“Quiero recuperar lo que me sacaron”, había avisado Celeste ‘Chucky’ Alaniz con la mira puesta en la pelea de este sábado contra la estadounidense Marlen Esparza. Lo que quiere la merlense son los títulos de peso mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Y su sueño sigue en pie, más allá de que este viernes su laureada rival no pudo dar el límite de la categoría en la balanza. La boxeadora argentina tendrá lo que tanto anhela si gana el Save Mart Center de Fresno, en California (transmitirá TyC Sports desde las 22.30). Eso sí, su rival fue despojada de todos los cinturones y, además, será multada.

¿Qué sucedió? En la tradicional ceremonia del pesaje, Alaniz sorteó sin inconveniente el límite de la categoría establecido en 112 libras (50.802 kilos). La báscula entregó la marca de 111.2 libras (50,440 kilos). No tuvo la misma disciplina nutricional Esparza, quien en el primer intento registró 114.4 libras (51,900 kilos) y más tarde, en la segunda oportunidad, apenas bajó 0.4 libras y se quedó en 114 (51,710 kilos), dos por encima del tope.

¿Qué significa esto? Alaniz podrá ser triple campeona del mundo este sábado si le gana el combate a la pupila de Oscar de la Hoya. En cambio, si empata o si pierde, los títulos quedarán vacantes.

Vale recordar: Alaniz irá por lo que siente que le pertenece. Y, como le contó días atrás a Clarín, no anda con vueltas para definir lo que sucedió el 8 de julio del año pasado en la primera contienda ante Esparza en San Antonio, también en Estados Unidos.

«Fue un robo, sin dudas”, remarcó. Aquella noche, la pugilista del Barrio Rivadavia de Merlo, quien entonces era campeona de las 112 libras de la OMB, enfrentó en un duelo de unificación a la estadounidense de familia mexicana, quien era propietaria de los cinturones de la AMB y el CMB.

Con un boxeo agresivo, veloz e intenso, la argentina fue, a ojos de la mayoría de los especialistas, superior en el balance de los 10 asaltos. Sin embargo, los tres jueces estadounidenses hicieron una evaluación distinta: dos de ellos, Javier Álvarez (99-91) y Esther López (97-93), le otorgaron la victoria a la local y la restante, Lisa Giampa, sentenció empate (95-95). Los silbidos del público, tan texano como Esparza, cuando se leyó el resultado fueron elocuentes.

Esa derrota puso fin a su invicto de 14 combates profesionales. “Los primeros días, todo el tiempo tenía en la cabeza lo que había pasado. Si bien yo había ido con la idea de que podía suceder, me preguntaba por qué. Después me fui tranquilizando, lo único que deseaba era que me dieran la revancha. Yo soy muy positiva, pero al principio pensé que no se iba a dar por cómo se manejan estas cosas”, admitió antes de viajar a Estados Unidos.

Para recuperar eso que siente propio deberá batir a Esparza, de 34 años, que ganó 14 de sus 15 contiendas profesionales (solo fue vencida en 2019 por la invicta Seniesa Estrada, hoy campeona indiscutida de la categoría mínimo), y que antes de incursionar en el boxeo rentado había sido la primera pugilista estadounidense en conseguir la clasificación para unos Juegos Olímpicos, había ganado una medalla de bronce en Londres 2012, había sido campeona amateur en el Mundial de Jeju 2014 y había sido la primera mujer en firmar contrato con Golden Boy Promotions (en diciembre de 2016, cuatro meses antes de debutar como rentada).

Celeste Alaniz perdió ante Marlen Esparza un combate cuyo fallo fue sumamente discutido y ameritó una revancha directa. Foto: Golden Boy Promotions.Celeste Alaniz perdió ante Marlen Esparza un combate cuyo fallo fue sumamente discutido y ameritó una revancha directa. Foto: Golden Boy Promotions.

Los antecedentes de la peleadora nacida en Houston e hija de padres mexicanos no intimidan a Alaniz, quien no quedó deslumbrada después de combatir 10 asaltos con Esparza. “Fue una pelea más fácil que lo que esperaba por lo que había visto, por lo que me habían dicho y por cómo se hablaba de ella. Me resultó fácil pegarle. Ahora quizás deba buscar otras cosas, no solo pegarle, sino cuidarme un poquito más”, evaluaba antes de saber que el combate llegaría pero con su rival despojada de sus títulos por sus problemas para ganarle a la báscula.



Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *