Miguel Borja arrasó durante gran parte del 2024. Metía goles de cualquier lado y en todos los colores. Le salía fácil convertir y hasta se los generaba solo muchas veces. Sin embargo desde el último tramo del año pasado a la actualidad, se le mojó la pólvora. Y pasó de tener estadísticas superiores a las de grandes figuras mundiales como Kylian Mbappé o Erling Haaland a estar en el fondo de la tabla de goleadores del torneo Apertura, la cual lidera Andrés Vombergar, el ‘9’ de San Lorenzo.

Es que el colombiano hizo apenas dos goles en lo que va del 2025, en el que River por ahora jugó 12 partidos (10 por el Apertura, uno de Copa Argentina y la final de la Supercopa Internacional que perdió con Talleres). A la misma cantidad de encuentros que ahora, en 2024, Borja ya había hecho 10 goles. Y terminó con 31 tantos. Y este año, tras la pretemporada, y lo hecho en los amistosos, parecía que volvía la versión caníbal del área, pero no. El colombiano ya no es un depredador en su hábitat natural. ¿Cuál es la explicación?

Una de las cuestiones en la que se hizo hincapié el año pasado era que el oriundo de Tierralta de 32 años tenía que adaptarse al juego de Marcelo Gallardo que, generalmente, pretende que su “9” no se quede dentro del área, sino que salga de ella para jugar y pivotear, y que también presione la salida rival. En esos conceptos, el delantero cafetero trabajó fuerte en San Martín de Los Andes, además de ponerse a punto físicamente. Sin embargo, no pudo revertir su desempeño adentro de la cancha.

Al margen de lo que le pida el Muñeco y de lo poco que generó River en la mayoría de los partidos, que repercute en el rendimiento de Borja, hay una cuestión personal evidentemente, de falta de confianza. Para colmo venía siendo infalible con los penales, una vía rápida para cortar rachas adversas, pero tampoco puede desde los 12 pasos. Había fallado con Lanús en el Monumental y lo mismo le pasó el miércoles contra Ciudad de Bolívar en el Madre de Ciudades.

“Pobre Migue. Tuvo una racha que la metía hasta con el pelo… Sabemos cómo labura y tiene nuestro apoyo para que cuando se le abra el arco no se le cierre más y podamos festejar», comentó Leandro González Pirez sobre Borja para intentar darle confianza.

«Ya está, a seguir», le había gritado desde el banco Gallardo mientras el arquero de Bolívar Ramiro Biscardi se llevaba los aplausos por su atajada. Rodrigo Aliendro lo palmeó, Nacho Fernández lo arengó y en un parate se acercó al banco a charlar con el Muñeco. Este momento de no conexión con el gol que ya lleva cinco partidos comenzó a pesar en la cabeza de un Colibrí acostumbrado a picar las redes con asiduidad y el Muñeco advirtió que deberá estar atento a la reacción del jugador ante esta adversidad.

«Una cosa es seguir en la búsqueda y otra cosa es no. Ahí tengo que hablar con el futbolista para ver si está con ese deseo y que la autoestima no baje», remarcó el entrenador Millonario, que evaluará cómo reacciona el delantero ante esta mala racha.

Y agregó: «Tengo que acompañarlo, después vemos si es sacándolo, poniéndolo en los segundos tiempos, como lo hice en un momento, en el cuál anotó goles. Me decían ‘tiene que jugar, hay que ponerlo’ y ahora me van a decir que lo saque».

Borja lleva un mes sin convertir. Su último gol fue el 22 de febrero en la victoria 2-0 a San Martín de San Juan y también había anotado una semana antes en el 1-0 a Lanús. Después, tuvo un partido fatal con Atlético Tucumán en el que perdió 8 situaciones de gol.

Este presente con solo un par de gritos lo dejó al centrodelantero afuera de la selección de Colombia ya que Néstor Lorenzo, DT del conjunto cafetero, no lo convocó para la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas.

Entonces, el “9” aprovechará estos días para entrenarse con tranquilidad con el plantel de River, y despejar la cabeza, algo fundamental a la hora de estar frente al arco. Y Gallardo lo acompañará. «Tengo que medir la histeria, cuidar al futbolista y la salud. Y ahí estoy yo», afirmó el Muñeco.



Fuente Clarin

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