Diego Martínez renunció a su cargo como DT de Boca, lo hizo después de otra derrota fuera de casa, esta vez frente a Belgrano en Córdoba. Es el final de un ciclo marcado por los pésimos resultados fuera de la Bombonera, dos eliminaciones por penales en la Copa de la Liga y la Sudamericana, y un presente que lo tiene muy lejos en la Liga Profesional, comprometido en la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo.
El entrenador se hizo cargo y anunció su decisión en una conferencia de prensa que no tuvo preguntas pero sí su cruda sinceridad en lo que fue una despedida. Contó que había hablado con Juan Román Riquelme, agradeció por la oportunidad que le dio la dirigencia y reconoció el cariño de la gente, «incluso sin merecerlo», según sus palabras.
Boca debe buscar reemplazante de inmediato, aunque la danza de nombres en realidad viene sonando desde siete días antes, tras la derrota contra River, donde la salida de Martínez pareció estar decretada. El próximo partido es contra Argentinos Juniors, como local, por lo que Riquelme, el Consejo de Fútbol y compañía tendrán unos cuantos días para encontrar una alternativa para salir de esta crisis.
Riquelme habló en Córdoba y les pidió disculpas a los hinchas porque Boca «no está compitiendo», como le gusta decir a él. Y puso cara de pocos amigos cuando le preguntaron por algún posible reemplazo señalando que Martínez había renunciado hacía tan solo unos instantes. Lo que no dijo Román fue que la partida del DT era una posibilidad concreta.
Desde el golpazo en el Superclásico hasta este cachetazo en Córdoba se nombraron a varios entrenadores, algunos con trabajo y otros liberados como para aprovechar la oportunidad de dirigir a un equipo que atraviesa una situación delicada pero con buenos desafíos de cara al futuro: está en los cuartos de final de la Copa Argentina (juega contra Gimnasia posiblemente a fines de octubre) y el año próximo tendrá el Mundial de Clubes 2025 en Estados Unidos, nada menos.
Será Riquelme quien elija al sucesor, que se transformará en el sexto entrenador desde que el exfutbolista regresó a Boca como dirigente, en diciembre de 2019, primero junto a Jorge Amor Ameal y desde el año pasado como máximo mandatario. En este tiempo pasaron Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Jorge Almirón y Martínez. De ellos, sólo los primeros tres se fueron habiendo ganado al menos un título.
Se habló de Guillermo Barros Schelotto, uno de los preferidos por los hinchas, quien se fue del club en diciembre de 2018 tras la derrota en la final de la Copa Libertadores contra River disputada en Madrid. A pesar de esa triste última imagen, el Mellizo es muy respetado y casi un nombre cantado para tener una segunda oportunidad, pero su relación con Riquelme es prácticamente nula desde sus épocas como futbolistas y un reencuentro parece imposible. Guillermo es muy amigo de Mauricio Macri, acérrimo rival de Román, aunque dirigir un Mundial debería ser más importante que cualquier grieta.
Otro ex Boca mencionado estos días fue Fernando Gago, quien alternó muy buenas con muy malas en Racing, y este año desembarcó en las Chivas de Guadalajara. Desde tierra azteca se planteó que el entorno del exfutbolista estuvo muy atento a la posible vacante en el banco del xeneize y que eso generó cierto malestar en el club mexicano. A favor del DT hay que señalar su buen vínculo afectivo y futbolístico con Román, quien el año pasado lo invitó a su partido homenaje y reapareció en la Bombonera.
Otro DT mencionado por estas horas es Eduardo Domínguez, hoy en Estudiantes de La Plata, que combina experiencia, títulos y buen feeling con Riquelme y compañía. Además, cuenta con un aura especial: es el yerno de Carlos Bianchi, con todo lo que significa el Virrey en Brandsen 805. Fue campeón con el Pincha en la Copa Argentina 2023 y la Copa de la Liga 2024 pero desde hace rato que no le encuentra la mano al equipo.
Desde Boca se habló también de Gustavo Quinteros y Cristian González, dos nombres que en realidad se mencionan más por su actualidad al frente de Vélez y Unión, respectivamente, que por la chance concreta que puedan cambiar de equipo en medio del campeonato.
Por lo pronto, el lunes la práctica estaría a cargo de Mariano Herrón, el DT de la Reserva que se puso la ropa de interino cada vez que Boca lo necesitó, y que pudo ser técnico fijo si se le hubiera dado algún resultado tras la partida de Almirón, hace un año.