El partidazo que abrió la 12ª fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol y que se saldó con un empate 2 a 2 entre Lanús y Unión tuvo un epílogo caliente en el estadio Néstor Díaz Pérez: Ricardo Zielinski y Cristian González, los entrenadores de ambos conjuntos, discutieron acaloradamente primero en el campo y luego en el túnel que conduce a los vestuarios de la Fortaleza, y los futbolistas de los dos planteles protagonizaron un conato de escaramuza en el sendero a los camarines.
El duelo, en el que el local procuraba alcanzar la punta del grupo B y la visita intentaba meterse en los puestos de clasificación a los playoffs, fue una montaña rusa de emociones: el Tatengue sacó ventaja de dos goles antes de que se cumpliera la media hora de juego, pero el Granate descontó justo antes del descanso y terminó empardando en tiempo agregado del complemento.
Justamente en el último segmento del encuentro la temperatura se elevó más de lo recomendable, a partir de los reclamos de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico de Lanús por las demoras en el juego. A los 43 minutos del complemento, Claudio Corvalán cayó en el césped alegando que un calambre en su pierna derecha le impedía permanecer de pie.
Esa interrupción, que no era la primera en el juego por alguna dificultad de los futbolistas del conjunto santafesino, irritó particularmente a Zielinski, quien entendía que el capitán de Unión estaba simulando. El DT se acercó al banco visitante para reclamar a Cristian González por esa situación. Los dos entrenadores discutieron sobre el césped e intercambiaron algunas palabras que luego serían el desencadenante del segundo capítulo de su contrapunto.
En el tercero de los seis minutos que el árbitro Fernando Echenique había añadido y cuando parecía que Unión se llevaría tres puntos valiosísimos para su búsqueda de una plaza en los playoffs de la Copa de la Liga, Lanús alcanzó la igualdad con una volea de Favio Álvarez desde la medialuna. En ese momento, algunos jugadores del Tatengue reclamaron una supuesta infracción contra Jerónimo Domina en el inicio de la maniobra.
Tras el pitazo final, Echenique fue rodeado por jugadores y auxiliares de Unión, mientras Ricardo Zielinski y Cristian González se iban discutiendo hacia los vestuarios luego de que el DT visitante se negara a saludar a su colega. En el túnel también terminaron confluyendo los futbolistas de ambos planteles, que intercambiaron reclamos, insultos y empujones. Después de algunos segundos de tensión, los ánimos finalmente se calmaron.
En las conferencias de prensa posteriores al partido, los protagonistas del diferendo más visibles de la noche hicieron referencia a lo ocurrido unos minutos antes. “Con el Kily estuve mal yo primero porque le dije algo del tiempo. Pero no pasó nada”, intentó bajar los decibeles Zielinski, quien además valoró el punto rescatado por sus hombres: “No merecíamos perder, hicimos todo el gasto del partido y en dos jugadas bastante raras nos convirtieron. Iba a ser una injusticia si nos íbamos con un resultado adverso”.
Notoriamente sulfurado, González dejó flotando en el aire la idea de un complot para perjudicar a su equipo. “Unión va a pelear hasta el final, contra todo y contra quien sea. Esa es mi impronta. Más allá de que me digan vendehumo y todo lo que sea, mi equipo va para adelante. Hoy lo demostró nuevamente acá”, valoró el conductor del conjunto santafesino, que terminará esta 12ª fecha fuera de los puestos de clasificación a la próxima instancia del certamen.