuando tras finalizar la presentación reveló ante el público la presencia estelar que se encontraba oculta en uno de los palcos del teatro, y lo invitó a subir al escenario.
Al ritmo de Muchachos, que cantarían frente al micrófono entre el actor y el jugador aunque cambiando uno de los últimos versos a «ya somos campeón mundial«, junto a un sinfín de aplausos de parte de toda una sala que se puso de pie, Vázquez le agradeció a De Paul su presencia y rápidamente comenzarían a hacer uso del carisma que los identifica a ambos.
«Lean (Paredes) ya vino dos veces a ver y es fanático», expresó el intérprete. A lo que Rodrigo, entre risas, le respondió: «Ahora yo también«.
Tras las bromas, el futbolista decidió agarrar el micrófono para tomarse unos segundos y agradecerle a los presentes en la sala por el cariño y la ovación. «Gracias por el amor, la verdad es que a donde voy me tratan bien y eso para mí es un orgullo. Yo acá (el teatro) vine como espectador y ellos (el reparto de la obra) son los protagonistas, la rompieron», expresó De Paul.
Y cerró: «La pasé espectacular, gracias por hacerme pasar este buen rato».
Seguidamente, Nico Vázquez volvió a tomar la palabra para, con el permiso de Rodrigo, realizar una confesión de varios años atrás. «Cuando ganamos la primera Copa América, vino a ver Una semana nada más (NdR: otra obra de teatro que protagonizó el actor), también lo invité a pasar al escenario y cuando le dije ‘qué fuerte lo que estás viviendo’, me respondió: ‘Hay más todavía, vamos a por la Copa del Mundo, vamos a salir campeones'», recordó el artista de 47 años para que la sala nuevamente se funda en aplausos hacia la figura de La Scaloneta. Con dicha promesa cumplida, esta vez De Paul parece no haberse especulado con un nuevo objetivo.
En simultáneo, Rodrigo se despidió del escenario, nuevamente bajo el ritmo de la canción célebre del Mundial de Qatar y al grito de «Motor», en homenaje a su apodo de Motorcito que le fue impuesto por Emiliano Dibu Martínez.
Una vez finalizada la obra, el jugador se dirigió a los camarines para charlas en privado con Nico Vázquez y sacarse una foto junto al reparto de la obra, para que ambas partes se lleven un grato recuerdo de una noche a pura ovación.
Por el momento, De Paul todavía tiene varios días por delante para seguir disfrutando de su estadía en Argentina ya que recién deberá decir presente en España el próximo 11 de julio, cuando el Atlético de Madrid comience la puesta a punto para la próxima temporada.