“¿Y por qué no acercarnos y tener la chance de hacer un poco de lío?», deslizó Marcelo Gallardo después de la electrizante victoria de River sobre Instituto en Alta Córdoba, que ilusionó a todos en Núñez con pelear el campeonato. Si bien todavía hay varios puntos por descontar y no depende solamente de River, la esperanza está intacta. Y esa sensación de volver a ser candidato se sustenta no solo en los últimos triunfos, sino en las señales positivas que dio el equipo en la cancha.
En La Docta, River recuperó juego y ese es un argumento importante para sostener la intención de arremeter desde atrás como pretenden Marcelo Gallardo y compañía. Y para ello fue fundamental el buen funcionamiento de mitad de cancha hacia adelante. El sábado ante Banfield habían sido Echeverri y Solari los que aportaron un salto de calidad. El miércoles se sumaron otros futbolistas que tuvieron buenas prestaciones.
Las buenas noticias esta vez llegaron de la mano del mediocampo. Los cuatro de la mitad, que jugaron en rombo como con Banfield, tuvieron un buen partido. Sobre todo, Maxi Meza, quien tal vez haya jugado su mejor encuentro desde que llegó. Parado como interno por la izquierda, se animó a conducir y llevar el juego del equipo. Y de sus pies salieron buenos pases que generaron conexiones de juego. Y hasta estuvo cerca del gol: Roffo le sacó un cabezazo y luego un remate, que tras el rebote derivó en el empate de Pablo Solari.
Por su parte, Echeverri intentó acoplarse al juego de Meza, también dio algunas puntadas con sus pases, aunque tuvo sus intermitencias de siempre. Y antes de salir tiró el corner del segundo gol, que llegó con un cabezazo de Paulo Díaz.
En tanto, Simón y Villagra también estuvieron activos. El juvenil, con remates de afuera, de los cuales uno dio en el palo y el volante central en la recuperación y la claridad para jugar.
Y en el ataque, después de un primer tiempo errático, Solari y Colidio dejaron su sello en el segundo tiempo, en el que ambos convirtieron. El puntano, quien viene derecho, ya que anotó tres tantos en los últimos dos encuentros, convirtió el 1-1 y el ex Tigre anotó el gol del triunfo y además participó de la jugada previa al empate. A su vez, Pity Martínez volvió a entrar muy bien y asistió con un gran pase con tres dedos a Colidio.
“Queríamos seguir acumulando buena sensaciones y se vio, me gustó mucho el equipo. Dominó desde el juego y buscó más allá de arrancar perdiendo, siguió buscando con juego sin desesperarse. Faltaba el gol que se dio después. Nos pusimos en ventaja, nos empataron a través de una jugada que no nos puede pasar y tuvimos la reacción para ganar. Llegamos bastante, estuvimos mejor desde la calidad de juego, eso me gusta y nos da la confianza para repetirlo en los próximos partidos, es una tranquilidad», manifestó el Muñeco.
Eso sí, más allá de la tranquilidad que le dio la recuperación del juego y que el equipo se acerque en identidad a lo que pretenden los hinchas, el entrenador Millonario quedó con una preocupación. Se trata del aspecto defensivo. Es que a River le llegaron poco y le hicieron dos goles. Para colmo, el segundo fue desde un lateral. Entonces, para pelear con más solidez necesita volver a tener la fortaleza defensiva de hace uno meses.
Quizás, la merma física de los campeones del mundo haya repercutido en el funcionamiento de la última línea. Germán Pezzella sigue lesionado y está en duda para el partido del domingo contra Barracas Central. Y se confirmó que Marcos Acuña tiene un desgarro en el isquiotibial izquierdo.
“Hay cosas para mejorar, sobre todo en defensa, que no nos llegaron tanto pero nos hicieron dos goles”, afirmó Gallardo. Y en eso trabajará el laureado entrenador para que a su equipo le calce bien nuevamente el traje de candidato y trate de hacer “lío”.