qué necesita Max Verstappen en la carrera con Franco Colapinto para lograr el tetra

Max Verstappen confirmó en Interlagos que, aunque pase meses sin ganar (4) y deje escapar 10 carreras, es el mejor piloto de la Fórmula 1. Y este fin de semana en Las Vegas tendrá altas posibilidades matemáticas de coronarlo con su cuarto título, a dos fechas del final de la temporada. A los 27 años, el neerlandés entrará a un club selecto de tetracampeones junto a Sebastian Vettel, quien también logró sus cuatro estrellas con Red Bull, y Alain Prost, y lo hará con un récord que hasta ahora solo tienen el piloto alemán, el inglés Lewis Hamilton y el argentino Juan Manuel Fangio.

Aunque no ostentó el dominio implacable de la temporada pasada, cuando se consagró en la Sprint de Qatar como el campeón más precoz de la categoría al lograrlo con seis carreras por disputarse, el ganador más joven de la F1 ( 18 años, 7 meses y 14 días) logrará cuatro títulos consecutivos, una marca que solo consiguieron en el pasado Fangio (de 1954 a 1957), Vettel (2010 a 2013) y Hamilton (2017 a 2020), quedándose a las puertas (y casi golpeándolas) de los cinco de Michael Schumacher entre 2000 y 2004.

Con 393 puntos, Verstappen domina el Mundial con 62 de ventaja sobre Lando Norris. ¿Qué debe pasar para que se corone en Las Vegas? Simple: con 60 puntos a repartirse en las últimas dos fechas, si el líder gana la carrera del sábado a la noche (las 3 del domingo en Argentina), será tetracampeón. Pero también lo será si termina por delante del piloto de McLaren, que está obligado a superar al neerlandés y luchar por el punto de la vuelta rápida. Incluso, si el británico termina entre el cuarto y el noveno puesto sin el mejor giro, MadMax será campeón aunque termine una posición detrás.

La batalla promete tener la temperatura que no habrá en la pista ni en el ambiente: Las Vegas 2024 podría ser el gran premio más frío de la historia de la categoría, un gélido récord que Canadá mantiene desde hace medio siglo. La historia se remonta al 8 de octubre de 1978, la última carrera de ese Mundial y también la última para Montreal en octubre (ahora se corre en junio), cuando los pilotos corrieron con temperaturas que rondaban los 5ºC. De hecho, en el podio Gilles Villeneuve, Jody Scheckter y el argentino Carlos Reutemann se abrigaron con camperones y el Lole hasta usó un gorrito de lana amarillo y naranja a rayas.

Ahora, en el desierto de Nevada la previsión meteorológica no es tan benévola como en 2023, cuando en la vuelta de la F1 a la Ciudad del Pecado se promediaron los 13°C. Aunque sin lluvia prevista para todo el fin de semana, el día más frío será el jueves, cuando se disputen los primeros entrenamientos, y la mínima oscile el grado.

El viernes y el sábado las temperaturas se recuperarán -aunque las mínimas rondarán los 5°C-, pero no lo suficiente como para no representar un desafío distinto al habitual, que es la degradación de los neumáticos por el calor. En Las Vegas, el problema de los pilotos será poner en temperatura a las gomas, que salen de las mantas térmicas de boxes a 70° y deben llegar al menos a 100°, al tiempo de evitar el graining.

“El año pasado anduvo muy bien el equipo acá, tuvieron un buen resultado en la qualy así que con buenas expectativas. Hay que tratar de entender rápido el auto y poner las gomas en temperatura rápido porque hay baja temperatura y mucho frío así que va a ser difícil”, destacó Franco Colapinto en una charla virtual con periodistas argentinos de la que participó Clarín.

El argentino de 21 años también puso el ojo sobre el horario nocturno: «Es complicado. Hay que, prácticamente, dormir durante el día y después estar despierto durante la noche. Cambia un poco todo. Así que es un poquito raro eso. Pero es una linda experiencia. Son lindas carreras de noche, con la luz, con todo lo que generan los autos de Fórmula 1, la velocidad. Es mucho más lindo. Es muy divertido correr de noche».

En un trazado callejero compuesto por curvas lentas y largas rectas, incluida la famosa Strip, el viento, con ráfagas de 25 km/h para el día de la carrera, puede ser traicionero. “Hace tanto frío que será difícil poner los neumáticos en la temperatura correcta y en la ventana perfecta”, aportó Charles Leclerc, que fue escolta de Verstappen el año pasado en Las Vegas.

Ferrari fue protagonista ese fin de semana, pero por lo impensado: la tapa de una alcantarilla que dio en el piso del auto de Carlos Sainz en la práctica libre 1 y obligó a retrasar la primera jornada. “¿Las Vegas me debe una? Es una buena forma de verlo”, bromeó el español en su primer contacto con la prensa en Estados Unidos.

En Las Vegas esperan que nada de eso se repita. Por el contrario, lo que desean es celebrar un campeonato del mundo. “Estoy segura de que seríamos capaces de sacar algunas ideas de nuestro sombrero, tal vez preorganizar algunas oportunidades bastante emocionantes“, se mostró entusiasmada Renee Wilm, la CEO del GP de Las Vegas. “Si tenemos en cuenta las propiedades del Strip, Wynn y Encore son insuperables en términos de hospitalidad de la más alta categoría. Luego, por supuesto, está el Bellagio, con sus icónicas fuentes y el nivel de servicio VIP que ofrece -ejemplificó-. Hay muchas oportunidades para destacar a los pilotos, y sobre todo si tenemos la ventaja de poder coronar a un campeón«.

Si ganaVerstappen, es campeón y Norris no puede hacer nada por evitarlo.

Si termina segundo, Norris debe ser primero.

Si termina tercero, Norris debe ser segundo o primero si Max hace la vuelta rápida.

Si termina cuarto, Norris debe ser tercero o segundo si Max hace la vuelta rápida.

Si termina quinto, Norris debe ser tercero o cuarto con vuelta rápida.

Si termina sexto, Norris debe ser cuarto o quinto con vuelta rápida.

Si termina séptimo, Norris debe ser quinto o sexto con vuelta rápida.

Si termina octavo, Norris debe ser sexto o séptimo con vuelta rápida.

Si termina noveno, Norris debe ser séptimo u octavo con vuelta rápida.

Si termina décimo, Norris debe ser octavo o noveno con vuelta rápida.

Si termina 11° y fuera de los puntos, obligará incluso a Norris a ser octavo o noveno con vuelta rápida.