La muerte de Juan Izquierdo, futbolista uruguayo que jugaba para el Nacional de Montevideo, encendió muchas alarmas en el ámbito de la salud deportiva, en especial en el alto rendimiento, donde en los últimos años se observaron casos de jugadores que sufrieron patologías cardíacas que afectaron su futuro en el deporte. Y en el caso de Izquierdo, le costó la vida.

Después de haber perdido la consciencia en medio de un partido de la Copa Libertadores a causa de una arritmia cardíaca, el uruguayo debió ser reanimado y trasladado al hospital San Pedro, donde pasó sus últimos días en terapia intensiva.

Las imágenes que se vieron durante el episodio mostraron a la ambulancia atendiendo al jugador, pero no se lograba ver qué le estaban realizando, lo que deja la pregunta si lograron reanimarlo dentro de los cuatro minutos claves para poder salvarle la vida.

En conversación con Clarín, el cardiólogo y deportólogo Norberto Debbag, que hoy se desempeña como médico del Club Estudiantes de Caseros, explicó la importancia de cómo actuar en esos segundos claves después de un paro cardíaco.

Debbag se desempeña como médico del Club Estudiantes de Caseros.Debbag se desempeña como médico del Club Estudiantes de Caseros.

«El caso Eriksen es un ejemplo«, recordó. «Antes de los cuatro minutos ya lo tenía al médico al lado que le estaba haciendo RCP (Reanimación Cardiopulmonar), lo estaban desfibrilando y eso le salvó la vida».

En 2021, el futbolista danés Christian Eriksen tuvo un episodio similar al de Izquierdo en el que se desplomó en el medio del campo por un infarto y fue atendido de inmediato. En el estadio Morumbí, donde el uruguayo perdió la consciencia, no se logró ver qué maniobras de reanimación le estaban realizando.

«Lo que se sabe de este jugador (Izquierdo) es que llegó al hospital en paro,» comentó. «Si lo masajeas tarde y le haces la reanimación tarde, no llega suficiente sangre al cerebro y éste empieza a sufrir», siguió el doctor.

«Sabemos tuvo un problema neurológico y, cuando tenés hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro), aumenta la presión intracraneana. Entonces el final es predecible«, destacó.

En 2014, durante unos estudios cardíacos propuestos por el programa uruguayo Gol al Futuro, a Juan Izquierdo se le detectó una arritmia cardíaca. Sin embargo, en estos últimos 10 años no volvió a sufrir ningún episodio y siguió jugando y entrenando como atleta de alto rendimiento. Hasta que un día volvió a ocurrir.

Debbag explica que todos los jugadores se realizan estudios cardíacos de todo tipo antes de obtener el alta médico y poder jugar. Pero advierte: «La alta competencia no es saludable«.

«Nuestro cuerpo no esta preparado. La adrenalina es como un Fórmula 1, y es un disparador de arritmia cardíaca. Si vos no tenes muy bien el motorcito te puede aparecer esto», explica.

Norberto Debbag, médico cardiólogo y deportólogo.  IG @dr.norberto_debbagNorberto Debbag, médico cardiólogo y deportólogo. IG @dr.norberto_debbag

En octubre de 2021, el Kun Agüero fue diagnosticado con arritmia cardíaca y tuvo que dejar de jugar profesionalmente. «Lo que tuvo es algo congénito», explicó Debbag. Las arritmias congénitas tienen un trasfondo genético que a veces no se suele detectar.

Una vez detectada la patología, el tipo de tratamientos a los que se suele recurrir es al uso de cardiodesfibriladores, unos dispositivos que envían corrientes eléctricas al corazón cuando éste deja de latir.

Eso mismo es lo que utiliza el futbolista danés Christian Eriksen, tras haber colapsado en un partido de la Eurocopa 2021 entre su país y Finlandia. «Mi opinión es que no debería haber vuelto a jugar. En Italia le dijeron que no, porque no se permite el cardiodesfibrilador. Se está arriesgando a sufrir un pelotazo», comentó el doctor.

Simon Kjaer salvó a su compañero Eriksen de que se ahogara con su propia lengua. 
Foto: AFPSimon Kjaer salvó a su compañero Eriksen de que se ahogara con su propia lengua.
Foto: AFP

Si bien el caso de Eriksen fue particular, no es usual ver jugadores que se recuperen de estas patologías cardíacas y regresen a la competencia de alto rendimiento. Como bien destacó Debbag, el deporte profesional no es saludable, y las exigencias que atraviesan, no solo los futbolistas, si no la mayoría de los atletas profesionales, pone en riesgo su salud tanto física como mental.

Al ser conscientes de que pueden ocurrir episodios como el de Eriksen o el de Izquierdo, las normas estipulan que se debe contar con una ambulancia en el predio para atender cualquier tipo de emergencia.

Debbag agrega que las normas se limitan a la presencia de una ambulancia, pero que no especifican los controles que se deben realizar sobre ella. «Sepamos que cuando hay una ambulancia en el campo de juego, tiene que estar preparada con una cardio desfribrilador y que tenga un médico con capacidad«.

Esto le llevó a cuestionarse: «¿Alguien en algún campo de juego, por lo menos en Argentina, fue a ver una ambulancia para ver si está completa? ¿Si funciona el cardiodesfribilador y si el médico es un especialista en manejar una emergencia?»

A nivel profesional esto debería estar estipulado en las normas de seguridad de cualquier competencia, e incluso en los entrenamientos. Pero además, es recomendable que tanto los jugadores como los árbitros y los técnicos estén capacitados para realizar técnicas de RCP.

«En 2005 fuimos los primeros – porque no escuché de ninguno que lo haya hecho antes – en hacer cursos de RCP para los jugadores», comentó Debbag, quien trabajó por 20 años como médico deportivo en Atlanta. «Son los primeros que van a asistir al compañero».

«Las manos salvan vidas, y las manos salvaron la vida de Eriksen».



Fuente Clarin

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